Divide y vencerás. Eso dicen. Y yo miro como está el patio de la realidad económica y política de España y pienso... ¡cuánta razón!
Porque veo a la gente desesperada, aterrorizada ante la negrura del futuro, luchando por sobrevivir y, sin embargo, gastando sus energías en arrancarse la cabeza unos a otros buscando culpables de su desgracia. Unos justifican cualquier medida mentando la tan socorrida herencia recibida. Otros creen a pies juntillas que en los últimos 10 minutos se ha podido generar el inmensísimo agujero económico que atraviesa España de cabo a rabo. Y mientras tanto los culpables de verdad, los que realmente sacan tajada de todo y de todos, los que nos manejan como marionetas, ríen en la sombra, disfrutando del espectáculo como si fuera el circo de los antiguos romanos. Esperan a que nos despedacemos para repartirse nuestros despojos, porque ya se han quedado con todo lo nuestro, pero siempre quieren más. No perdonarán ni nuestros restos.
Sufrimos y buscamos culpables de nuestro sufrimiento. Es normal. Como los verdaderos causantes tienen el superpoder de la invisibilidad, buscamos chivos expiatorios que sí podamos ver. Alguien en quien descargar nuestra ira infinita. Y para que en nuestra historia haya villanos infames tiene que haber héroes intachables, perfectos, porque la vida es así, un contraste de contrarios, el ying y el yang. Y de esta forma entramos en la peligrosísima dinámica de justificar o censurar todo, sea lo que sea, dependiendo del bando del que proceda. Si lo aprueban los nuestros es bueno. Si lo proponen los contrarios es malo. Y ya. Sin matices, sin reflexión. Qué miedo.
Me da terror ver la cantidad de gente que, bloqueda por el miedo, por la ira, por la crispación, ha dejado de pensar por sí misma. Que no son capaces de ver que determinadas cosas, las diga quien las diga o las haga quien las haga, están mal. O, al menos, son absurdas. Y que deberían modificarse.
-Que un señor (y mucho más sin son varios) tenga un sueldo para toda la vida, que no le ha tocado en las etiquetas de Nescafé sino que se lo lleva por haber ocupado durante un tiempo un alto cargo del Estado, es un sinsentido. Por desempeñar esa función ya cobró en su día un altísimo salario, de acuerdo con sus inmensas responsabilidades. Una vez que ya no las tiene, se acabó el chollo. ¿A vosotros os pagan después de dejar un curro? No, ¿verdad? ¿Y por qué a ellos sí? Y lo más importante, ¿por qué no se cambia esa norma?
-Que los sindicatos estén financiados por el gobierno es otro sinsentido como una casa, porque nadie puede morder la mano que le da de comer y luego las manifestaciones, las huelgas y las protestas no llegan cuando tienen que llegar según el color del que sea La Moncloa. No os fiaríais de una policía a la que le pagaran el sueldo los ladrones, ¿verdad? Pues eso.
-Que un presidente del Tribunal Constitucional cobre una pedazo de indemnización por DIMITIR en medio de serias sospechas de corrupción es el colmo. Que ya no me meto en si son verdad o no las acusaciones, que eso la justicia decidirá. Lo único que sé es que si a mí me echan de un curro porque ha habido el bullullu que sea (y alegan falta grave para el despido) yo no veo ni un duro. Dívar no tiene la vergüenza torera de NO pedir la indemnización (del 80% de su salario durante dos años, ¡ahí es nada!) y dicen que es ilegal no dársela. Bien, pues es OBVIO que hay que cambiar esa ley, porque es absurda.
-Que venga un iluminado de la vida, decida liberalizar el suelo y dé pie a la burbuja inmobiliaria que mucho ha tenido que ver en el desastre económico en el que estamos metidos, pues es un horror. Pero que después venga otra panda de listos, de otro color, que se supone que no están de acuerdo en esa norma y que no sólo no la cambien, sino que permitan y fomenten los desmanes de esa ley durante OCHO LARGOS años, es también la repanocha. Y lo que es ya de bofetón es que ahora se hagan lo sorprendidos y afirmen sin sonrojo que no han tenido nada que ver con el agujero negro que nos está absorbiendo, que todo es culpa del Gobierno actual. Que a ver, que los de ahora se están "luciendo", está claro, pero que ese agujerón no se ha generado en 10 minutos... Sería de agradecer que no nos tomaran por imbéciles, vamos, si no es mucho pedir.
