domingo, 6 de octubre de 2024

Ghosting de qué

Vengo a registrar una queja oficial. A ver si consigo explicarlo bien, porque ya vale.

Las App de ligue son la hez. Este tema ya lo hemos tratado en diversas ocasiones, no vamos a abundar. Así que voy a dejar de lado en esta entrada a todos los que en esos sitios mienten como bellacos, los que dan gato por liebre, los que dicen una cosa y quieren otra, los que no te caen bien, con los que no tienes cosas en común, con los que, simplemente, no hay nada de donde sacar porque no dan para más los pobres. Todo eso ya lo hemos tratado.

Ahora quiero hablar de tooooooodos esos pobrecitOs que se quejan amargamente de las chicas les hacen ghosting. A ver, hacer eso de verdad está muy feo, ghosting caca, no lo hagáis. Ahora bien, es que estos jetas a cualquier cosas le llaman ghosting.

Lo que SÍ lo es: tener una relación previa y dejar de coger llamadas, de contestar mensajes de forma reiterada. Incluso, siendo generosa, voy a ampliar el concepto. Sin llegar ni siquiera a tener una relación, si has chateado durante mucho tiempo con una persona y contado cosas importantes y de repente sin explicación alguna desaparece como si lo hubiera secuestrado la mafia rusa, pues eso MAL claro.

Lo que NO lo es: que hables con alguien unas semanas y la persona se limite a contestar lacónicamente o con monosílabos a lo que tú le preguntas. Que no se interese por ti ni haga el más mínimo esfuerzo por conocerte o saber algo más de tu vida. Que desaparezca dos días, al tercero resucite como Jesús y por toda explicación cuente que ha tenido mucho lío. Que sólo te diga generalidades, nada un poco concreto sobre él, sobre sus gustos o sobre su día a día. Que en ningún momento se alcance un mínimo MÍNIMO de enjundia. Que a menudo dudes si estás hablando con Epi, de Barrio Sésamo y que lo descartes porque estás segura de que con Epi podrías mantener una charla más interesante. Que seas la única en tirar del carro conversacional, que te llegues a sentir como los esclavos egipcios cuando arrastraban los pedrolos enormes esos para construir las pirámides. 

Si en las segundas circunstancias él te concede la "gracia divina" de su millonésimo monosílabos y tú, exhausta, no tienes fuerzas de seguir echando carbón a la locomotora del chat y no le contestas van los jetas y te dicen que les has hecho ghosting. No se puede tener la cara más dura. No, amigo, no, la última palabra la has puesto tú, pero toooooooooooooodo el esfuerzo lo he puesto yo. No es que se te de mal o que no te estés dando cuenta, no tienes ningún interés. No pones NADA de tu parte y lo sabes. Estarás a otras cosas, supongo. Y me parece bien, ¿eh?, que cada uno haga lo que quiera, faltaría más. Pero no vayas de víctima diciendo que todas las malvadas mujeres te hacen ghosting, porque de eso nada, monada.

jueves, 3 de octubre de 2024

¿Pero el proceso se cosca?

Cuando has subido, bajado, entrado, salido, acelerado y frenado. Cuando has hecho todo lo que se te ha ocurrido y más durante años y años. Cuando no estás en una racha mala, porque por definición una racha es algo temporal y no sostenido en el tiempo de forma indefinida. Cuando tu fuerte es la creatividad y aún así has llegado al punto de que no te queda ni una idea más porque sientes que las has agotado por completo, que ya lo has intentado TODO. Cuando has estado ilusionada, contenta, harta, mosqueada, exasperada, furiosa, indignada, desesperada. Cuando has tratado al máximo de resignarte, de aceptar la frustración y la absoluta falta de control de los acontecimientos no te queda otra que pasarle la pelota a otro, al que sea. Y te dicen que todo lleva su tiempo, que las cosas pasan cuando tiene que pasar, que confíes en el proceso. Y tú lo haces, y aún así tampoco cambia nada. Así que aturdida, desorientada, descorazonada y hasta el mismísimo c*oño de todo no te queda más alternativa que preguntar sinceramente:

 

 


viernes, 27 de septiembre de 2024

Autoestima nivel: las novias de Brad Pitt en Facebook

 

A mi lo de los Brad Pitt de Facebook que timan a incautas me deja alucinada. A-LU-CI-NA-DA. Pero no por la inocencia, ni si quiera por la candidez o la falta de perspicacia de las pobres víctimas, sino por lo contrario. Yo las admiro, de verdad, sin ironías, desde el fondo de mi corazón. Las envidio. Porque, pensadlo: ¿qué pedazo de cacho de autoestima gigantesca hay que tener para creer que Brad Pitt quiere ligar contigo por cualquier medio? ¿Que se enamora de ti de la nada, sin conocerte? Imaginaos el altísimo concepto que estas chicas tienen que tener de sí mismas, lo muchísimo que se quieren, para plantearse si quiera que esto pueda llegar a ocurrir. Deben de andar por la vida pisando fuerte, ¿no? Con semejante Beyonce interna, no me digas...

Y no sólo eso. También me da envidia su fe en la vida, su confianza en los milagros, su deliberada omisión de la probabilidad, de la estadística. En serio, ¿cómo de difícil es que entre millones de millones de millones de perfiles de una red social que ya no usa ni el tato encuentre JUSTO el tuyo uno de los actores más famosos del mundo? Es que si crees que eso puede pasar tu esperanza no tiene límites, podrás creer cualquier cosa, eres invencible. El Gordo de Navidad, el Euromillón, un trabajo bien remunerado con buen horario en el que te traten con respeto, el ratoncito Pérez... Tu optimismo no tiene techo.

Y eso es lo que envidio. Qué felices tienen que ser estas chicas en su realidad paralela, en su mundo de piruleta en el que lo mejor no sólo es posible que ocurra, sino que les ocurra JUSTO A ELLAS. Da igual que esa candidez tenga un precio, que un listo les time cuatro euros, que el electricista les cobre más de la cuenta (nos lo hacen a todos, además) o que se encuentren con algún percance en el banco. Esa dicha, esa alegría, esa esperanza, esa paz no se paga con dinero.

Qué envidia.


martes, 24 de septiembre de 2024

De bofetón

Al loro, que venía a contaros una buena noticia (ya era hora después de la racha de entradas pozo negro que llevo) y hasta en esto soy capaz de autoboicotearme. Es que es como para darme bofetones hasta la hora del almuerzo y después todo el día. En fin...

Lo voy a resumir, que si no, no llego al meollo nunca. Después de que la Supermovida casi acabara conmigo juré y perjuré que no iba a estudiar nada más. Y... sí, como os estáis imaginando, incumplí. Por probar y ver si me gustaba, me apunté a una cosa sin hacer research previo, sólo porque me sonaba bien. Ya lo sé, no soy el lápiz más afilado del estuche. El caso es que la movida nueva resultó empezar en el segundo cuatrimestre (con toda mi motivación olvidada en el primero), ser una materia muchísimo más árida de lo que me esperaba y llegar justo cuando se me cayó el mundo encima por un problema personal. Vamos, todo a favor, ya lo veis.

Aún así, por no perder el dinero de la matrícula, lo intenté. Aquello me sonaba a chino mandarín y estaba tan triste que leía los apuntes cayéndome lágrimas de los ojos, así que, como supondréis, llegué a junio sin tener ni idea. Ni me presenté.

Después la angustia fue remitiendo, yo tuve tiempo en vacaciones para mirarme algo y decidí jugar la carta de septiembre. Aquello seguía siendo chino mandarín, llegué con los conocimientos justos para pasar un examen razonablemente sencillo y me encontré con la prueba más difícil de la historia de la asignatura. No lo digo yo, lo dicen las miles de reclamaciones de alumnos y los testimonios de personas que se presentaban por cuarta vez y que nunca antes habían visto algo parecido. Como sería la cosa que subieron medio punto de forma general a todos, por los resultados obtenidos. Agüita.

El tema es que yo me vi allí, en el test más tecnologizado que he hecho en mi vida (los tiempos avanzan que es una barbaridad, chica, pero esto ya lo contaré en otra entrada) con un debate interno. Las respuestas que sabía seguras no eran suficientes para aprobar, así que tenía que jugármela. Los errores restaban mucho y yo suelo ser bastante cauta por mi legendaria mala suerte, pero en un arranque de rabia, quizá por la mala racha de la que venía, pensé: "Hay que morir matando. Como si saco un cero.". Y dicho y hecho: x, x, x, x, Respondí las que me sonaban bastante. Las que por descarte parecían razonables. Las de pito pito gorgorito. Contesté CASI todas y salí del examen esperando una calificación negativa, es decir, menor que cero al restar los fallos. La probabilidad no suele estar de mi parte.

