miércoles, 27 de abril de 2011

Tejemanejes y lechugas

Ya os he contado que de un tiempo a esta parte todo el mundo me quiere presentar a chicos que Seguro-Que-Me-Van-A-Encantaaaaaaaaaaarrrrrrrrr. Hasta ahora la Speedyfamily no había entrado en el juego porque mis hermanos han llevado siempre sus novietes con más secreto que la fórmula de la Coca Cola y claro, si ellos no soltaban prenda, yo menos. Aquí o jugamos todos o rompemos la baraja.

Peeeeeeeeeeeero, los buenos tiempos se acabaron. Soy la única que resite en la resistencia y ellos creen que su próxima misión es sacarme de ella. Por suerte, como buenos superhéroes, están acostumbrados a librar cada batalla con absoluta discreción, así que me buscan novio disimuladamente. Que tal y como está el patio, el disimulo se agradece, la verdad.

El caso es que yo suelo notar que han empezado con un nuevo tejemaneje porque en un momento determinado aparece de la nada un chico que, de repente, me encuentro en todas partes. ¿Que hay cena en casa de Speedysister Peque? Allí está él. ¿Que quedamos para patinar el fin de semana? Ahí se presenta, con sus relucientes patines. Fiesta de mojitos en un bar nuevo. Adivináis quien trae la primera copa, ¿no? Él. Pero todo por pura casualidad, claaaaaaaaaaaaaro.

Hasta ahora ninguno de estos tejemanejes ha tenido éxito, aunque es verdad que gracias a ellos he hecho buenos amigos con los que me he reído mucho. La mayoría de las veces precisamente del pedazo de tejemaneje en el que estábamos metidos los dos. Y de los malentendidos de se producen en esas situaciones. El peor, sin duda, fue este.

Estábamos en pleno verano, el típico momento en el que todo el mundo se va de vacaciones y quiere dejar la nevera vacía para que nada se ponga malo. Yo ese año no tenía días libres, así que Speedysister Peque me dio todos los restos de su frigo, incluidos dos paquetes de lechuga que a su vez había "heredado" ella de un amigo que se había ido de vacaciones un poco antes. Resulta que el amigo en cuestión era el protagonista de un nuevo tejemaneje, pero yo aún no me había dado cuenta. Como era un tío majo y nos llevábamos muy bien, se me ocurrió mandarle un mensaje haciéndome la graciosa. Yo lo envié sin segundas, porque no tenía ni idea de la situación. Y solté esta perla:

"Seguro que te lo dicen todas las chicas, pero...tengo tus lechugas en mi nevera"

A él que sí que estaba avisado del tema... ni me imagino la cara que se le debió quedar.

lunes, 25 de abril de 2011

Mis peculiares gestos románticos

Llamadme sosa y lo que queráis... pero a pesar de mi condición de romántica incurable, a mí los numeritos esos típicos de pelis de besos... como que no. No sé, no me van. A mí que tengas que saltarte tres controles del aeropuerto y parar el avión que está a punto de despegar para impedir que yo me mude a otro país y me pierdas para siempre no me desmuestra que me quieres mucho. Más bien me pone sobre la pista de que lo dejas todo para el último momento. Yo saqué el billete hace tres meses, ¿y a tí se te ocurre ahora decirme que me quede? Pues eres lento de reflejos, ¿no?


Tres cuartos de lo mismo me pasa con los típicos que en las bodas esperan al momento del "que hable ahora o que calle para siempre" para declararme su amor eterno. A ver, hijo mío, te hago un diagnóstico rápido:

-Punto 1: Eres un culo veo, culo quiero. ¿Hasta que no ves que me caso con otro no caes en que quieres pasar tu vida junto a mi? ¿Y que será lo siguiente? ¿Que tu mejor amigo se compre un coche verde fosoforito y tú necesites comprarte uno igual? ¡Venga ya!