-Que le pregunten al exgobernador del Banco de España por el mayor agujero financiero de la historia española y que tenga la cara de decir que no tiene ninguna responsabilidad es ya para echarse a llorar. Me da igual las bolas que te hayan colado los del Bankia y demás colegas en los balances. Tu inmenso sueldo te lo dan porque eres responsable de controlar. ¿No controlas? A la calle. Y si se demuestra que has contribuido a la ruina total de un país, a la cárcel. Y de regalo un millón de collejas por no tener los bemoles de admitir tus errores.
-Si un señor roba a manos llenas, lo lógico es no votarle más. Si sale elegido de nuevo... es que tenemos lo que nos merecemos. Y eso sí que me da TE-RROR
Perdón por la chapa, pero o lo decía o reventaba.
lunes, 30 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
A mi bola
¿Qué año es? ¿En qué país estamos? ¿Cómo me llamo? ¿Contadora de cosas? Yo no conozco a ninguna contadora de cosas...
Así estoy, en ese plan, 20 horas después de que se terminara oficialmente mi segunda tanda de vacaciones. Si los días libres son para desconectar, puedo afirmar sin temor a equivocarme que yo he tenido unas VACACIONES en mayúsculas y en el más estricto sentido de la palabra. He estado tan a mi bola que ni siquiera me he dado cuenta de que se había acabado el relax. De repente, esta mañana, he caido en que tenía que volver al curro. Y claro, no estaba en condiciones ni por el forro.
Hice la maleta ayer en el último minuto y metí todo a barullo. La mitad de mis cosas me las olvidé en mi destino de vacaciones y la otra mitad la eché a la lavadora porque no tenía nada que ponerme al día siguiente. Cuando he abierto el ojo esta mañana, me ha dado el pálpito de que se me había pasado algo y efectivamente: allí seguía toda la ropa mojada y arrugadísima que no tendí ayer porque me quedé roque en el sofá.
Así que me he puesto unos vaqueros cortos del año catapún (que no pegan nada para salir en Speedytown pero que era lo único limpio y seco que he encontrado en mi armario) y cuando salía ya para el curro me he dado cuenta de que no tenía bicicleta para llegar hasta allí. ¿Mi bici? ¿Dónde está? ¿Han entrado a robar en mi casa, me han perdonado la tele, la minicadena y el ordenador, pero se han llevado una bici cutre salchichera de hace 10 años? No sé si ha entrado en mi piso el más espabilado de los amigos de lo ajeno...
Total, que luego en el bus le he estado dando vueltas y me ha venido la iluminación: ¿No pasé yo por casa de los Speedypadres antes de salir de vacaciones? ¿No me dejaría allí la bici? Y efectivamente, ¿qué me he encontrado en la habitación pequeña de casapadres? ¡Pues eso!
El caso es que he llegado al curro y he tenido que llamar al timbre porque, por supuesto, no tengo ni la más remota idea del bolso en el que dejé las llaves. Subiendo las escaleras pensaba que no me acordaba ni por el forro del nombre de los becarios que empezaron dos días antes de que yo me fuera de vacaciones y al abrir la puerta me he dado cuenta de que ni siquiera recordaba su número: pensaba que eran dos y resulta que había tres. O eso, o se han reproducido por esporas...
De las contraseñas ni hablamos, claro. El ordenador del trabajo lo he bloqueado al agotar mis tres intentos. Por suerte, con la del blog me ha ido mejor. Igual tendría que replantearme mi escala de prioridades...
Así estoy, en ese plan, 20 horas después de que se terminara oficialmente mi segunda tanda de vacaciones. Si los días libres son para desconectar, puedo afirmar sin temor a equivocarme que yo he tenido unas VACACIONES en mayúsculas y en el más estricto sentido de la palabra. He estado tan a mi bola que ni siquiera me he dado cuenta de que se había acabado el relax. De repente, esta mañana, he caido en que tenía que volver al curro. Y claro, no estaba en condiciones ni por el forro.