Los días siguientes vinieron las reclamaciones y el foro de estudiantes en llamas por la dificultad de la prueba. Yo lo miraba todo sin indignación ninguna, como una vaca mira al tren esperando mi cero ampliado y cuando salieron las actas... aprobado. A-PRO-BA-DO.

No os puedo describir lo que sentí. Estupefacción, lo que más. Incredulidad, desde luego. Poco a poco, cuando la noticia fue calando, alegría. No por la nota (la materia me da igual y no pienso continuar) sino por el éxito. El primero en una laaaaarga racha de mierda. Y esa emoción debería predominar y asentarse, ¿no? Felicidad. Fe en que las cosas pueden salir bien, a veces, incluso, contra todo pronóstico. Esperanza en que es posible que la suerte me acompañe un tiempo, que ya me tocaba.

Debería pensar que es un mensaje del universo, una señal del cambio de ciclo, el pistoletazo de salida de un periodo de cosas buenas. ¿Y sabéis qué pensamiento intrusivo mierder se me cuela todo el tiempo? Que he gastado toda mi suerte en algo que me da igual y que ya no la tendré en los temas que me importan. 

Lo que os digo, es que soy de bofetón. DE BOFETÓN. Y no sé qué hacer para cambiarlo.

viernes, 20 de septiembre de 2024

Same, Ricardo

 
 
"¿Qué haces? Sufro. Y en mis ratos libres, escribo."
 
Same, Ricardo, same
 

 
 
Que ya lo sé, Cesare, no metas el dedo en la llaga. Que lo tengo claro. Pero que trato de evitarlo por todos los medios y no hay manera. Intento ser objetiva, racional, ver el donut completo y no sólo el agujero. Pongo el máximo esfuerzo en no quedarme atrapada en el enfado, en la rabia. Medito, respiro, procuro fluir, no luchar. Pero como si quieres arroz, Catalina.

Pienso mucho en por qué no consigo controlar esto y creo que es que porque en algún putrefacto rincón de mi cerebro hay una neurona anticuada y rancia que archivó en un pasado muy muy remoto tres  bulos absurdos nivel terraplanista: Que si te esfuerzas lo suficiente al final consigues lo que quieres. Que el esfuerzo conlleva sufrimiento. Y que cuando te viene un putadón si sufres lo suficiente, si lloras lo bastante, si lo pasas suficientemente mal la vida se apiadara de ti y lo arreglará. Ahí lo lleváis. Tres mentiras como tres catedrales que se quedaron allí grabadas a fuego, que no hay quien borre y que me amargan full time. Y encima se juntan con otra neurona delulu, prima hermana chunga de la antediluviana, que está convencida de que aceptar algo malo implica que no te mereces lo bueno y que jamás te va a pasar si te rindes. Aceptar=tirar la toalla. Aceptar=no ser digna, no valer lo suficiente para vivir algo bueno. Menudas asociaciones de mierda. Esta esa parte de mi corteza prefrontal para llevarla al punto limpio.

Dicen los maratonianos que el dolor es inevitable, pero que el sufrimiento es opcional. Pues no sé, decídselo vosotros a la mi cerebro boicoteador, porque a mi no me hace ni puto caso.
 

martes, 17 de septiembre de 2024

Desbloqueando el bloqueo

Bueno, le voy a dedicar una entrada porque se lo ha merecido. Y más ahora, que llevaba un siglo de bloqueo lector y no había libro que me sacara de esa sequía literaria. Espabilarme, llamarme la atención y conseguir mantener mi mente centrada durante más de tres frases seguidas era estos meses toda una proeza y esta novela lo ha logrado. Así que reconozcámosle su mérito y recibamos con un caluroso aplauso a...

¡¡¡"La química del amor" de Ali Hazelwood¡¡¡

(plas, plas, plas, plas=onomatopeya de aplausos. Nunca está claro con las onomatopeyas si has elegido la adecuada)

Un día. Ni eso, creo. En unas 20 horas me he zampado sus casi 500 paginitas de nada. Ahí lo lleváis.

¿Porque es una gran historia que ganará el Nobel de literatura? Ni de coña. Es una obra juvenil, romántica, del montón. llena de clichés (en definitiva lo que se le pide al género). No es que no sea original, es que es EXACTAMENTE el mismo libro que el anterior de su autora (La hipótesis del amor). CLA-VA-DO. Los personajes tienen otros nombre y ocurre en otra ciudad, pero la trama es idéntica, discurre por los mismos caminos, al mismo ritmo, con las mismas vibras. Y me parece bien. 

A mi me ha servido para tener un día (no me ha durado más) maravilloso, sumergida en una historia que SÉ que va a terminar bien, desconectando y olvidándome por 24 horas de una realidad --la mía-- que no me gusta un pelo. Y sólo por eso para mi merece un aplauso, porque la literatura tiene dos grandes funciones: hacernos pensar y permitirnos escapar. Lo segundo es tan necesario como lo primero.

No voy ni a hacer una reseña, ya hay muchas por ahí. Creo que en mi caso más que la trama lo que me ha enganchado sobre todo es la forma de hablar de la protagonista (es decir, de la autora y desde luego SU TRADUCTORA, que ha dado en el clavo con sus equivalentes en castellano. Patricia Sebastián, eres una crack, desde aquí te lo digo). Su frescura, su sentido del humor, sus expresiones, sus referencias a películas, a comics. Diálogos de Pretty Woman ("estuve aquí esta mañana y usted no quiso atenderme. Pues metió la pata y  de qué forma. Hasta el cuello"). De Asterix y Obelix ("verás países, dicen, encontrarás un ambiente de sana camaradería, dicen" en versión científica). Memes de Twitter, juegos de palabras de esa red social. ¿Sabéis el típico amigo que te ha contado cien veces la misma historia, pero te diviertes siempre por la forma en como lo cuenta? Pues un poco eso, en versión literaria.

¿La recomiendo? No especialmente y en todo caso bajo vuestra responsabilidad, porque no es para todos los paladares. Si os van las novelas juveniles, romanticonas, sin mayores conflictos, si necesitáis refugiaros por algunas horas en un lugar feliz donde los buenos siempre ganan y si os apetece reíros a carcajadas, es una elección acertada. A mi me ha funcionado, desde luego. Qué menos que reconocérselo. Aquí os dejo algunas de las frases que me han gustado. A partir de ahí, allá vosotros.

-"El verdadero villano es el amor, un isótopo inestable en constante descomposición nuclear espontánea"

-"Pienso en todo a lo que me he obligado a renunciar. En los gatos que no me permito adoptar. En el esfuerzo desgarrador que conlleva enmendar un corazón roto."

-"Todas las relaciones entre seres vivos terminan en algún momento, de algún modo. Así son las cosas. Una de las partes muere o se larga, atraída por otras necesidades biológicas. Las emociones son transitorias por naturaleza. Son estados temporales provocados por cambios neurofisiológicos que no están hechos para durar para siempre. El sistema nervioso debe recuperar sus propiedades homeostáticas. Todas las relaciones asociadas con acontecimientos afectivos tienen fecha de caducidad"

-"Ese nivel de odio requiere tanto esfuerzo, motivación y compromiso que es básicamente amor."

-"Es un sentimiento que aún no está del todo desarrollado; se trata de un primer borrador."

-"He cabreado a algún dios, será a Poseidon, no debería haberme meado en el mar Báltico cuando era joven"

viernes, 13 de septiembre de 2024

No hay más preguntas, señoría


 

Iba a escribir una entrada, pero luego he visto esta imagen en Twitter (si, ya lo sé, hace años que esa red social se llama de otra manera, jamás lo llamaré así. Asúmelo, Elon) y me he sentido taaaaaaaaaan identificada que me he quedado sin palabras. 

Un plauso para Will (espero que sea el autor real y si no a ese genio desconocido, allá donde estés: mis dieses) por resumir como siento mi vida el 99% del tiempo. Es que no voy a añadir nada porque ya lo ha dicho él todo.

No hay más preguntas, señoría.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Umbral

"Estar enamorado es como el umbral del dolor, depende de las experiencias que haya tenido cada uno le parece más grande o más pequeño, suficiente o no"

(El amor y otras pandemias)

Ya conté por aquí algunas de las muchas perlas de sabiduría de andar por casa que me gustaron de este libro. Últimamente pienso bastante en la de arriba. Porque es fácil, ¿no? Confundir lo agradable, lo mullidito, lo cómodo, lo cozy con otras cosas. A lo mejor no eres consciente de que te falta algo porque tampoco tienes otras referencias con las que comparar. Quizá el cuentakilómetros de forma objetiva habría medido la misma distancia, a pesar de que a uno le pareciera ya la meta y para el otro quedara mucho trecho aún que recorrer. Puede que uno no buscara más porque no supiera que existe algo más que buscar.