-Punto 2: Tampoco te tienes en muy alta estima, ¿no? Porque vamos, ya no estamos en la Edad Media, en la que las muejres tenían que buscar marido para sobrevivir. Si me iba a casar con uno y de repente me quedo contigo es señal de que me da igual 8 que 80. Valórate un poco, hombre...

Total, que conmigo esos graaaaaaaaandes escenas dramáticas no funcionan, ya os lo digo. Y sin embargo soy una romanticona de tomo y lomo. Pero de los pequeños gestos, de los significan algo de verdad:

-Que abran una papelería nueva en tu calle, que tú sepas que me encantan los lápices, rotus y las cosas de este tipo y me compres un paquete de fosoforitos un día cualquiera, porque sí, "porque no te has podido resistir".

-Que me veas un día ploff y me lleves a mi chocolatería preferida, por sorpresa, porque sabes que el chocolate, menos pagarme la hipoteca, soluciona el 90% de mis problemas.

-Que te acuerdes de cuándo y cómo te diste cuenta de que me querías a tu lado. Y que me lo cuentes. Que me lo cuentes bien.

Ya lo sé. Son tontadas. Pero son MIS tontadas. ¿Qué pasa?

miércoles, 20 de abril de 2011

El cruce mágico

En Speedytown no hay muchos chicos guapos. Bueno, para no herir la sensibilidad de los machotes espídicos que puedan pasar por aquí, voy a matizar mi afirmación. En concreto YO no me cruzo con muchos chicos guapos en las calles de Speedytown. Que igual es un problema mío, que tengo mala suerte en esta faceta en concreto, quién sabe.

En todo caso, si era un problema mío, ya lo he resuelto porque he descubierto El-Cruce-Mágico. Es un paso de cebra que hay de camino a mi curro en el que últimamente siempre me encuentro a algún macizorro. Ni un metro antes ni después, SÓLO en el cruce. Fijaos cómo será la cosa que en los días malos me dan ganas de comprarme una bolsa grande de palomitas, sacar mi silla de tijera y quedarme un rato allí, alegrándome la vista. No os digo más.

El caso es que el tema empezó no sé muy bien cuando y está yendo a más. El primer día me crucé con un chico guapete y pensé, "Anda, ¡mira qué bien!". Mi siguiente encuentro afortunado fue con una torre americana de ojos verdes musculado como un bombero (de los de calendario) y tuve que volver la cabeza a comprobar que le había visto bien porque no me lo creia. Pero lo del otro día... ¡lo del otro día pasa de castaño oscuro!

Me crucé con Hugh Jackman. Ya sé, ya sé, yo pensé lo mismo que vosotros ahora "No es él ni de coña" y el perfecto idioma español que utilizaba para hablar por el movil me puso sobre la pista de que probablemente aquel maromazo no era Lobezno. Pero creedme, con esa cara y ese cuerpo, a vosotros también os habrían dado igual su acento, su nacionalidad y sus antecentes penales.¡MADRE DEL AMOR HERMOSO QUÉ EJEMPLAR!

La cosa era tan grave que la Nueva Speedy decidió tomar medidas drásticas. La antigua habría suspirado y seguido su camino, pero la Nueva Speedy es más expeditiva. Y utilizó su super velocidad para pensar excusas para hablar con él. Estos son los super planes que se le ocurieron:

A)PLAN CIENTÍFICO

-Perdona, soy investigadora de la Universidad de Speedytown, hago un estudio para demostrar que todos tenemos un doble exacto en algún lugar del mundo. A ti ya te habrán dicho mil veces a quién eres calcado. ¿Tomamos un café y te intento convencer para que incluirte en mi estudios (y en otras facetas de mi vida, de paso)?

Posibles pensamientos de Lobezno: ¿Qué me estás contando?, ¿qué quiere la empollona esta? ¿Cómo me libro de la loca esta?

PLAN CIENTÍFICO DESCARTADO

B)PLAN METAFÍSICO

-Perdona, vas a creer que estoy loca, pero tengo una habilidad especial para ver el futuro en mis sueños y hoy he soñado contigo. estás en peligro. No puedo darte más detalles, pero puedo ayudarte. Deberías acompañarme.