Hice la maleta ayer en el último minuto y metí todo a barullo. La mitad de mis cosas me las olvidé en mi destino de vacaciones y la otra mitad la eché a la lavadora porque no tenía nada que ponerme al día siguiente. Cuando he abierto el ojo esta mañana, me ha dado el pálpito de que se me había pasado algo y efectivamente: allí seguía toda la ropa mojada y arrugadísima que no tendí ayer porque me quedé roque en el sofá.
Así que me he puesto unos vaqueros cortos del año catapún (que no pegan nada para salir en Speedytown pero que era lo único limpio y seco que he encontrado en mi armario) y cuando salía ya para el curro me he dado cuenta de que no tenía bicicleta para llegar hasta allí. ¿Mi bici? ¿Dónde está? ¿Han entrado a robar en mi casa, me han perdonado la tele, la minicadena y el ordenador, pero se han llevado una bici cutre salchichera de hace 10 años? No sé si ha entrado en mi piso el más espabilado de los amigos de lo ajeno...
Total, que luego en el bus le he estado dando vueltas y me ha venido la iluminación: ¿No pasé yo por casa de los Speedypadres antes de salir de vacaciones? ¿No me dejaría allí la bici? Y efectivamente, ¿qué me he encontrado en la habitación pequeña de casapadres? ¡Pues eso!
El caso es que he llegado al curro y he tenido que llamar al timbre porque, por supuesto, no tengo ni la más remota idea del bolso en el que dejé las llaves. Subiendo las escaleras pensaba que no me acordaba ni por el forro del nombre de los becarios que empezaron dos días antes de que yo me fuera de vacaciones y al abrir la puerta me he dado cuenta de que ni siquiera recordaba su número: pensaba que eran dos y resulta que había tres. O eso, o se han reproducido por esporas...
De las contraseñas ni hablamos, claro. El ordenador del trabajo lo he bloqueado al agotar mis tres intentos. Por suerte, con la del blog me ha ido mejor. Igual tendría que replantearme mi escala de prioridades...
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qué vida más dura
jueves, 19 de julio de 2012
El movil, los medios y la oportunidad
Para que un tribunal te condene por matar alguien debe quedar demostrado que tuviste un móvil para cometer el crimen, los medios necesarios y la oportunidad de hacerlo. Y estaba pensando que en el ligoteo pasa un poco igual, que te hace falta todo eso para rematar la faena. Porque hay mucho listo/a por ahí que va presumiendo de lo bien que se le da conquistar corazones (u otros miembros de la anatomía del objeto de ligoteo) y explica su éxito exclusivamente por su habilidad en estas artes y bueno... A todos ellos tengo algo que decirles:
¡¡¡TURURÚ!!!
Para empezar en este tema es fundamental algo que no depende en absoluto del S.L (Sujeto Ligón) : encontrarse con un nivel medio alto de receptividad por el O. L (Objeto del Ligoteo) Que no es lo mismo levantarse a un tío al que le acaba de poner su novia los cuernos y busca un polvo de venganza a toda costa, que triscarse a la típica romanticona que ha decidido esperar por siempre jamás al amor de su vida, que en este momento está de viaje de trabajo en Burgos.
A partir de ahí, partiendo del ambiente y de la reciprocidad, empieza el trabajo personal, la habilidad. Todo cuenta: el ingenio, la amabilidad, la facilidad de hilar una conversación interesante, la inteligencia... Todo es importante, pero NO es, en absoluto, lo único que importa. Se necesitan, además, las circunstancias concurrentes que os decía en el primer párrafo:
-Un móvil, una razón, un interés especial. Ligar por deporte, con quien sea, está bien, es divertido, pero poco eficiente. La efectividad aumenta proporcionalmente a lo que le guste al ligón el objeto de ligoteo (siempre que los nervios no jueguen malas pasadas, claro) Pero, queridos lectores, no siempre hay "objetivos interesantes" a la vista y eso... eso no depende de nadie.
-Los medios. Tampoco dependen de Sujeto Ligón las condiciones con las que viene al mundo. Quiero decir, que está claro que los buenorros lo tienen más fácil para ligotear, pero ser alto o lucir una delantera de impresión no es mérito del que viene así de fábrica. Como tampoco lo es saber mirar de una manera irresistible o moverse de una forma atractiva. Eso se tiene o no se tiene y en caso de tenerlo ayuda a ligar, pero nadie puede apuntarse ese tanto.