Y hasta es posible que ese algo que le esté esperando en el futuro en algún sitio porque nunca es tarde.

Podría ser, ¿no?

domingo, 1 de septiembre de 2024

Plot twist

 


Estaba empezando esta entrada y me di cuenta de que ya había contado algo parecido el 9 de agosto, pero es que lo tengo atascado aquí y si no lo digo reviento. Llevo unos meses muy malos y a pesar de estar haciendo todo y más para tirar pa'lante no lo estoy logrando del todo y me huelo que la causa es el maldito tapón este. Esta tremenda ceguera que sólo me deja ver negrura en el futuro, que me escamotea cualquier brillo de esperanza, de ilusión, de fe en lo que está por venir.

Y yo no hago más que repetirme que hay cosas que son objetivamente ciertas, te diga lo que te diga el trol por culero de tu cabeza. El sol sale por el este. El agua hierve a 100 grados. Belén Esteban es el mayor generador de memes de la historia de la televisión. Si algo ha pasado una vez puede volver a ocurrir. Algo que ha sucedido antes no tiene por qué repetirse. Si hay dos posibilidades hay 50% de probabilidades de cada una. La vida (que se lo pregunten a los locos titulares de prensa de la actualidad) está marcada por lo inesperado.

Ya lo decía Paul Auster en bonito; nuestro día a día es un argumento loquísimo, un continuo plot twist. Puede pasar cualquier cosa en cualquier momento que lo cambie todo. Para bien también, no sólo hacia el lado malo. 

No lo olvides, por favor Y tira pa'lante. 

sábado, 24 de agosto de 2024

¿Por?

En momentos como este es cuando me da pena que los blogs hayan muerto y no me lea ni el tato. A ver, el fallecimiento de la blogoesfera siempre es cacafuti, pero también es verdad que a mi hablar al vacío no me importa mucho la mayoría de las veces. Sin embargo otras (como hoy) en las que más que a dar la chapa vengo a preguntar, me parece una lástima que no haya nadie al otro lado para responder, para debatir, hasta para discutir un poco, si hace falta. Eso molaba.

En fin, de cualquier forma yo voy a dejar esto por aquí por si acaso. Como los caminos de internet son inescrutables, a lo mejor de casualidad alguien que esté consultando a San Google regalos para su prima lejana se lo encuentra y me contesta.

Al lío. Relaciones de pareja. Qué bonitas, qué complicadas, bla, bla, bla. Cuando se acaban, marronazo, drama, dolor, rabia, enfado. Hay muchas rupturas, nunca agradables, pero os pregunto por la tipología que retrato a continuación.

Relación de casi un año: divertida, serena, sin altibajos, sin discusiones, sin ningún desacuerdo importante. Muchos planes, muchas risas. Funcionan bien como equipo pero uno de los dos se da cuenta de que no está realmente enamorado, que le falta intensidad y ambos deciden dejarlo, uno porque quiere más y el otro porque no acepta migajas. El que no está enamorado sufre menos que el que sí que lo está, desde luego, pero no hay enfados porque no hay culpas, el amor es incontrolable, nadie decide de quién se enamora. Así que ambos quedan en conservar la amistad que han cultivado durante meses. Cuando pase el dolor, claro, cuando los dos lo hayan superado, el que llora más  y el que menos, volverán a ser amigos.

El llorón llora más de lo previsto y tarda meses en contactar y cuando se ve ya recuperado y lo hace, el que no ha llorado le dice que no quiere ser su amigo. Y aquí viene mi pregunta, ¿por? Es decir, entendería que el llorón no pudiera recuperar la amistad. A veces se sufre tantísimo que aunque la fuente del dolor no tenga la culpa del mal, se hace imposible no odiar a quien ha generado ese daño, aún sin querer. Pero si el sufridor consigue superarlo sin odiar, el otro, el que no ha llorado, el que no lo ha pasado mal, ¿qué razones tiene para cerrar la puerta a alguien con el que ha vivido casi un año de buenos momentos?

Porque esa es mi duda: si no ha habido escenitas, ni malas palabras, ni enfados, ni agobios, ni exigencias de ningún tipo. Si no se han producido conflictos por amigos comunes o terceras personas. Si el sufridor ha sufrido en silencio, sin que el otro se enterara de nada. ¿Cuál es la causa para no recuperar el contacto? He leído por ahí que dicen que sería raro. Y eso es lo que no entiendo: ¿por?

jueves, 15 de agosto de 2024

Y yo pa'cuando



"Tengo una pregunta, tengo que me invade
Me invade la curiosidadTengo una pregunta, tengo que me invadeMe invade la curiosidad
¿Quién será? Y, ¿quién será?¿Quién será la felicidad?¿Cómo será, cómo será?¿Cómo será la felicidad?
Huele a tormenta de veranoSeguro, o color azul oscuroSeguro (seguro), seguro
¡Güiro!
Hace un par de días la vi por la callePor la calle la vi pasarHace un par de días la vi por la callePor la calle la vi pasar
¿Dónde irá? ¿Dónde irá?¿Dónde irá la felicidad?¿Qué buscará? Y, ¿qué buscará?¿Qué buscará la felicidad?
Se giró y se me quedó mirando (ah, ¿sí?)Lo juro, me guiñó un ojo, seguroLo juro (lo juro), lo juro
¿Quién será la felicidad?Que tú va' a ver, que tú va' a verQue tú va' a ver cómo vas a...
La tan linda, mulata claraLa rumba buena, te llamanLa rumba buena, te llaman(¿Quién será la felicidad?)(¿Quién será la felicidad?)
dímelo, dímelo, dímelo, dímelo(La felicidad) porque a la rumba se llama(La felicidad) rumba buena y guaguancó de banana(La felicidad) de la noche a la mañana(La felicidad) ¡rumbero'!
Oh, oh, ¿quién será?Oh, oh, la felicidad, ¡cántalo!(Oh, oh, ¿quién será?) ¿Quién será?(Oh, oh, la felicidad)
¿Quién será?Oh, oh, la felicidad"

¿Cuándo me vas a guiñar el ojo, Felicidad? ¿Cuándo me toca a mi? 

viernes, 9 de agosto de 2024

¿Cuánto es un año?

 


En mi día a día hay muchas cosas que no funcionan. No voy a turraros otra vez con esto porque si paráis por aquí ya sabéis que llevo 15 años igual y si sois nuevos tampoco creo que sea vuestra mayor ilusión comeros una chapa con los termómetros a 40 grados. Pero vaya, que sigo sin encontrar la manera de pasar de pantalla en el videojuego de la vida.

Que intente no dar la matraca con esto y pensarlo lo menos posible no quiere decir que no siga tratando de buscar la forma de cambiar esta tendencia. Por mucho que he revisado una y otra y otra vez mi trayectoria nunca he encontrado lo que estaba haciendo mal para quedarme paralizada cuando otros haciendo lo mismo o parecido se movían a velocidad de crucero. Y el otro día bicheando en Twitter me encontré esto de arriba y me quedé colgada, en plan ordenador.

Porque... no es así en mi vida. Quiero decir, sí a mi alrededor, claro. El mundo está loquísimo. La realidad supera siempre a la ficción y hoy tenemos una pandemia, mañana Putin nos monta una guerra, pasado un youtuber se cuela en el Parlamento Europeo, al otro  Puigdemont se marca una visita a España al más puro estilo Anacleto agente secreto... Un no parar, ya lo sé. Para los demás. Porque en mi realidad las situaciones se eternizan sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.

Me voy a explicar. Movimiento hay, en concreto el mío que no paro de intentar planes, de buscar soluciones, de pensar alternativas. Me muevo sin descanso, pero también sin resultados efectivos porque lo que trato de cambiar, a lo que dirijo tanta actividad, sigue inmutable. Meses. Años. 

Un año es taaaaaaaaaanto tiempo. 

Depende. Para mi no. 

Por desgracia.

sábado, 3 de agosto de 2024

Viaje a mi pasado literario

(Hace mucho que no hablamos de Casona, ¿no? Hace mucho sí, ya toca.)

Después de mi aventura marinera pasé unos días en la playa con los SpeedyPadres, lo que suena mucho más relajado de lo que es en realidad. Ir a su casa de allí suele significar hacer todas las tareas que hará MI EQUIPO cuando yo sea millonaria y quiera instalarme en mi mansión de verano. En la realidad actual de mi yo pobre esto se traduce en un peaje de cortad el césped, podar, limpiar, hacer la camas y llenar la despensa antes de poder pegarte tu primer bañito en el mar. Y para más inri, como continúa la digievolución de Speedymum en los hermanos del programa de reformas de Divinity, han aparecido estupendas ocupaciones nuevas tipo vaciar el garaje y reordenar las estanterías altas. Tan divertido como suena, sí.