Posibles pensamientos de Lobezno: Tú flipas. No te lo crees ni tú. Si te los crees, efectivamente, estás loca.

PLAN METAFÍSICO DESCARTADO

C)PLAN SINCERIDAD ABSOLUTA (omitiendo la parte de mis superpoderes y mi identidad secreta, claro)

-Perdona, me pareces el chico más guapo con el que me he cruzado últimamente y la verdad, me encantaría seguir cruzándome contigo. Este es mi nombre y mi teléfono. Si algún día quieres tomar un café... dame un toque.

Posibles pensamientos de Lobezno: Vade retro, Satanás! Hay que ver, las locas cada vez están más envalentonadas.

PLAN SINCERIDAD ABSOLUTA DESCARTADO

Por muchas super-velocidad de pensamiento que se tenga, un cruce es un cruce y no hubo tiempo de pensar otro plan. Nueva Speedy no quería perder la oportunidad de hablar con él, así que improvisó:

-Perdona...
...
(silencio dramático para aumentar el dramatismo y vuestra curiosidad)
...

¿Tienes hora?

Bueno, vale, no fue una acción muy efectiva lo admito. Pero es que no era tan fácil. A ver, los listos que todo lo saben, ¿qué le habríais dicho vosotros?

domingo, 17 de abril de 2011

Cómo se caen los mitos

Últimamente he andado un poco liada. Como del curro desgraciadamente no me puedo escabullir y como a mis juergas varias no me da la real gana de renunciar, para que me diera tiempo a todo he tenido que suprimir tareas prescindibles de mi día a día. Esto quiere decir que hace dos meses que no hago la cama por las mañanas, casi ni me acuerdo de donde guardo la aspiradora y la fregona en mi super guarida y ni sé cuánto tiempo hace que no hago una compra seria. Pero de las serias, serias, de las de reunir provisiones como si un meteorita fuera a chocar contra la tierra y acabar con todo rastro de vida.

De esas hace muchísimo que no hago. Comprillas de emergencia para no morir de inanición sí he tenido que hacer, claro. Entrar en el super más cercano a mi curro y coger cuatro cosas para cenar esa noche. Esto lo hago sobre todo los días que voy a clase de teatro, así que en la caña post-clase, que se hacen las mil y a todos nos entra mucha hambre, parezco Mary Poppins, porque saco las cosas más insospechadas de mis bolsas de la compra. Así cuando alguien dice "qué hambre, me apetecen unas patatas", yo rebusco entre mis cosas y... ¡voilá! Patatas al canto. Mis compañeros se quedan flipados.

Lo que sí que he empleado mucho últimamente es el viejo truco de ir a ver a la Speedyfamily con el tupper grande bajo el brazo por si cae algo. Muchas veces la cosa va bien y te llevas una buena ración de canelones o un pastel de carne. Puedes incluso abusar de tu suerte y abrir la puerta del frigorífico mirando las baldas como si fueran las estanterías de un supermercado. Si pones cara suficientemente triste a Speedydad le das pena y termina dándote la mitad de los yogures que tiene, un paquete de leche y alguna fruta. Y oye, una compra menos que tienes que hacer, tiempo que ahorras.

Pero bueno...que el sábado no lo podía procrastrinar más y fui a comprar. En lo primero que noté que hacía mucho que no aparecía por el super es que todo costaba más. ¿Dónde están mis dos millones de yogures a un euro que me llevo desde hace años? ¿Y el dos por uno en verduras congeladas? ¿Y el super-paquete de pan de molde a 50 céntimos? ¡Pero que son fijos en mi lista, hombre, esos no me los toquéis!

La parte buena de las visistas al super es que, como solo hay uno en el barrio, si vas los sábados en hora punta, te encuentras con todos los vecinos. Mis rutinas han cambiado un poco y ya casi nunca coincido con mis compañeros de bus, así que fue una alegría verles el otro día y comprobar que todo está en orden: unos se han teñido el pelo, a otros se les nota que están en plena operación bikini y todos han cambiado su vestuario con la llegada de la primavera, pero vamos, a grandes rasgos, todos bien. Eso sí, se me ha caído un mito.