-La oportunidad. Otro tema esencial incontrolable. Ya puedes ser guapérrimo de la muerte, listo y simpático a rabiar y utilizar todo tu ingenio para ligar con una chica que te encanta, que como las circunstancias no te ayuden un poco, vas listo. Si no tienes manera de coincidir en los mismos ambientes, o sus amigas no la dejan sola ni a tiros o le sale un trabajo en otra ciudad a mitad de "vuestras negociaciones", el tema se complica, por muy hábil que seas como ligón.
Si tienes el móvil, los medios y la oportunidad vas por buen camino de ligue. Siempre que no surja por ahí una duda razonable, claro...
¡¡¡TURURÚ!!!
Para empezar en este tema es fundamental algo que no depende en absoluto del S.L (Sujeto Ligón) : encontrarse con un nivel medio alto de receptividad por el O. L (Objeto del Ligoteo) Que no es lo mismo levantarse a un tío al que le acaba de poner su novia los cuernos y busca un polvo de venganza a toda costa, que triscarse a la típica romanticona que ha decidido esperar por siempre jamás al amor de su vida, que en este momento está de viaje de trabajo en Burgos.
A partir de ahí, partiendo del ambiente y de la reciprocidad, empieza el trabajo personal, la habilidad. Todo cuenta: el ingenio, la amabilidad, la facilidad de hilar una conversación interesante, la inteligencia... Todo es importante, pero NO es, en absoluto, lo único que importa. Se necesitan, además, las circunstancias concurrentes que os decía en el primer párrafo:
-Un móvil, una razón, un interés especial. Ligar por deporte, con quien sea, está bien, es divertido, pero poco eficiente. La efectividad aumenta proporcionalmente a lo que le guste al ligón el objeto de ligoteo (siempre que los nervios no jueguen malas pasadas, claro) Pero, queridos lectores, no siempre hay "objetivos interesantes" a la vista y eso... eso no depende de nadie.
-Los medios. Tampoco dependen de Sujeto Ligón las condiciones con las que viene al mundo. Quiero decir, que está claro que los buenorros lo tienen más fácil para ligotear, pero ser alto o lucir una delantera de impresión no es mérito del que viene así de fábrica. Como tampoco lo es saber mirar de una manera irresistible o moverse de una forma atractiva. Eso se tiene o no se tiene y en caso de tenerlo ayuda a ligar, pero nadie puede apuntarse ese tanto.
-La oportunidad. Otro tema esencial incontrolable. Ya puedes ser guapérrimo de la muerte, listo y simpático a rabiar y utilizar todo tu ingenio para ligar con una chica que te encanta, que como las circunstancias no te ayuden un poco, vas listo. Si no tienes manera de coincidir en los mismos ambientes, o sus amigas no la dejan sola ni a tiros o le sale un trabajo en otra ciudad a mitad de "vuestras negociaciones", el tema se complica, por muy hábil que seas como ligón.
Si tienes el móvil, los medios y la oportunidad vas por buen camino de ligue. Siempre que no surja por ahí una duda razonable, claro...
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martes, 17 de julio de 2012
Primeras conclusiones crucerísticas
¡¡¡¡Saludos grumetes!!!!
¿Qué tal han ido estos días por las procelosas aguas de la blogoesfera? ¿Mar en calma y navegación tranquila? Espero que por lo menos algo más relajada que la vida en 3D, porque después de mi desconexión completa del mundo real, al volver me he encontrado una liada de tal calibre, que aún no he podido leer un periódico completo. Miro un par de páginas y tengo que cerrarlo, para ir asimilando las malas noticias poco a poco. Me voy de vacaciones unos diillas y mira la que se forma... ¡Si es que no se os puede dejar solos!
Mi aventura marinera bien, gracias. Pero como todo lo bueno se acaba, después de que cortaran las cadenas con las que me había atado al barco y al animador buenorro morenazo, me resigné dignamente a volver a tierra y a la cruda realidad. Es lo que tenemos las personas maduras, que sabemos aceptar serenamente los cambios, pero no me lo recordéis mucho, que aún me dan ataques de llanto incontrolado.