La parte positiva es que soy mucho más eficiente tirando trastos allá que en mi superguarida, donde me cuesta un mundo deshacerme de cualquier mierda. En hogar ajeno, sin vínculo afectivo ninguno, todo a tomar aire fresco a la voz de ya. Haaasta que llegamos a los libros, claro. Ahí mi escudo de hielo contra el apego a cosas innecesarias se resquebraja. Da igual que sean nuevos o viejos, comedias o dramas, grandes clásicos o pestiños totales, todos merecen mi compasión para salvarlos de la quema. 

Total, que haciendo este higiénico periplo por mi pasado literario me reencontré con títulos significativos de muchas etapas de mi vida. Allí estaban los 12 tomos de Mafalda y sus compinches, que se vinieron conmigo a mi superguarida, como no. Desde las baldas altas me saludaron también obras de Lope de Vega, novelas históricas, culebrones victorianos y hasta libros de humor de Goma Espuma y Buenafuente. Y como no, el segundo tomo de los más destacado del teatro de Casona. El primero ya lo tenía a buen recaudo, era hora de "mangar" el segundo, sin duda.

Y ahí habéis tenido a la defensora de "la vida es muy corta para releer libros" releyendo textos de este autor ya leídos 10.000 veces en el pasado. Y disfrutándolo. Igual hago una continuación de esta entrada con frases destacadas, no lo descarto. Por ahora, que esto está quedando ya largo para días de 40 grados, sólo traigo aquí una que me ha resonado. Seguramente porque estos meses he andado corta de esperanza y optimismo. Ni siquiera voy a dar contexto ni una explicación, porque lo mejor es que lo leáis por vosotros mismos para que lo disfrutéis. Esto es de Los árboles mueren de pie.

-"Era una ramo de rosas rojas y un papel con una sola palabra: ¡Mañana! ¿Quién fue capaz de encentar entre tantas palabras inútiles la única que podía salvarme?"

(...) 

-"Cuando despertó había debajo de su puerta una tarjeta azul diciendo: No pierda su fe en la vida. La esperamos."

Un poco de esa fe no me vendría a mi mal, no....

martes, 30 de julio de 2024

Primeras conclusiones velerísticas

 ¡¡¡Ehhhh, bombones!!!

¿Cómo va el veranito? ¿Vacaciones?

Ay, no, olvidad la segunda pregunta. No saquemos temas tristes, que a mi se me acaban mañana y ya he tenido que reprimir seis intentos de mi yo loca de coger un avión hacia ninguna parte para no volver nunca. Tengamos la fiesta en paz.

Pues eso, que he estado de vacaciones rodeada en todo momento de alguna forma de agua salada y arena. Después de casi quince días tengo un color bronce en la piel que me gustaría pensar que es melanina, pero que sospecho que tiene buena parte de salitre, tierra y roña en general. Lo que viene a ser un peeling en plan artesano, vaya. 

Y es que, como os conté a lo cutre antes de zarpar rumbo a lo desconocido, he tenido una nueva aventura acuática. Un barco, de nuevo, aunque bastante más pequeño que el de hace 12 años. Así que las conclusiones son pelín diferentes:

-Nunca hay que fiarse de las fotos, ni en Tinder ni en cuestiones náuticas. Los 14 metros que parecen un palacio en internet se ven preocupantemente pequeños a la hora de soltar amarras.

-Nunca hay que fiarse del ojo humano. Cuando te dicen que ocho personas con su comida de una semana van a caber en el mini yate de Polly Pocket te ríes con incredulidad. Cuando entra todo, te das un puntito en la boca. 

-Pocas cosas más tranquilizadoras antes de empezar tu primera travesía marítima que una charla de una hora sobre donde están los chalecos salvavidas, el botiquín y cuál es el canal de la radio para pedir socorro.

-El Tutuki Splash de Port Aventura está inspirado en hechos reales, pero es una versión libre. MUY libre.

-Una biodramina es poco y dos son demasiadas. Un consejo de amiga.

-La playa siempre, y cuando digo siempre quiero decir SIEMPRE, está más lejos del barco de lo que parece.

-Ducharse con agua dulce y jabón es una necesidad secundaria. La piel desarrolla enseguida resistencia al salitre y pronto lo convierte en una capa protectora. Ni los rayos ultravioleta más potentes consiguen penetrar hasta la epidermis.

-Constructores, si se os acaba el cemento, agua de mar, champú y espuma de rizos. Ni una radial logra desapelmazar semejante engrudo. Una idea que os dejo aquí, de gratis, porque las vacaciones me vuelven generosa.

-Ni el oro, ni los diamantes, ni las criptomonedas. El bien más codiciado es la sombra y en su búsqueda cualquier superficie es asiento como cualquier agujero es trinchera. Unas escaleras, comodísimas. La parte menos uniforme del casco del barco, maravilloso. El final del palo mayor, gloria bendita.

-Ante cualquier intento de desalojo, siempre hay que hacerse la loca. "¿Una semana en el velero? ¿Yo? No, no, qué va, yo acabo de subir, soy de la tripulación del siguiente viaje. ¿La melena con el cepillo incrustado como la espada en la piedra de la leyenda del rey Arturo, que quien consiga sacarla será el verdadero monarca?  No sé de qué me hablas, este peinado es la última moda, no estás en la onda"

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sábado, 13 de julio de 2024

Prediario de bitácora

Bueno, pues como soy lo peor y no me ha dado tiempo a actualizar antes de irme, aquí estoy, a lo cutre desde mi móvil del pleistoceno haciendo lo que puedo. Así que os cuento en plan telegrama sin enlaces ni leches. 

Hay nueva aventura acuática a la vista. Si, después del desastre del escafoides. Después de cabalgar las olas con escasisimo éxito. Después del crucero. Si, hijos, si. Si los trenes y sus retrasos lo permiten, en nada embarco rumbo a lo desconocido. Por ahora esto os puedo contar.

-Estoy en un tren llenos de señores GIGANTESCOS que se ve que van al mismo torneo de rugby y que se desparraman como pueden en asientos en los que no caben para dormir después de lo que, esta claro, ha sido la juerga de su vida. Algunos llevan hasta antifaz.

-El cielo esta muy pero que muy gris, lo cual me daría igual si no necesitara buen tiempo para navegar tranqui los próximos días. Verano, tronco, llega ya. O si alguien te retiene pestañea dos veces.

-No se si estoy preparada para la charla sobre la ubicación de los chalecos salvavidas que me espera en breve. Se vive mejor en la ignorancia.

Así que si todo va bien, hasta la vuelta. Y si va mejor que bien igual ni vuelvo, venís vosotros a verme en donde esté. 

Pues eso, a cuidarse. Y por la sombra, bombones. 

miércoles, 3 de julio de 2024

¡¡AL ATAQUERRR!!

Llevo dos días que no puedo parar de llorar. Y no es esto que me pasa a veces de que se me derrite la rabia, porque eso más o menos lo medio controlo y esto ni de lejos. Es como si alguien me hubiera abierto las compuertas de los ojos y estuviera saliendo todo en plan presa desembalsando, sin que esté en mi mano contenerlo. Por ahora he llorado en el tren, por la calle, en el curro, en el médico y comprando el pan. Respiro profundamente para intentar seguir con mi vida como una adulta funcional, pero cuando voy a hablar se me quiebra hasta la voz. Un espectáculo dantesco, ya os lo digo.

Y lo más gordo es que no ha pasado nada nuevo que lo justifique, así que supongo que es un golpe de estado de mis hormonas, que se han hecho definitivamente con los mandos de mis emociones. Hasta ahora había habido amagos de revuelta en mis últimos síndromes premenstruales, pero que eran una broma comparado con esto. Porque podían incluso sentirse más intensos, pero tenían esa pátina de irrealidad, de limitación, de reconocerlos como un timo temporal de la cabrona de la regla. Esto es.... real. O más que real es INMENSO, INABARCABLE, imposible de obviar, de relativizar.

Me siento inundada por una masa gigantesca, colosal, inconmensurable. No es el peso, es el tamaño, la imposibilidad de distinguir principio ni fin. Hasta donde alcanza la vista todo es océano y como no me cabe entero dentro se me está desbordando por los ojos. Eso será.



Mientras intentaba seguir mi vida de adulta funcional a la vez que lloraba a mares, leí esta genialidad de arriba en Twitter. Porque, efectivamente, ya lo decía Beckett, aunque no te sientas capaz hay que tirar pa'lante, así que no queda otra que poner la mejor voz de finstro pecadorrr para gritar:


¡¡AL ATAQUERRR!!


viernes, 28 de junio de 2024

Renfe Listérrimos S. A.

