lunes, 20 de enero de 2025

Dolor podrido

Me imagino que se junta el hambre con las ganas de comer. Por un lado esta rabia, esta furia por la sensación de estar siendo castigada injustamente. El enfado monumental, la indignación de sentirte timada, estafada, robada. Y luego viene la desesperanza más absoluta.

Porque para sobrevivir al dolor más intenso que has sufrido, tú inventas una historia, un cuento en el que semejante daño tiene sentido. Lo necesitabas para darte cuenta de una carencia y ponerle remedio. Era un ensayo general con suplentes que te iba a preparar para el estreno de verdad. Y gracias a esta explicación consigues seguir adelante.

Pero luego pasan los meses y el estreno no llega. No aparecen las estrellas del reparto y no hay ocasión de poner en escena eso que con tanto sufrimiento tuviste que aprender. Y entonces se te cae el relato que te mantenía en pie y sólo te queda una herida que no cicatriza ni a tiros y un dolor que se ha podrido con el tiempo y se ha ido filtrando hasta el último rincón de tu alma.

Ahora corre por tus venas ácido sulfúrico que está corroyendo tu positividad, tu energía, tu sentido del humor, tus fuerzas, tu fe, tu esperanza. No te queda nada dentro para volver a ponerte en pie. Nada.

viernes, 17 de enero de 2025

Improlocura

Tras varios años alejada de los escenarios (siempre he esperado el momento de poder utilizar e la vida real esta frase típica de artículo de prensa rosa) he vuelto a meterme en una movida teatrera. esta vez un poco distinta a lo habitual, porque es teatro sin texto, es decir que se inventa la escena en tiempo real, tal como se te va ocurriendo. ¿Qué implica esto? Que el nivel de locura siempre presente en cualquier proceso creativo crece exponencialmente.

Esto quiere decir que una vez a la semana yo asisto a charlas de móviles invisibles en un idioma inventado mezcla de alemán y portugués. Que veo a un pianista acudir a un brujo para que le arregle los dedos, que se le han quedado anquilosados en forma de cuernos de tanto tocar. Que presencio una visita al cementerio que acaba con una huida en paracaidas para escapar de los zombies. Que colaboro para inventar una religión nueva porque alguien sin querer ha pisado una hormiga que era la reencarnación de Buda y el budismo se ha acabado. Y todo así, ya os hacéis una idea.

Me alucina darme cuenta de los surrealismos que tenemos todos en la cabeza cuando nos fuerzan a inventar en vivo y en directo. Como nos influye el día que hayamos tenido, nuestros gustos, nuestras fobias, nuestras obsesiones. Como algunos en medio de cualquier surrealismo terminan metiendo siempre humo de tabaco y bendiciones, o mezclando en el bullullu a algún superhéroe o al actor de moda de Hollywood o los que acaban todas sus historias con explosiones o muertos.

Me flipa también ver lo que tengo yo en la mente, ahora que estoy en una de los bloqueos creativos más heavys que he pasado. A pesar de este entumecimiento cerebral, he conseguido convertir piratas en directores de orquesta, denunciar a Llados por piratearme el canal llenándome los comentarios de gente que odia tener fucking panza y acabar en comisaria con Brad Pitt por intentar escapar en tirolina de una montaña rusa averiada.

Miedo me da lo que me queda por delante.

lunes, 13 de enero de 2025

Antipropósitos

¿Ya habéis pensado los propósitos para Año nuevo? A mi se me están haciendo bola. Una mezcla de excesiva conciencia de la limitación del tiempo, falta de motivación y hartazgo de fracaso me mantienen aprisionada en el folio en blanco. Estoy por coger la lista de otros años, escoscarla un poco y proceder a ignorarla, como es tradición. 

Ooooooooooo, podría hacer como el tronchante Benja Serra (@Benjaserra), que es un crak divertidísimo que siempre da en el clavo con sus videos y que ha hecho uno con los objetivos que sí o sí VAS A CUMPLIR. Así evitas todo rastro de culpabilidad.

(No sé insertar el clip porque lo he visto en Twitter. Este es el enlace)

https://x.com/Benjaserra/status/1874911742633136556

Pedir postre, llegar tarde, ignorar mensajes... esta es la clase de propósitos que me siento capaz de conseguir sin problemas. Me gusta especialmente el de poner excusas cuando no quieras hacer algo. En concreto la excusa de que la luna está en cuarto menguante me parece la mejor del mundo, la voy a adoptar para todo.

En finnn... Yo de todas maneras no pierdo la esperanza y me doy de plazo este mes para hacer una lista seria que por lo menos pueda intentar. Y hay una que sí o sí o si o si o si TIENE que estar en ella: una amplia y detallada visita al punto limpio. Tengo muuuuuuuuuuuuchas cosas de todos los tamaños, formas y colores de las que deshacerme y eso que la secuela del complot de los electrodomésticos no ha hecho más que comenzar. Y que hago la vista gorda por pura pereza con varios de los otros nominados a abandonar la casa. De hecho, estoy a un paso de desear que venga otro mierderTsunami que me haga el trabajo sucio (nunca mejor dicho) de pensar los candidatos a la expulsión y me obligue a tirarlo todo sin mirar.