Total que bien, el crucero ha ido bien, para que os voy a engañar. Ya irán saliendo cosillas por aquí, supongo. Estas son, por ejemplo, las primeras conclusiones crucerísticas:
-El ser humano es capaz de beber su propio peso en mojitos, en menos de dos horas, repanchingado en su tumbona y levantándose sólo para bailar la conga de vez en cuando.
-Dormir es una necesidad fisiológica secundaria de la que se puede prescindir si hay que reírse, bailotear y ligar hasta altas horas de la madrugada y luego levantarse al punto de la mañana para hacer una excursión.
-En las condiciones del apartado anterior, cualquier sitio es bueno para echar una tan corta como reparadora cabezadita: el punto de encuentro de las excursiones, el bus que te lleva a la ciudad en la que vas a hacer turismo, las únicas escaleras a la sombra que hay en la Plaza de España de Roma, la entrada del yacimiento arqueológico de Pompeya... donde sea.
-Un morenazo buenorro que sabe moverse parece aún más estupendo tras unos cuantos bailes. Tanto, que después de ser su pareja de salsa, no puedes evitar decirle: ¿A tí te envuelven para regalo? Porque ya sé lo que quiero llevarme de recuerdo del crucero...
-Nunca se han comido suficientes patatas fritas, hamburguesas y bombas calóricas en general. Cuando parezca que ya no se puede ingerir ni una más, algún iluminado pasará por el buffet grill, traerá algún plato de algo y picarás. Es irremediable.
-Por mal que bailes el tango y la bachata siempre hay alguien que lo baila peor que tú. SIEM-PRE.
-A lo bueno se acostumbra uno enseguida, así que cuando vuelves a tierra no alcanzas a comprender por qué los camareros pretenden que les pagues las copas y por qué las camas han perdido, de repente, la capacidad de autohacerse solas. Inexplicable.
Y lo dejo aquí, que ver tierra por todas partes me está dando unas ganas de llorar...
¿Qué tal han ido estos días por las procelosas aguas de la blogoesfera? ¿Mar en calma y navegación tranquila? Espero que por lo menos algo más relajada que la vida en 3D, porque después de mi desconexión completa del mundo real, al volver me he encontrado una liada de tal calibre, que aún no he podido leer un periódico completo. Miro un par de páginas y tengo que cerrarlo, para ir asimilando las malas noticias poco a poco. Me voy de vacaciones unos diillas y mira la que se forma... ¡Si es que no se os puede dejar solos!
Mi aventura marinera bien, gracias. Pero como todo lo bueno se acaba, después de que cortaran las cadenas con las que me había atado al barco y al animador buenorro morenazo, me resigné dignamente a volver a tierra y a la cruda realidad. Es lo que tenemos las personas maduras, que sabemos aceptar serenamente los cambios, pero no me lo recordéis mucho, que aún me dan ataques de llanto incontrolado.
Total que bien, el crucero ha ido bien, para que os voy a engañar. Ya irán saliendo cosillas por aquí, supongo. Estas son, por ejemplo, las primeras conclusiones crucerísticas:
-El ser humano es capaz de beber su propio peso en mojitos, en menos de dos horas, repanchingado en su tumbona y levantándose sólo para bailar la conga de vez en cuando.
-Dormir es una necesidad fisiológica secundaria de la que se puede prescindir si hay que reírse, bailotear y ligar hasta altas horas de la madrugada y luego levantarse al punto de la mañana para hacer una excursión.
-En las condiciones del apartado anterior, cualquier sitio es bueno para echar una tan corta como reparadora cabezadita: el punto de encuentro de las excursiones, el bus que te lleva a la ciudad en la que vas a hacer turismo, las únicas escaleras a la sombra que hay en la Plaza de España de Roma, la entrada del yacimiento arqueológico de Pompeya... donde sea.
-Un morenazo buenorro que sabe moverse parece aún más estupendo tras unos cuantos bailes. Tanto, que después de ser su pareja de salsa, no puedes evitar decirle: ¿A tí te envuelven para regalo? Porque ya sé lo que quiero llevarme de recuerdo del crucero...
-Nunca se han comido suficientes patatas fritas, hamburguesas y bombas calóricas en general. Cuando parezca que ya no se puede ingerir ni una más, algún iluminado pasará por el buffet grill, traerá algún plato de algo y picarás. Es irremediable.