(CONSEJO SUPERIOR DE LISTOS LISTÉRRIMOS JEFAZOS DE RENFE. Sala de juntas. Día)

RequeteJefísimoSupremo.- A ver, lluvia de ideas, ¿qué podemos hacer para que la gente siga usando nuestro sistema ferroviario que está ya casi para llevarlo al punto limpio de lo horriblemente mal que funciona?

Iluminado1.- Que los trenes no acumulen retrasos de más de una hora día si y día también.

Iluminado2.- Que haya más frecuencias y que si pierdes un cercanías no tengas que mandarle una foto a tu familia porque cuando llegues a casa después de coger el siguiente no te van a reconocer de lo que te habrá crecido el pelo.

Iluminado3.- Arreglar las pantallas de información y que se pueda consultar qué trenes van a pasar y cuándo para que la gente pueda gestionar su tiempo, avisar en el trabajo si no llega porque hay demoras o buscar otra forma de transporte si ocurren incidencias graves.

Iluminado4.- Arreglar la megafonía para que se ENTIENDA ALGO de los avisos. Ya que los cercanías pasan a la hora que les sale del mismísimo unicornio y no a las programadas y dado que las pantallas donde debería registrarse la circulación real no es que tengan información inexacta sino que directamente están apagadas, vendría bien que alguien avisara aunque fuera de palabra del destino del convoy que para en el anden en cada momento. Es cierto que se perdería la emoción de montarte en uno al azar y no saber si acabarás en un barrio rural, Málaga o Sebastopol, pero esto es Renfe no El Hormiguero, no hemos venido aquí a divertirnos.

Iluminado5.- (Visiblemente emocionado) ¡¡O GASTAMOS TODO EL PRESUPUESTO EN PONER EL AIRE ACONDICIONADO MÁS FUERTE DE LA HISTORIA, QUE A LA PEÑA LE TENGAN QUE AMPUTAR EXTREMIDADES POR CONGELACIÓN Y COMO SERÁN TULLIDOS Y NO PODRÁN ANDAR NO LES QUEDARÁ OTRO REMEDIO QUE IR EN TREN!! ¡Es un plan sin fisuras!

RequeteJefísimoSupremo.- Tenemos idea ganadora, un aplauso para el señor Lopez, AKA Iluminado5.

Estoy segura de que la última reunión de Renfe de antes e verano fue así. No tengo pruebas pero tampoco dudas.

martes, 25 de junio de 2024

CerebroExcursión

 


¿Habéis visto ya Del revés 2? Si aún no, sois de los pocos que quedan y creo que no duraréis mucho en esa situación. Recordad mis palabras.

Yo la vi este finde en lo que al principio iba a ser una multitudinaria excursión de mi enooorme equipo de SpeedySobris y que finalmente quedó bastante capitidisminuida. Eso sí, como han ido divididos en grupúsculos, lo que fijo que va a hacer sold out es el cineforum de primos en la próxima comida familiar en el Speedyhogar. Va a ser como para verlo eso también. De hecho, ya lo petó el otro día el minitrailer del SpeedySobri más peque y su lengua de trapo intentando explicarle a SpeedyDad quién era el personaje de Ira. Ni os cuento la cara de su abuelo de no entender nada y flipar en colores.

El caso es que a mi me gustó mucho. No voy a entrar en el detalle porque esta es una zona blogueril libre de spoilers, pero me parece que han dado en el clavo representando ciertas características de la adolescencia. Más incluso que con algunas emociones de la 1, como Asco, que yo no terminé de entender del todo. Aún así la primera parte tiene grandes hits que nunca está de más recordar. Por ejemplo, un, dos, tres, responda otra vez: el meme de arriba. ¿Quién decide qué se recuerda y qué se olvida? En mi cerebro, desde luego, un demente. No hay otra explicación posible para semejantes decisiones absurdas.

¿Otro gran momento? Este (minuto 3,50, no me deja insertar el video, sorry) sobre transitar la tristeza. Sobre la necesidad de llorar las cosas para superarlas y seguir adelante.

Hay muchos más momentazos, claro. ¿Cuáles son vuestros preferidos?

lunes, 17 de junio de 2024

¿Donde está Federer cuando se le necesita?


(No encuentro el trozo de video que me interesa, es este pero no sé si lo podréis ver con este enlace)

"Cuando estés jugando un punto, tiene que ser la cosa más importante del mundo. Y lo es. Pero cuando está detrás de ti, está detrás de ti. Esto es crucial porque te libera para comprometerte por completo con el siguiente punto.

Es normal dudar de ti mismo cuando estás abajo, pero la energía negativa es energía desperdiciada. Los mejores del mundo no lo son porque ganaron todos los puntos, sino porque perdieron una y otra vez y aprendieron a lidiar con ello. Lo aceptas, lloras si lo necesitas y luego fuerzas una sonrisa. Sigue adelante. Sé implacable, adáptate, crece. Esfuérzate más. Trabaja de forma más inteligente

Trabaja de forma más inteligente"

A lo mejor si Roger me hubiera dado estos consejos hace unos añitos otro gallo me habría cantado. O igual tampoco habría servido de nada, a saber. Pero ojalá haberlo sabido.

viernes, 7 de junio de 2024

Not recommend

Yo tampoco.

(Quería escribir pero no hay manera, así que paso a saludar.  ¡FELIZ FINDE! Y por la sombra, bombones)


viernes, 31 de mayo de 2024

CO-INFORMATING infernal

Virgina Wolf quería una habitación propia. Yo ni siquiera pido tanto. Un ordenador. Un portátil. Una tablet. Un móvil con pantalla grandota. Lo que sea, de verdad, cualquier aparato pequeño o cutre que me permita hacer mis cosas. Pero para MI SOLA. ¡¡POR-FA-VOR!!

Creo de verdad que no hay situación más desesperante que querer hacer algo y que no te dejen en paz. Ya conté por aquí el incesante diluvio de interrupciones que cada minuto de cada día se interpone entre yo y la finalización de cualquier tarea, por simple o rápida que sea. De verdad os lo digo, ni los doce trabajos de Hércules, ni las 12 pruebas de Asterix, ni el laberinto del Minotauro. No habéis conocido tal infierno de desesperación en los días de vuestra vida. En serio. 

Bueno, pues a ello se añade ahora un tormento aún más nocivo para la productividad: el co-informating.

Explico el término para los que no lo conozcan. El co-informating es como el coliving a compartir piso, un eufemismo moderno para intentar suavizar la tortura china de SUFRIR un ordenador comunitario. Igual no os hacéis una idea porque ahora hay una media de tres pantallas y media por cabeza a cualquier edad, pero tener un sólo equipo informático para varias personas es la HEZ absoluta, el ZURULLO máximo, el megalodon de los MIERDOS maxi pro doble sorround. Es que, de verdad, me faltan palabras para expresarlo, ¡DENME MAYÚSCULAS MÁS GRANDES!

Para empezar porque es la interrupción elevada a la máxima potencia, claro. No terminas una frase que ya hay un "déjame un segundo", un "perdona, sólo esto y ya está" o un "a ver, ábreme ese documento" enseñando la patita por debajo de la puerta. Cualquier texto al que no le hayas dado a guardar cada milésima de segundo corre el peligro de que alguien lo cierre sin querer y se pierda para siempre. Y POR SUPUESTO olvídate de hacer cualquier tema personal en los momentos libres so pena de que lo vea media población mundial y salga en el telediario de Antena3. 

Cuando no es una cosa, es otra. Cuando no es por Pepito, es por Juanito. En verdad en verdad os digo: suplicios así pocos. Desesperante, exasperante, agobiante, inaguantable. Ganas de irse con Dante a ver si en alguno de los nueve círculos del infierno está la cosa un poco más tranquila. Si tengo que estar horas y horas encadenada a un tormento de fuego o de un tipo más mundano (como es el caso), qué mínimo que me dejen un poco a mi bola, ¿no? Por compasión..

viernes, 24 de mayo de 2024

Torturando a mi empollona interna

 


En el cole yo fui una megaempollona pro. Me quemaba las pestañas, pero sacaba una notas increíbles. Supongo que por eso me ha sorprendido tanto que la vida real no funcione así, que los resultados no tengan una relación tan directa con el esfuerzo. Que haya un montón de factores concurrente por los que puedes darlo todo para conseguir algo y aún así no lograrlo. En fin...