(Por favor, universo,. ERA UNA BROMA, no quiero otro mierderTsunami, ¿eh? ¡¡POR FAVOR!! Que con la rachita que llevo eres muy capaz de tomártelo al pie de la letra y mandarme otra fiesta de los zurullos)

Como estará el tema para que me vea obligada a hacer esta aclaración, ¿eh? Qué triste.

Ale, por la sombra, bombones.

 

viernes, 10 de enero de 2025

La pregunta del millón

 

 
 
Y con esta cuestión clave sobre la que indagaban el otro día en Twitter, nos vamos de cabeza al fin de semana, que falta nos hace.
 
Ale, por la sombra, bombones

lunes, 6 de enero de 2025

El bofetón

Bueno, primera entrada de 2025 y ya voy con seis días de retraso. Un aplauso por favor.

En fin, más vale tarde que nunca. La idea es sustituir la programación depresiva de final de año por un tono más ligerillo, pero como semejante cambio de tercio es mucho cartucho, voy a empezar con algo intermedio. Y breve, por favor, que tenemos todos el buche lleno de las comilonas de estos días y no estamos para turras.

Así que sólo diré que mi deseo para estos primeros meses es que me venga "el bofetón". Este término técnico lo aplico yo a cuando te estás quejando a tope porque algo ha salido fatal y estás cabreadísima e indignada al máximo explicando la injusticia a todo el que quiera escucharte y de pronto, de golpe, ¡ZAS! te pasa algo muy bueno que te echa abajo la narrativa que con tanta vehemencia estabas defendiendo.

Que por un lado te alegras, claro, pero por otro se te queda cara de idiota por lo rápido que han cambiado las tornas. Porque de repente parece que te estabas inventando todo el drama, como cuando llamas al técnico porque el ordenador falla y justo cuando él lo mira funciona todo a las mil maravillas, dejándote a ti como un inútil integral.

Bueno, pues vale, sí, para ti la perra gorda. Inútil, drama queen, exagerada, pupas, lo que quieras, déjame a los pies de los caballos, que quede todo lo mal que tenga que quedar, pero que me venga el bofetón pronto.

Por favor.

martes, 31 de diciembre de 2024

¡¡FELIZ AÑO!!

Bueno, como de costumbre no había calculado bien, me veo en la obligación de hacer una trampita y publicar dos actualizaciones en un día para llegar al objetivo de las 75 entradas antes de 2025. Que no es que vaya a ninguna parte, pero al menos cerrar este 2024 del averno con este micro objetivo cumplido. ¡QUÉ MENOS!

A ver, y así también aprovecho para felicitaros las fiestas, que con tanta rabia y desesperanza vital no había encontrado un hueco. Y para daros las gracias, claro, porque aunque parezca que aquí ya no hay nadie, siempre en los peores momentos y en las actualizaciones más chungas aparece alguien para ofrecer una palabra de aliento. Y se agradece, la verdad.

Así que sólo me queda desearos que despidáis 2024 con la patada en el culo que se merece ese cabrito y que 2025 os traiga todo lo mejor.


¡¡FELIZ AÑO!!

(y gracias)

2025, tronco, ¡¡colabora!!

Ni se me ocurre hacer balance de 2024 porque ha sido un año de mierda (con todas las letras, no se merece ni que le ponga un asterisco) lleno de un dolor intensísimo, una rabia incandescente que casi se me lleva por delante a mi y a todo lo que arrasara en mi camino y una desesperanza inmensa, brutal, penetrante hasta lo más profundo de mi ser. 

Lo he pasado tan mal, TAN MAL, que en mucho momentos he creído de verdad que no iba a superarlo porque no sólo no podía (no tenía más fuerzas), sino que no quería, ya no me merecía la pena, no estaba dispuesta a seguir consintiendo esta tomadura de pelo.

Así que me voy a quedar con eso, con que a pesar de los pesares, sigo aquí, pataleando con todas mis fuerzas para salir a la superficie.  Porque aunque por estos lares no haya hecho más que quejarme, en la vida real he hecho todo lo posible para sanar. TODO. Y aunque estoy lejos de la meta, por lo menos sigo en la carrera, algo que no ha estado nada claro en algunos momentos de 2024.

Ahora necesitaría que el 2025 abra un poco la mano, que colabore con la causa, que reme a favor, que ponga un algo de su parte, porque sólo con la fuerza de mis pataleos vamos a velocidad de tortuga. Y si hay un momento para confiar en la magia de los nuevos comienzos es este.

Si alguien tiene enchufe con el nuevo, no me vendría mal que me echara un cable. Yo de momento, como se me ha acabado la gentileza y la amabilidad, se lo voy a pedir con vehemencia:


¡¡2025, COLABORA, COÑO!!

(por favor)