-Por mal que bailes el tango y la bachata siempre hay alguien que lo baila peor que tú. SIEM-PRE.
-A lo bueno se acostumbra uno enseguida, así que cuando vuelves a tierra no alcanzas a comprender por qué los camareros pretenden que les pagues las copas y por qué las camas han perdido, de repente, la capacidad de autohacerse solas. Inexplicable.
Y lo dejo aquí, que ver tierra por todas partes me está dando unas ganas de llorar...
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miércoles, 4 de julio de 2012
Caos pre-vacaciones
No quiero suscitar envidias innecesarias ni malos rollos, pero os vais a enterar de todas maneras y más vale que lo sepáis por mí: en breve me voy de vacaciones. Pero vamos, en brevísimo. Me quedan poco más de 40 horas. ¡Qué ganas por-fa-vor!
Me haría la misteriosa sobre mi destino de vacaciones, pero no serviría de mucho teniendo en cuenta que es muy probable que próximamente me veáis en el periódico. A mí y a toda la Speedyfamily, porque es con ellos, con la plana al completo, con los que me voy de vacaciones. ¡¡SIETE DÍAS!! A un recinto cerrado rodeado de agua. Miedo me da. La vamos a liar parda.
Porque a veeeeeer, que yo a mi familia la quiero, todos son guays. Pero vosotros ya me vais conociendo a mi, que soy un completo desastre y pelín exagerada, ¿no? Pues los miembros de la Speedyfamily son esto mismo elevado a la enésima potencia, multiplicado por infinito y llevado hasta el final de la eternidad. Y todos juntos somos la bomba, pero en sentido literal. Un cocktail explosivo. Y ya me lo estoy viendo.
Para empezar, todo el barco se va a enterar de que tenemos superpoderes, más que nada porque la discreción en grupo no es nuestro punto fuerte. Speedydad va a perder todas las veces posibles la maleta, las llaves del camarote, sus gafas, la cámara de fotos... y la cabeza no, pero porque la tiene pegada a los hombros. Speedymum va a someter cada plan, cada excursión, cada salida y cada comida a votación, para que luego se haga lo que dice ella, por supuesto. Pero vamos, que estoy por llevarme una urna para meter las papeletas de los comicios varios, no os digo más.
El marido de SpeedysisterPeque, que es relativamente nuevo en la familia y aún no está acostumbrando del todo a como nos las gastamos, flipará con todas las situaciones absurdas que va a presenciar e irá toda la semana con pies de plomo, no se vaya a ver metido en alguno de los bullullus sin comerlo ni beberlo. Y SpeedysisterPeque repartirá su tiempo entre empezar debates que terminarán en discusiones (como si lo viera) y extender rumorazos sobre mis supuestos (e inventadísimos, of course) ligues: si le pregunto a un chico donde está el comedor ya será mi fiche. Como haya un pobre chavalillo que tenga el camarote en mi mismo pasillo, lo va a convertir en mi novio oficial de las vacaciones. Y lo peor de todo: cuando yo REALMENTE quiera ligotear, no se dará ni cuenta y tendré que lanzar indirectas-directísimas del tipo: "Pero SpeedysisterPeque, ¡qué tarde es! Tienes cara de sueño, ¿no tienes ganas de irte a dormir?", y sutilezas parecidas.
En fin, que miedo me da. Por ahora, yo sigo mi ya tradicional rito del caos pre-vacaciones y a pocas horas de mi salida, todavía no he comprado el billete de bus, no he hecho la lavadora para tener limpia la ropa que necesito llevarme, no he empezado la maleta y encima aquí estoy, dándoos la brasa. Lo mío es de juzgado de guardia, ¿eh?
Me haría la misteriosa sobre mi destino de vacaciones, pero no serviría de mucho teniendo en cuenta que es muy probable que próximamente me veáis en el periódico. A mí y a toda la Speedyfamily, porque es con ellos, con la plana al completo, con los que me voy de vacaciones. ¡¡SIETE DÍAS!! A un recinto cerrado rodeado de agua. Miedo me da. La vamos a liar parda.