(Tranquis, no preocuparse que no voy a empezar otra vez con mis lloriqueos vitales, que esta entrada va por otro lado)

La cosa es que igual que algunas personas que han perdido mucho peso dicen que no importa lo que marque la báscula, ellos siempre llevarán un gordo dentro, los que han sido empollones de peques no pueden dejar de serlo. Ya no son sólo estudiantes, deben atender muchas más obligaciones que exámenes y clases y disponen de mucho menos tiempo, pero les cuesta adaptar el estudio a la nueva situación. Quieren (queremos) llevar el temario al dedillo aunque de forma objetiva las circunstancias lo hagan imposible. Y sufren (sufrimos) mucho más de lo necesario.

Después de la supermovida y el TITÁNICO PADECIMIENTO que supuso sacar adelante ese infierno compaginándolo con un trabajo a tiempo completo, juré y perjuré que NUNCA MAIS, que no me metería en algo parecido ni jarta de vino. Luego, en un momento vital tranquilo y feliz, quise probar con algo muuuuuucho más liviano, sólo para saber si me gustaba. El problema fue que la probatina en cuestión no comenzó nada más tomar la decisión, sino meses más tarde (calendarios académicos, ¿quién los entiende?), justo a la vez que empezaba una de los bajones emocionales más heavys que he soportado. Malditas las ganas de estudiar cuando lloras a todas horas, como os podéis imaginar.

Total, que cuando semanas después, con un INGENTE esfuerzo, he conseguido levantar la cabeza lo justo para abrir el libro, he hecho varios descubrimientos. Todos malos:

-La materia (que elegí al tun tún por como me sonaba el título porque no tenía nadie a quien preguntar) ha resultado ser un pestiño épico que no me gusta NADA.

-Además de ser la asignatura más difícil de mi nivel la han abordado con un manual farragoso e ininteligible que, dicho por el profe, la hace más infumable si cabe. Que él mismo se arrepiente de haberse apuntado para impartirla este año y que cuando él la estudió le gustó mucho más. Único mi teacher dando ánimos, ya lo veis.

-Y lo peor de todo, la han dado a toda leche, pero es larguíiiisima. Ya no llegaba a los temas que se han tratado, pero es que hay otros 3 que ni se han nombrado por falta de tiempo y que que entran igual. Y el examen es tipo test y a pillar.

Así las cosas, es por completo imposible llegar a primera convocatoria con una  remota posibilidad de aprobar, así que sólo me puedo plantear presentarme después de verano. Es la primera vez que me dejo una para septiembre sin intentarlo siquiera en junio y mi empollona interior esta corriendo en círculos y agitando los bracitos con cara de horror. Verás cuando se entere de que cuando nos presentemos vamos a catear igual porque la Speedy adulta no empollona se ha vuelto intolerante a la estupiditis académica que complica la redacción sólo para parecer más científico. Que ya no soporta retener por retener datos inútiles que se ve a kilómetros que no sirven para nada práctico. Y que va a bloquear con indignación los pocos ratos de estudio que consiga sacar exprimiendo al máximo mi casi desaparecida fuerza de voluntad.

Eso sí, amiguis, aquí y ahora os lo digo: sufrimiento cero. Bastante tengo con lo que tengo. En el momento que esto me quite mínimamente el sueño, a tomar aire fresco el tema. Está la cosa como para sufrir de gratis. Que diría Ozores: "No hija, nooooo".

miércoles, 22 de mayo de 2024

Vacaciones de mi misma

Estoy yendo a varios médicos últimamente. Ninguno de ellos me ha dado unas instrucciones demasiado claras que yo pueda entender y aplicar para mejorar mi estado actual. También os digo que no tendría que ser tan difícil mejorarlo dado que partimos del subsuelo, de un nivel de bienestar bajérrimo. Pero, chico, no sé, por lo visto debe de haber por ahí algún atasco que bloquea cualquier progreso significativo porque aquello no hay quien lo levante. Me siento paralizada, ni pa'lante ni pa'trás.

El caso, a lo que iba, es que no termino de comprender del todo las prescripciones médicas, pero me da la sensación de que todas apuntan de una manera u otra a que deje de ser yo. Que deje de comer lo mismo, de pensar como hasta ahora, de hacer las cosas como las he hecho siempre, de tomar decisiones iguales. Que desconecte, que ponga el modo avión, el cartel de no molestar y un mensaje automático de esos de "Speedy está fuera de la oficina en este momento, se pondrá en contacto contigo en cuanto le sea posible".

Vacaciones de mi misma. Suena genial. ¿Cómo se hace eso? ¿Donde esta el botón de off?

 

 




viernes, 17 de mayo de 2024

Epitafios

 


Llevo días intentando actualizar, pero como no hay forma humana de sacar nada ni medio apañado de esta jaula de grillos que tengo por cerebro, os dejo la imagen de una frase que podrían usar para mi epitafio. Al menos si no consigo ponerle remedio en lo que me quede por delante. Estamos en ello, no preocuparse. De momento, como palabras alternativas para mi lápida se barajan: "Ya he tocado donde no era" y "las grasas saturadas deberían estar en las acelgas".

El proceso de selección sigue abierto, no preocuparse tampoco.

Ale, que hemos sobrevivido a otra semana y ya viene el finde. ¡Aleluya hermanos! 

A disfrutarlo. Y por la sombra bombones.

viernes, 3 de mayo de 2024

Vivagym, no me presiones

Vosotros no os habréis enterado porque apenas he dado la turra por aquí (guiño, guiño, codazo), pero estoy en un bache heavy. Heavy, heavy nivel que he tenido ratos de querer bucear en una piscina de denso chocolate caliente, abrasarme y acabar con mi sufrimiento de la forma más dulce posible. Lo digo en plan jijijjaja porque qué remedio y porque decir que está siendo una época de mierda se queda a años luz del TREMENDO ZURULLO que en realidad estoy atravesando. Con evidente dificultad, dicho sea de paso.

Así las cosas, como os podéis imaginar, muchos días no estaba para tirar cohetes. Lo veía todo negro, cualquier cosa me costaba un mundo y salir de la cama era una auténtica proeza. Para qué voy a levantarme si Putin nos va a bombardear era el pensamiento más optimista que me cruzaba la mente. Aún así seguía porque qué remedio y porque paralizarme no haría más que empeorarlo, así que tiraba como podía con lo que podía. Pero se ve que estos actos de AUTÉNTICA HEROICIDAD dadas las circunstancias no le parecía suficiente al cabrito de mi gimnasio, que me mandaba mensajes de ánimo tan bonitos como este.


Que me daba ganas de contestarle: "A ver, VivaGym, del único deporte que tengo ganas ahora mismo es de lanzamiento de cabeza por la ventana desde un quinto piso, así que no me presiones, que me tiro".

El caso es que en un alarde de paciencia INFINITA no les bloqueé, mi ánimo ha ido mejorando leeeentamente, pero la calidad de sus mensajes no. Ahora tengo más fuerzas para encajarlos sin querer cortarme las venas, así que tienen que buscar nuevas y más eficaces formas de hundirme la moral.
 


¿Me dices que me quiero MORIR cada mañana levantándome al alba para ir al gym antes de currar a cambio de quemar 54 míseros vasos de gazpacho? VivaGym, hijo mío, eres único dando ánimos.Creo que ha llegado el momento de bloquearte.

miércoles, 24 de abril de 2024

Say not a los rapapolvos curativos

Todos sentimos impotencia cuando vemos mal a alguien que queremos. Nos duele que esté así, nos cabrea no poder remediarlo y se nos hace muy difícil entender por qué no consigue evitar hundirse más y más en el hoyo. Desde nuestra incomprensión nos parece que no pone de su parte para remontar, que no se está esforzando lo suficiente. Desde nuestra mente sana que funciona con normalidad, pensamos que es buena idea tratar con dureza a esa persona para que espabile, para que se de cuenta de que tiene que reaccionar.

Spoiler: no lo es.

"Qué bien me ha sentado esta bronca cuando estoy hundida en el fango, ahora ya se me ha curado el disgusto y estoy preparada para empezar desde mañana mi vida superfeliz", dijo NADIE NUNCA.

En serio, a todos se nos ha pasado por la cabeza hacer esto, pero NO LO HAGÁIS. Es una mierda, hiere y lo que es peor no sirve para NADA.

Just say not a los rapapolvos "supuestamente" curativos desde el cariño.

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jueves, 18 de abril de 2024

La energía que mantiene unido el universo

 


¿Creéis en la suerte? Ya sé, ya sé, no es un debate lo que se dice nuevo. Me sé las diferentes posturas y las frases típicas y tampoco me voy a ir para lo hondo, no os preocupéis.

Yo después de años de movidas turbias non stop he pasado por etapas. Al principio estaba convencida de que me había mirado un tuerto, luego quise creer que la fortuna te tocaba cuando estabas preparada para reconocerla y aprovecharla y que terminaría llegando. Ahora creo que desde luego es importante currártelo, y que hay que poner las condiciones para que llegue, pero que también hace falta una chispita de magia, un toque, un empujoncito. No todo depende de uno mismo por mucho empeño, buena intención y actitud positiva que le ponga, esto es así y es así.

