jueves, 30 de noviembre de 2023

Una entrada me manda hacer Violante

"Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho"

Me pasa como al buen amigo Lope, que tengo que escribir aquí, TENGO QUE ESCRIBIR, y no tengo ni repajolera idea de sobre qué. Y por enésima vez iba a hacer lo que él, hablar sobre el proceso, sobre las dificultades, sobre las falta de inspiración, sobre la desesperación del folio en blanco. Y entonces he pensado, ¿para qué si siempre hay alguien que ya lo ha hecho antes y, desde luego en el caso de Lope, mejor?

Así que eso, hoy le cedo la pluma a los que saben del tema tanto como el mismísimo Fénix de los ingenios.


Buen finde y por la sombra, bombones.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Agujerofobia

 "El amor no termina, aunque una historia sí lo haga. De eso se trata: no de esquivar esos agujeros, sino de saber dónde se encuentran y seguir tu camino sin miedo a caer en ellos, es decir, aprender a vivir con los finales sin renunciar a otros principios". 

 

"Días sin ti", Elvira Sastre

 

Hace mucho mucho tiempo, en un país muy muy lejano, trataba de sobrevivir al sufrimiento una superheroína herida en lo más profundo de su corazón. Soportando el despiadado azote de una angustia huracanada y levantando las manos al cielo como una Scarlett O' Hara del reino de las hadas, aquella superheroína a Dios puso por testigo que nunca más volvería a ilusionarse, a creer en el amor, a participar en esa peligrosa gymkana al más puro estilo Humor Amarillo que son las relaciones románticas. No se veía capaz de levantarse de nuevo si volvían a derribarla y se retiró de la competición. Sin más.

Después pasaron los años, el huracán de las tristeza fue amainando y el miedo al dolor bajó de intensidad. La superheroína nunca se planteó volver a jugar, pero sin darse cuenta dejó de alejarse de las canchas deportivas, de evitar los eventos lúdicos, de esquivar los riesgos. Y la vida, que da muchas vueltas y es muy sabia, volvió a meterla en el combate. De repente y sin preguntar.

Y en medio del partido, sin plan ni entrenamiento previo, la superheroína sólo puede pensar en cuál será el siguiente golpe que la alcance y de donde vendrá. Si la bola gigante la tirará al agua o las cuchillas giratorias le afeitarán el flequillo o se le hundirá la pierna en arenas movedizas. No es capaz de levantar la vista y disfrutar del paisaje, necesita vigilar el suelo para tratar de evitar tropiezos.

Y es que, al final, todo se reduce a la gran pregunta:

 

¿Cómo se pierde el miedo a los agujeros?


domingo, 19 de noviembre de 2023

El asco padre

Me tropecé el otro día con un video de Gloria Fuertes de hace tropecientos años y gracias a esta señora polivalente y talentosa ya tengo mi nueva frase favorita: Esto es el ascopadre




Una palabra que retrata y resume a la perfección la avalancha de sentimientos negativos que me producen muchas de las cosas que pasan de un tiempo a esta parte. En el mundo, en España y en mi vida en general hay un montooooon del temas que son EL ASCO PADRE. No son sólo malas o muy malas, o desesperantes, o injustas o persistentes o desgastantes o drenantes. NO. Son, simple y llanamente, EL ASCO PADRE.

No me voy a poner a hacer una lista porque sólo tenéis que abrir un periódico o ver un informativo para que desfilen ante vuestros ojos los enormes carteles de neón que marcan los asuntos inscritos en esta categoría. Cosas que en algún momento, quizá hace no tanto, te dieron rabia o miedo o te angustiaron o provocaron que te murieras de preocupación. Todo eso, macerado con la persistencia en el tiempo, la manipulación interesada y la falta de esperanza en una próxima resolución, convierte esos sentimientos o la mezcla de ellos en el ASCO PADRE, una sensación más allá de la repulsión, flanqueada por la desesperación y el tedio.

Así que oyes las noticias y piensas, ¡qué asco padre todo! Y miras el calendario, ves que mañana es lunes y repetid todos conmigo...

¡¡MENUDO ASCO PADRE!!

jueves, 16 de noviembre de 2023

Si me queréis, ¡¡irse!!

El tema que me lleva de cabeza en los últimos años es la falta de tiempo. Que nunca es que me hayan cundido a mi mucho los días, bien es verdad, pero es que desde el coronaApocalipsis no consigo hacer nada de nada de lo que me gustaría. Este es un fenómeno, que como dirían los pijos, tiene causas multifactoriales, es cierto, pero desde luego una de las que más pesa es el horario de mi curro actual. En este momento soy de las afortunadas que disfrutan de una jornada partida extra maxi super delux, de esas que están tan rematadamente mal distribuidas que sales de casa a las 6 de la mañana y vuelves a las 10 de la noche. Una verdadera maravilla tan estupenda como suena.

A duras penas logro meter en los huecos inservibles que este infierno-horario tiene en medio mis tareas diarias, como para conseguir encajar hobbies, vida personal y asueto. Por dar datos concretos y seguir con el vocabulario técnico-pijo: mi tasa de éxito en este objetivo está entre el el 0 y el 0,2 %. El horror, vaya.