Porque a veeeeeer, que yo a mi familia la quiero, todos son guays. Pero vosotros ya me vais conociendo a mi, que soy un completo desastre y pelín exagerada, ¿no? Pues los miembros de la Speedyfamily son esto mismo elevado a la enésima potencia, multiplicado por infinito y llevado hasta el final de la eternidad. Y todos juntos somos la bomba, pero en sentido literal. Un cocktail explosivo. Y ya me lo estoy viendo.
Para empezar, todo el barco se va a enterar de que tenemos superpoderes, más que nada porque la discreción en grupo no es nuestro punto fuerte. Speedydad va a perder todas las veces posibles la maleta, las llaves del camarote, sus gafas, la cámara de fotos... y la cabeza no, pero porque la tiene pegada a los hombros. Speedymum va a someter cada plan, cada excursión, cada salida y cada comida a votación, para que luego se haga lo que dice ella, por supuesto. Pero vamos, que estoy por llevarme una urna para meter las papeletas de los comicios varios, no os digo más.
El marido de SpeedysisterPeque, que es relativamente nuevo en la familia y aún no está acostumbrando del todo a como nos las gastamos, flipará con todas las situaciones absurdas que va a presenciar e irá toda la semana con pies de plomo, no se vaya a ver metido en alguno de los bullullus sin comerlo ni beberlo. Y SpeedysisterPeque repartirá su tiempo entre empezar debates que terminarán en discusiones (como si lo viera) y extender rumorazos sobre mis supuestos (e inventadísimos, of course) ligues: si le pregunto a un chico donde está el comedor ya será mi fiche. Como haya un pobre chavalillo que tenga el camarote en mi mismo pasillo, lo va a convertir en mi novio oficial de las vacaciones. Y lo peor de todo: cuando yo REALMENTE quiera ligotear, no se dará ni cuenta y tendré que lanzar indirectas-directísimas del tipo: "Pero SpeedysisterPeque, ¡qué tarde es! Tienes cara de sueño, ¿no tienes ganas de irte a dormir?", y sutilezas parecidas.
En fin, que miedo me da. Por ahora, yo sigo mi ya tradicional rito del caos pre-vacaciones y a pocas horas de mi salida, todavía no he comprado el billete de bus, no he hecho la lavadora para tener limpia la ropa que necesito llevarme, no he empezado la maleta y encima aquí estoy, dándoos la brasa. Lo mío es de juzgado de guardia, ¿eh?
lunes, 2 de julio de 2012
Saritísima
Bueno... teniendo en cuenta que la entrada más visitada de este blog es la del cumple en el que mis amigos me disfrazaron de conejita de Playboy (hay que ver la de gente que puede buscar cada día imágenes relacionadas con estas conejitas en Internet), con esta voy a batir todos los records. Porque, además, fijo que se arma bullullu. Pero, en fin, en esta vida hay que correr riesgos. Vamos a hablar de ella.
DE SARITÍSIMA
Antes de nada, voy a dejar algunas cosas claras:
-Esta chica no me cae especialmente bien, no por nada, sino porque a mí las personas con tanto autocontrol, que expresan tan poco sus pensamientos, me inspiran desconfianza. No tengo ninguna razón objetiva, será que como yo soy tan expresiva, que todo se me nota, ni me entiendo ni conecto con los que no lo son.
-No tengo ni idea de fútbol, pero NI-I-DE-A, por lo que no puedo saber si Saritísima hace bien o mal su trabajo. Lo que es evidente es que tiene buena voz, locuta bien, transmite serenidad y está buena que se rompe. Eso está fuera de toda duda.
Por eso no puedo evitar preguntarme por qué todo el mundo la critica tantísimo. Que sí, que la mujer últimamente ha tenido algunas meteduras de pata colosales y no sé, igual no es la más salada del mundo retransmitiendo por la banda, pero vamos, como tantas otras. Porque si nos ponemos a pensar.. ¡anda que Anne Igartiburu es la alegría de la huerta al frente de Corazón Corazón! Y Pilar Rubio presentaba Operación Triunfo que le faltaban las castañuelas para que le dieran el premio a la simpatía y la naturalidad. Que para gustos los colores, pero que estas chicas lo que se dice saladas, saladas... pues no.
Y si hablando de meteduras de pata, no acabaríamos. De fútbol no me sé ninguna, porque no lo sigo con mucho interés, pero aún recuerdo unas campanadas que retransmitió el expertísimo Joaquín Prat (que en paz descanse) que se lió al contarlas y soltó "10, 11, ¡casi!" ¿Qué número de campanada es "casi"? Pues ninguno, pero el hombre se coló y salío por ahí.