Así que aquí vengo yo, una vez más, a invocar a lo que dice el tuit de arriba, la energía que mantiene unido el universo. Por favor, fatum, destino, dioses, naturaleza, vida, quien sea, por favor, mandadme una miajita de potra. Una lentejita de nada. ¿Qué os cuesta? ¡Un poquitillo! Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor.

POR-FA-VOR

lunes, 15 de abril de 2024

MierderSensation a máximo volumen

¿Sabéis la sensación de tener un examen y pensar todo el rato, hagas lo que hagas, que deberías estar estudiando? Quedas para tomar una caña, pero no la disfrutas porque "deberías estar estudiando". Ves un capítulo de una serie, pero no te enteras de la mitad porque "deberías estar estudiando". Te vas a la cama muerta de agotamiento, pero no te duermes de remordimientos porque "deberías estar estudiando". ¿Sabéis esa sensación absurda a más no poder porque en realidad en esta vida hay tiempo para todo?

Bueno, pues yo esa sensación absurda (y de MIERDA, añadiré. Para público internacional y viajado la llamaremos MierderSensation) la tengo y la he tenido siempre de fondo en mi cerebro hubiera o no algún examen de por medio. Muchas de las cosas que consideraba importantes en mi vida no han funcionado la mayoría del tiempo como me habría gustado, así que me he pasado los días buscando remedios o implementando lo que a mi me parecía que podía ser una solución. Y como esos cuidados planes de contingencia no daban los resultados esperados no paraba de sonar la banda sonora estrella en mi mente: la MierderSensation, la impresión de tener algo pendiente de resolver, de haberte dejado el gas encendido, de vigilar las cazuelas al fuego. Esa AGOTADORA sensación.

Pensaba que la exposición prolongada a semejante zurullo me había hecho resistente, como las bacterias al antibiótico. Sin embargo putadones recientes han subido el volumen de esta banda sonora, que ahora está tan alta que ya no cabe en el cerebro y se me ha agarrado a la garganta. La noto ahí, clavándome las pezuñas en la traquea y avanzando peligrosamente hacia mi pecho. Siento de forma física y real como me cierra las vías respìratorias así que, amiguis, ha llegado el momento de tomar medias drásticas. Tendré que apagar el tocadiscos, desenchufar los altavoces, cortar el suministro eléctrico. A grandes males, grandes remedios.

Me tomo vacaciones de solucionar. A lo mejor mi vida no tiene solución o yo no la encuentro y quizá sea otro el que pueda iluminarme con sus remedios. No sé, yo me rindo, la MierderSensation a máximo volumen va a conseguir que me estallen los tímpanos. 


POWER OFF

viernes, 12 de abril de 2024

Risas en el CaraLibro

 

Vosotros no os acordaréis porque sois muy jóvenes, pero hubo un tiempo en que apenas había redes sociales y el rey de la fiesta era Facebook. Sí, si, para todas las edades, no sólo para la asociación de senderistas de la tercera edad de Parla. 

Como no había más, no quedaba otra que apañarse con eso para todo: para informarse, para vender, para ligar, para organizar cumpleaños...para todo. Y como no existía Twitter, ni TikTok ni leches, los chistes también se hacían allí, claro.

Rizando el rizo en este sentido, durante años el no va más de las risas fue crear grupos con nombres ingeniosos a los que la gente se apuntaba sólo porque le hacían gracia. Solían ser verdades generalizadas que al leerlas todos pensábamos: "si soy" (expresado en la jerga de los Z). La imagen del anuncio de arriba me recordó a uno de estos grupos que a mi me encantaba y que se llamaba: "Saco el móvil para mirar la hora, reviso fotos, contesto mensajes, guardo el móvil. Ni puta idea de qué hora es". Había otros que también molaban. Aquí algunos ejemplos:

-Salir de tranquis pero llevarte las gafas de sol, por si acaso.

-Ver a alguien feo y decirle a tu amiga, "Mira tu novio" 

-Siempre he querido subirme a un taxi y decir ¡¡¡siga a ese coche!!!

-Señoras que siguen todos los consejos de "Saber vivir" y ahora son INMORTALES 

-Yo también creo que Epi y Blas eran follamigos.

-Cuando mi Novio no está y me toca salir con Brad Pitt,

 Había muchos más, ¿alguien se acuerda de alguno?

domingo, 7 de abril de 2024

Déjate de margaritas

Llevo tantos años aquí que me extraña que no haya compartido ya por esto lares un texto que me gusta un montón. De todas formas, como lo he buscado y no lo he encontrado, aquí va. Es tan tan guay que no merece la pena ni que lo comente, me voy a limitar citar las partes que más me gustan. Lo leí en uno de esos blogs molones al máximo que nunca deberían haberse abandonado pero que, tristemente como la gran mayoría, también lo hicieron. Del https://www.elcajondegatsby.com/ llega "Mala Hierba".

"Las malas hierbas son plantas salvajes que nacen en cualquier lugar, justo donde nadie quiere que nazcan. Y da igual que las arranques, volverán a crecer. Me dijo que por muchas veces que intentes matarlas, siempre encuentran la manera de salir de la tierra, se adaptan al medio y se extienden, sin prisa, pero sin pausa. (...) Se agarran al suelo con fuerza, como si supieran que tarde o temprano alguien vendrá a arrancarlas (...) En la vida hay dos tipos de personas: las que viven cayéndose y las que viven levantándose. Si lo piensas bien, ambas acciones, al fin y al cabo, nacen des mismo proceso; para caerse hay que estar de pie y para levantarse hay que haberse caído primero. Sólo cambia la parte con la que te quedas, el enfoque lo es todo."

(...)

"Hay personas que no entienden de macetas, que siempre crecerán en todas partes trepando los muros que les corten el paso y disfrutando del paisaje que las amapolas sólo pueden imaginar, aferrándose a sus sueños con fuerza, sin dejar que nadie se los arranque. Se hacen fuertes en el desastre y saben esperar pacientes a que llueva, levantándose una y otra vez. Estas son, sin lugar a dudas, las personas que ponen el mundo al revés.

Déjate de margaritas, mala hierba nunca muere"

jueves, 4 de abril de 2024

Mientras esperamos...

Sé que no os lo vais a creer, pero llevo un buen rato pensando algo para no actualizar ooooootra vez con una entrada de lloriqueos. Spoiler: not found. No soy capaz. Es como si alguien me hubiera puesto en modo avión la parte de mi cerebro dedicada a la alegría y a las risas y hubiera convertido las neuronas de esta zona en piedras pisapapeles. No hay forma humana de hacerlas funcionar, oye.

Dándole vueltas a esto me acordé de una escena de la peli de Sexo en Nueva York (si, esa joya del Séptimo Arte, si, hijos míos, cada uno tiene sus referencias). El caso es que la prota, que ya de base es bastante drama queen, tiene un bajón muy tocho y en los primeros días de patalear para salir del hoyo lo ve todo negrísimo. Y ella, que en teoría es bromista y graciosa, llega a preguntarse: "¿Volveré a reír alguna vez?"  Una de sus amigas le contesta que lo hará cuando algo tenga mucha gracia y para que los espectadores no nos cortemos las venas, pocos días después, efectivamente, vemos ese momento, inicio de su recuperación.

 

En la película de mi vida aún no ha ocurrido esta escena esperanzadora, así que mientras esperamos este ansiado momento, vamos a poner unos anuncios graciosos que he encontrado en Twitter para aguantar el tirón.





Ale, a funcionar. Y por la sombra, bombones, que parece que la primavera ya se ha decidido a llegar.

lunes, 1 de abril de 2024

De vuelta

Tres semanas esperando las vacaciones de Semana Santa, parpadeo y ya se han acabado. Menuda caca de la vaca Paca. A ver si me toca la lotería ya porque la vida de currante no acaba de cuadrarme. En fin, qué le vamos a hacer. Retomamos la programación habitual


Ánimo a todos.

domingo, 24 de marzo de 2024

A funcionar

Me duele el pecho. En sentido literal y figurado. 

Figurado porque estoy llevando regumal la última pedorreta que la vida me ha hecho en la cara. Que no es tampoco que haya sido mucho peor que otras anteriores, también os digo, pero no sé... esta me ha dejado para el arrastre. Más que por intensidad por acumulación, creo yo. Cuando aguantas una leche y otra y otra y otra y de repente viene una galleta camuflada que tarda en rebelarse como tal, quieres creer que se acabó la paliza. Que tras sonar la campana habías conseguido llegar al final del combate en pie. Sin embargo, mientras estabas despistada mirando al público con los brazos en alto... ¡zas! ¡gancho de derecha y de cara a la lona! KO técnico. Y tirada en el suelo no piensas en el daño que te ha hecho el último golpe, sino en lo que te han ido debilitando todos los anteriores. En el cuerpo, sí, pero sobre todo en el alma. En el ánimo. En las reservas de energía para seguir adelante. En la cantidad de fe mínima para afrontar el futuro con un poquito, UN POQUITO, de confianza.

