martes, 26 de diciembre de 2023

Oda a la rutina

 

Los que hemos estado siempre en un lado no podemos evitar preguntarnos cómo sería estar enfrente. ¿Qué sentirán los altos viendo el mundo desde su perspectiva aérea y llegando a todas las baldas de la cocina? ¿Los multimillonarios tienen algún problema o todo lo arregla el dinero? ¿A los que su cuerpo no les pide bollos y chocolate 24/7 sufren menos?

En temas romanticones esto pasa mucho. El que siempre está en relaciones largas y estables envidia al típico follarín de los bosques y el picaflor que lleva años saltando de liana en liana se ha pegado tantas leches y seguramente le han tratado tan mal que solo quiere un poco de paz y tranquilidad.

Y ahí voy yo, a la ausencia de cambio. La rutina tiene muy mala fama en el amor. La monotonía y el aburrimiento matan la chispa, dicen. Pero sin un poco de sosiego, de calma, sin darle un mínimo de tiempo, ¿cómo va nada a consolidarse, a crecer? ¿Cómo va a formarse un vínculo profundo que resista?

Las canciones suelen hablar de los extremos, de cuando nace y la intensidad te hace estallar el corazón y del final, cuando te lo pasa por la picadora para dejártelo hecho puré. Menos cuentan lo del medio, el reposo, la serenidad, la placidez. El descanso de no tener que saltar de liana en liana o esquivar golpes a todas horas. No quiere decir que no los haya, pero es más fácil saber de donde te vienen.

Por eso he puesto la canción de arriba. No es que esta chica sea una poetisa precisamente, pero está enamorada, se le nota y me gusta como dice algunas cosas. Os las dejo por aquí.

"Ya hemos agotado las primeras veces"
"Podría tener un máster sobre tus manías"
"Brindemos por volvernos tan típicos"
"Érase una vez sin final"
"Dicen que el primer beso siempre es el más mágico Pero es más mágico saber que no es el único" 

Me voy unos días de excursión. Por si no nos leemos antes

¡¡FELIZ AÑO!!

domingo, 17 de diciembre de 2023

Sitcomeando por la vida

Yo siempre he creído que la realidad supera a la ficción. Más aún desde 2020 en el que el CoronApocalipsis dio el pistoletazo de salida a una serie de acontecimientos históricos, sucesos surrealistas y situaciones flipantes que nos hicieron sospechar que somos el Netflix de los marcianos. Primero pensábamos que estábamos en una película y luego nos dimos cuenta de que era más bien una serie. En la primera temporada empezamos fuerte con el bichillo del demonio. La segunda mantuvo el nivel con filomenas y asaltos al capitolio varios y cuando parecía que la trama empezaba a flojear la tercera reflotó con volcanes y movidas naturales tochas. Un no parar.

Después de tantas emociones la cosa siguió intensa, aunque menos llamativa. Aún así pasan cosas días sí y día también que hacen mirar alrededor buscando la cámara oculta, porque parece imposible que eso pase en la vida real, que no sea fruto de la imaginación de un guionista o escritor. ¿Un ejemplo reciente? Ladridos en el Parlamento europeo jusssssssto cuando interviene "Perro Sánchez".


Que piensas, a ver si nuestra serie ha dejado de funcionar como historia de aventuras y hemos virado a una sitcom tipo The Office, pero sin tanto mirar a cámara.

A estas alturas del partido y tal y como está la cosa, no me extrañaría ni un poco...

domingo, 10 de diciembre de 2023

Puente casi peliculero

Estos días he estado de puente. Tenía pensado programar una entrada para no dejar esto abandonado tanto tiempo y para intentar, al menos, acercarme a la mitad de la meta de actualizaciones anuales que me había propuesto. Por lo visto, mi inutilidad tecnológica va a hacer imposible ambas cosas. Corramos un ESTÚPIDO velo.

Total, que he estado de puente en un pueblito típico de montaña con la estampa más típicamente invernal de película cutre navideña de sobremesa que os podáis imaginar. Y no lo digo en plan mal, ¿eh? Qué va. De hecho, me hacía ilusión. Hasta me había comprado un outfit al efecto. Y allí que me fui, con mi gorro de lana y bufanda rosa fosforito, mis botas con forro de borreguillo y mis 3500 jerséis gordos, al más puro estilo de Cameron Diaz en The Holiday.

Si no sois nuevos en este blog, ya supondréis que las semejanzas con cualquier trama de película romántica navideña se acaban aquí. Este finde no he conocido a ningún atractivo veterinario viudo con una hija encantadora, ni he renunciado a ningún ascenso en mi carrera para reencontrarme con la felicidad de la vida sencilla, ni he vuelto a conectar con mi amor del instituto que ahora es bombero voluntario y el alcalde de pueblo más comprometido con sus vecinos del mundo. 

Nieve ha habido (un poco). Y chocolate caliente con nubecillas (bastante más). Y aparte de eso sólo puedo enumerar algunos de los descubrimientos de estos días, que ningún guionista querría incluir en su christmas film ni de coña, supongo.

-Si te pones mala y no tienes drogas legales que te alivien, prueba con panettone de Lacasitos. Mano de santo. Baja la fiebre, quita la tos y hace desaparecer el dolor de garganta por arte de magia. No se como no lo ponen  en el vade mecum porque mucho más efectivo que el paracetamol y el ibuprofeno y sin tantos efectos secundarios.

-La nieve resbala. El barro resbala más. Si tienes pensado empezar tu carrera de patinaje artístico, mejor hazlo con protecciones y en pista de entrenamiento. Para los demás escenarios, busca un calzado que agarre bien en el suelo.

-Maleta pequeña + ropa de invierno que ocupa mucho espacio= pocos outfits disponibles. Ensuciarlos todos el primer día te lleva a parecer una pordiosera el resto del viaje y a anular tus posibilidades de emular a cualquier prota de historia navideña.

-Creer que el incontrolable estilismo capilar deja de ser un problema cuando se lleva gorro es de una ingenuidad muy tierna que cae por su propio peso cuando entras a cualquier sitio con calefacción y te lo quitas. Pensar dos veces esta cuestión habría ahorrado alguna que otra situación incómoda. Y mirarse en el espejo también. Pero no le pidamos peras al olmo, claro.

Ya que todo parece indicar que no he comenzado este puente una meteórica carrera en la pantalla grande (ni en la pequeña de las pelis de sobremesa) mañana no me queda otra que ir a currar, así que os deseo una buena semana. Que la fuerza os acompañe en la vuelta al cole. Y por la sombra, bombones.