No tener tiempo para NADA me DESESPERA, así que intento hacer alguno de mis pendientes en los ratos muertos de mi curro y esto, lejos de paliar mi desesperación, la multiplica por mil porque es que NO HAY MANERA, macho, de verdad. No hay forma humana de que me dejen tranquila. No pasan cinco segundos sin que venga alguien a darme la turra con algo. Qué barbaridad, en serio, no había visto cosa igual en los días de mi vida.

No me entendáis mal, no me quejo del bombardeo de tareas laborales, que para algo me pagan, sino del asedio continuo e inmisericorde con movidas que no son mi trabajo y que no me interesan un mierdo. Conversaciones banales, desahogos, muchas opiniones y sesudos estudios científicos caseros sobre el clima, muchísimos intentos de endosarme marrones que no son de mi negociado... Miles y miles de chapas que me como contra mi voluntad a todas horas y que no me dan dos minutos seguidos de margen para hacer nada. Aunque sólo sea disfrutar del silencio.

No os confundáis, soy una persona sociable, me gusta hablar por hablar, comentar nimiedades, alternar. Pero todos tenemos un límite. Por cargadas hasta los topes que lleve las baterías de amabilidad y buen rollismo, no hay quien aguante ese embate continuo, ese asalto permanente, ese ataque masivo ininterrumpido que no respeta ni siquiera las pausas humanitarias. El incesante diluvio de intrusiones va a acabar conmigo. Por favor, por piedad, POR COMPASIÓN, ¡¡dejadme en PAZ!! ¡¡SI ME QUERÉIS, IRSE!!


Cuando SpeedyMum me pregunta que tal ha ido de curro del día, mi respuesta suele ser: Pues no ha habido muertos porque en el supermercado no venden rifles. Pero estoy serena y sosegada, ¿eh? No os preocupéis.

lunes, 13 de noviembre de 2023

¡Revolución!

No sé bien cuál es el nuevo objetivo de mi síndrome premenstrual. Porque antes estaba claro que intentaba con todas sus fuerzas que me cortara las venas, en venganza por el desperdicio de varias décadas de óvulos, supongo. Me imagino a mis hormonas indignadas pero serenas, circunspectas, distribuidas ordenadamente como el jurado de "12 hombres sin piedad". Y la portavoz leyendo el veredicto:

-"Por tanto, en vista de la ineficacia reproductiva de la hospedadora a causa de la cual se han perdido cientos de proyectos de cigotos y bebés en potencia, condenamos a la acusada a la pena capital. Y como no se merece ni el gasto en un verdugo que la ejecute, disponemos que ella misma acabe con su vida por el método que prefiera. Así nadie podrá acusar a este tribunal de ensañamiento ni falta de misericordia".

Luego el plan no les ha salido del todo bien, porque mes tras mes me resisto a cumplir la pena, los ánimos se han debido de ir caldeando -supongo- y han decidido endurecer mi castigo. Ahora no quieren que me mate yo, eso sería demasiado clemente pata mí. Ahora su plan es que me cargue a otro, me metan en la cárcel y acabe mis días triste, encerrada y sola, maldiciendo mi trágico final. De hecho, me imagino a mis hormonas anegadas por la rabia, fuera de sí, prácticamente al borde del delirio apretando como locas las tuercas de mi ánimo y de mi mente, mientras tratan de liberar a mi monstruo de los ojos rojos. Y la líder de estas pedazo de cabronas arengándolas con un megáfono:

-"Compañeras, apretad, esta perra capitalista nos ha tenido esclavizadas durante años planificando periodos menstruales que no se han utilizado nunca para nada. Si los hubiéramos gestionado nosotras, la pirámide de población de España se habría invertido gracias a los miniSpeedys que habría salido del aparato reproductor de la hospedadora. Abajo capitalistas explotadoras, el útero para quien lo trabaja".

Así que aquí estoy, usando hasta el último miligramo de fuerza de voluntad de mi cuerpo para no cometer asesinato, mientras pienso que es lunes otra vez (¡¡OTRA VEZ!!) y que ésta es la definición perfecta de mi estado de ánimo.



¿Vosotros qué tal?

domingo, 5 de noviembre de 2023

Trolas meteorológicas

 


Este es mi problema, que veo el mundo como soy yo. Y, aunque intento recordar que no es así, pienso que toda la peña va a actuar como yo lo haría. Por eso me creo que nadie va a pegarle una paliza a alguien indefenso, ni va a agredir de ninguna manera a un niño. Que la gente no va a poner zancadillas para medrar, ni a decir una cosa y a hacer otra, ni a arrimarse al sol que más calienta. Me parece imposible que alguien mienta para no dar la cara, para conseguir lo que quiere o porque, simplemente, le es más cómodo así.

No hagáis eso, no metáis bolas. Somos muchos los que nos tragamos que llueve si decís que está lloviendo. Sed valientes, echadle un par y decid la verdad. Es lo mínimo que todos nos merecemos.