Y por eso decía que me duele el pecho en sentido literal. Porque mi vida repartiendo ostias como panes unida a Putin y sus bombas nucleares, la Tercera Guerra Mundial enseñado la patita por debajo de la puerta y la Inteligencia Artificial usada para todo menos para algo bueno ha disparado mi tasa de pesimismo (ya de por sí alto) a niveles estratosféricos. Parece mentira que hemos pasado una pandemia antes de ayer que nos tenía cagados a tope con lo venidero y ahora tengo aún más miedo, si es que eso es posible. Y por primera vez el terror se me ha agarrado al pecho. Lo noto ahí, estrujándome el corazón como un mono la rama de un árbol, clavándome sus zarpas.

Había leído a otras personas describir su ansiedad de modo parecido, pero nunca me había ocurrido a mi de forma física. Siento literalmente un bicho dentro de la caja torácica que apenas deja espacio para que entre el aire y poder respirar profundo. Y la verdad, no sé qué hacer.




martes, 19 de marzo de 2024

I can't



No puedo con la vida. De verdad os digo que no puedo. Como cuando era Pepita Pulgarcita, solo que peor.

En serio



martes, 12 de marzo de 2024

Mañana


Ojalá.

O sea... ya sé que es así. Que todo pasa. Que la vida sigue. El problema es que por mucho que me esfuerzo no consigo visualizar un futuro distinto. Mejor.

Me siento agotada de aguantar, de resistir, de esperar contra toda esperanza a que llegue lo bueno. Quiero creer de verdad que esta mierda de día va a acabar y que mañana mejorará. Pero no me lo creo. Y no sé qué hacer.

jueves, 7 de marzo de 2024

¿Y?

Si ya de normal mi estilismo capilar y mi imagen física no están muy arriba en mi escala de prioridades, imaginad con la época de mierda que llevo ahora encima. Demasiado que no salgo en batamanta a la calle, así os lo digo. Más si cabe teniendo en cuenta que estoy comiendo fatal y durmiendo nada y menos, lo que me convierte en un muerto viviente con peor cutis que la media. Así las cosas, para intentar arreglar algo recurro a cremas supuestamente milagrosas que ya imaginaréis que lo de los milagros lo llevan regulinchi. Y al no ver resultado alguno me quedo mirando fijamente al bote y digo muy al estilo Mafalda...



martes, 5 de marzo de 2024

OT y la lucha

Soy de las pocas españolas con cierta edad que no vieron el primer Operación Triunfo. Me enteré de cosas porque era imposible no enterarse, pero no me despertó ningún interés. Después he visto trozos de algunas de las siguientes ediciones y cuando he llegado a conocer a alguno de los concursantes sí que me he vinculado algo más. No por el reality como le pasa a la mayoría, sino por la narrativa.

Lo leí el otro día en una de las tronchantes crónicas de Juan Salguino y es verdad. OT engancha por la narrativa del programa, porque ves jóvenes ilusionarse, progresar, vencer dificultades, superarse. Porque ves a chavalillos haciéndose la gran pregunta "¿quién soy?" y a veces encontrando la respuesta. Y eso, como un partido reñido de cualquier deporte, tiene mucha épica.

A mi lo que más me llama la atención es la forma de afrontar los malos momentos. Será porque yo trabajo fatal bajo presión, cuando las cosas se complican lo veo todo negro y me hundo, pero la gente que se crece ante la adversidad me flipa. No sólo la que en los momentos clave consigue sacar su mejor versión, a pesar de los nervios. También esos que saben darle la vuelta a algo que ha empezado mal. Los que mantienen la buena actitud, la positividad. Los que no lo dan todo por perdido, los que REALMENTE creen que tienen una oportunidad para conseguirlo y la aprovechan. Aunque las apuestas estén contra ellos. Aunque el horizonte se vea negro tizón. 

Y yo pienso que la clave es esa, que su esperanza es REAL, cierta, que DE VERDAD creen que la victoria es posible. No lo intentan por si acaso. No piensan que hay que lucharlo hasta el final por quedarse tranquilos. En el fondo de su corazón sienten que puede salir bien. Están convencidos que a veces tirar desde el otro lado de la cancha en el último segundo puede convertirse en un partido ganado.

Admiro a esa gente porque a mi eso me parece un prodigio, un milagro, un imposible. Mi tendencia natural es a matar toda esperanza, lo que (estoy segura) me suele conducir a fracasos que no tendrían por qué serlo. Aún así lo intento siempre, para que no se diga.

Cuando me dejan, claro.

Hay veces que no depende de ti. Que hay otras personas que tienen que querer dar la batalla contigo y no quieren. Que no te permiten saltar al campo a lucharlo hasta el pitido final. Y eso es lo peor porque te comes el fracaso en vacío, sin el mínimo consuelo de haberlo peleado al máximo. Y encima actúa como una calza que mantiene la puerta abierta y dificulta que des carpetazo al asunto, que se te queda enganchado en bucle en la cabeza.

Las puertas entreabiertas son la hez. Ojalá no os toque sufrir ninguna.

jueves, 29 de febrero de 2024

Consolar, misión imposible

No te rías de las lágrimas de un niño, todos los dolores son iguales. 

Charles Van Lerberghe

 

Dejemos claras las bases, que no quiero meterme en discusiones estériles. 

-Sí, los que vivimos en el primer mundo, no caminamos 10 kilómetros para tener agua potable, no nos bombardean cada 5 minutos y no hemos sufrido violencia en casa somos unos privilegiados. De acuerdo.

 -Aquí cada uno tiene lo suyo y en el primer mundo y en el último todo quisqui lo pasa mal. A cada cual le angustia su realidad, así que todos soportamos más o menos el mismo nivel de sufrimiento subjetivo, sean cuales sean las causas. Vale.

-Consolar a alguien que está hundido no es fácil. Desde luego. 

Dicho lo cual... ¿En serio? ¿De verdad que no se puede hacer un poquiiiiito mejor? ¿Sólo un poquito? 

Parece mentira con la turra que doy por aquí, pero a mi no me gusta mucho soltar mis mierdas en la vida en 3D. Casi siempre es porque siento que no consigo explicarme y las cosas que me contestan (con la mejor voluntad del mundo, por supuesto) no me sirven de casi nada. Y a veces hasta me cabrean. No, ni siquiera eso. Me da pena. 

Me entristece mucho ver que personas que aprecio están a años luz de entender lo que me pasa, como lo vivo, por qué me duele. Me deprime escuchar sus soluciones absurdas, inútiles, no sólo porque no están adaptadas a mi, sino porque ni siquiera se acercan al problema real, del que no han comprendido ni un pijo. 

En serio que es una bajona aguantar que traten de equiparar su malestar al mio como forma de aliviar mi carga. Que sí, que lo hacen de buena fe y que, de nuevo, todos sufrimos en la misma cantidad, cada uno por lo suyo. Pero que en situaciones objetivamente mejores intenten que me sienta menos mal porque ellos también tienen marrones, me hace pensar todo el tiempo en el meme de Mel Gibson y el Cristo ensangrentado. No me ayuda, me enfada, me desespera, me quita las ganas de seguir hablando.


 (Esto, pero aplicado a cualquier situación de la vida)
 
Lo repetiré: consolar es difícil. A menudo el dolor es tan intenso que da igual lo que digas y con frecuencia, simplemente, no hay nada que decir porque cuando la vida te pasa por encima, te pasa. Pero si ese es el caso, por favor, no le metas al otro una chapa de frases hechas, de lugares comunes, de trivialidades. No le propongas alternativas prefabricadas que a mínimo que le conozcas un poco, UN POCO, verías claro que no le van a ser útiles en absoluto. Acompaña. Ofrece apoyo. Muestra cariño. No hacen falta palabras si no las encuentras. Esfuérzate un poco, sé creativo. Hay mil maneras. 



 

martes, 27 de febrero de 2024

¿Está el enemigo? Pues que se ponga

 

¿Cómo se sabe que no es tu guerra? Y si ya has parado, ya has tomado perspectiva y sigues sin saber por donde tirar, ¿qué se hace?

Tengo dudas, debería hacer una llamada tipo Gila para ver si me aclara algo:

-¿Está el enemigo? Pues que se ponga. Yo también quiero parar la guerra un momento. Necesito una tregua como el comer.