La crítica que más me sorprende de las que le hacen a Saritísima es que está donde está por guapa. Estoooooo, sí, claro, y el resto de tías buenas que hay presentando programas, concursos e informativos ocupan esos puestos por su buen corazón. ¡Pues claro que llegan a primera fila porque están buenas! La televisión es imagen y muchas veces pesa más eso que la capacidad profesional. Es triste, pero es así. Lo malo no es eso, lo realmente insultante, lo criticable, es que no sea igual para unos y para otros. Porque no tiene perdón que las chicas tengan que estar buenas como Saritísima para presentar los deportes y que los presentadorEs puedan tener esta pinta
(Si llegas a leerme alguna vez, un beso desde aquí, JJ)
ESO sí que está mal. Que ellAs tengan que ser guapas como modelos y que a ellOs no se les pidan ni unos mínimos. Es machista y en mi opinión poco inteligente, porque si la imagen vende, más de la mitad de los telespectadores son mujeres, que no buscan tíAs buenAs, sino buenorrOs. Me parece que los inteligentísimos jefazos que deciden esos fichajes son poco espabilados... y HOMBRES. Me apuesto un pie.
DE SARITÍSIMA
Antes de nada, voy a dejar algunas cosas claras:
-Esta chica no me cae especialmente bien, no por nada, sino porque a mí las personas con tanto autocontrol, que expresan tan poco sus pensamientos, me inspiran desconfianza. No tengo ninguna razón objetiva, será que como yo soy tan expresiva, que todo se me nota, ni me entiendo ni conecto con los que no lo son.
-No tengo ni idea de fútbol, pero NI-I-DE-A, por lo que no puedo saber si Saritísima hace bien o mal su trabajo. Lo que es evidente es que tiene buena voz, locuta bien, transmite serenidad y está buena que se rompe. Eso está fuera de toda duda.
Por eso no puedo evitar preguntarme por qué todo el mundo la critica tantísimo. Que sí, que la mujer últimamente ha tenido algunas meteduras de pata colosales y no sé, igual no es la más salada del mundo retransmitiendo por la banda, pero vamos, como tantas otras. Porque si nos ponemos a pensar.. ¡anda que Anne Igartiburu es la alegría de la huerta al frente de Corazón Corazón! Y Pilar Rubio presentaba Operación Triunfo que le faltaban las castañuelas para que le dieran el premio a la simpatía y la naturalidad. Que para gustos los colores, pero que estas chicas lo que se dice saladas, saladas... pues no.
Y si hablando de meteduras de pata, no acabaríamos. De fútbol no me sé ninguna, porque no lo sigo con mucho interés, pero aún recuerdo unas campanadas que retransmitió el expertísimo Joaquín Prat (que en paz descanse) que se lió al contarlas y soltó "10, 11, ¡casi!" ¿Qué número de campanada es "casi"? Pues ninguno, pero el hombre se coló y salío por ahí.
La crítica que más me sorprende de las que le hacen a Saritísima es que está donde está por guapa. Estoooooo, sí, claro, y el resto de tías buenas que hay presentando programas, concursos e informativos ocupan esos puestos por su buen corazón. ¡Pues claro que llegan a primera fila porque están buenas! La televisión es imagen y muchas veces pesa más eso que la capacidad profesional. Es triste, pero es así. Lo malo no es eso, lo realmente insultante, lo criticable, es que no sea igual para unos y para otros. Porque no tiene perdón que las chicas tengan que estar buenas como Saritísima para presentar los deportes y que los presentadorEs puedan tener esta pinta
(Si llegas a leerme alguna vez, un beso desde aquí, JJ)
ESO sí que está mal. Que ellAs tengan que ser guapas como modelos y que a ellOs no se les pidan ni unos mínimos. Es machista y en mi opinión poco inteligente, porque si la imagen vende, más de la mitad de los telespectadores son mujeres, que no buscan tíAs buenAs, sino buenorrOs. Me parece que los inteligentísimos jefazos que deciden esos fichajes son poco espabilados... y HOMBRES. Me apuesto un pie.
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