Os acordáis de Barbie Ejecutiva, ¿no? La del maquillaje siempre perfecto y del imperturbable estilismo capilar. Pues ya la he pillado, ¡con las manos en la masa! Allí estaba la mujer, tan tranquila, llenando el carrito en chandal, con la cara lavada y... ¡con una coleta! ¡CON UNA COLETA! ¡ELLA! La de la melena siempre lisa como una plancha, doña Ni-Un-Pelo-Fuera-De-Su-Sitio-Ni-Aunque-Me-Maten, ¡CON UNA COLETA! ¡A dónde vamos a ir a parar! Ahora va a resultar que hasta Barbie Ejecutiva es humana y tiene días malos de pelos de loca. Hay que ver como se caen los mitos.

miércoles, 13 de abril de 2011

Llevándome la contraria

"Bai sia Tacirupeca, ralatra, ralatraaaaaaaaaaa, y de topron, saz! El bolo! Dedon sav Tacirupeca? A saca de mi Talibuea"

No me he vuelto loca ni escribo en ningún idioma raro. Si leeis con atención reconeceréis en el párrafo de arriba el comienzo de un cuento muy conocido. Es el principio de Caperucita, pero al revés. Es decir, empezando cada palabra por las últimas sílabas y leyendo de atrás adelante. Que no me lo invento, haced la prueba. Leído en voz alta suena guay.

Y vosotros os preguntaréis, ¿por qué nos raya Speedy hoy con esta lerdez? Y yo os contesto: porque he tenido una revelación. Ya sé lo que tengo que hacer.

El otro día lei en algún lado que la definición de locura es hacer siempre exactamente lo mismo esperando resultados distintos. Según eso, yo llevo toda la vida comportándome como una auténtica chalada, porque mis planes de ataque para conseguir lo que quiero suelen ser estructuralmente parecidos. Básicamente idénticos, de hecho. Si uno no funciona, luego me sorprendo de que el siguiente, que es calcado, no surta efecto. Pues igual si que va a ser que estoy un poco p'alla...

A lo mejor lo que pasa es que llevo toda la vida empujando la puerta de mis sueños y resulta que había que tirar para dentro.

Así que se acabó. Tengo un nuevo plan: llevarme la contraria a mí misma. Pienso hacer justo lo opuesto a los que haría la antigua Speedy. Además voy a grabar las negociaciones entre mis dos yos, porque van ser de traca:

Nueva Speedy: ¿Qué hacemos Speedy, hoy de tacón o de plano?

Speedy: De plano, que tengo un día movidito...

Nueva Speedy: Con tacón, muy bien, así me gusta, tú ahí, pisando fuerte.

Nueva Speedy: ¿Qué Speedy? ¿Pizza de masa gruesa o fina?

Speedy: Fina, mejor fina...

Nueva Speedy: Buena decisión, gruesa, bien visto

Nueva Speedy: ¿Paraguas o chubasquero?

Speedy: ¿Paraguas?

Nueva Speedy: Totalmente de acuerdo, chubasquero.

Bueno, claro, Nueva Speedy tendrá voto de calidad y derecho a veto, que si no las negociaciones iban ser interminables...

lunes, 11 de abril de 2011

Lo que aún no os he contado

Ya me ha llegado el premio que lleva un tiempo circulando por la blogoesfera pero como últimamente estoy que no estoy, ni me había enterado. Pues eso, que a mí me lo ha dado Bich (gracias!) y hay que tunearlo, contar siete cosas que no hayas contado antes y dárselo a otros blogueros en número indeterminado (la cantidad de premiados no termina de quedar muy clara).

Yo empiezo por el final y se los paso a JuanRa, Zorro, H@n, Akede, Misa, Kurai, Jill y ECDC y como no me ha dado tiempo a revisar, si ya os lo habían pasado, eso que lleváis adelantado, oye.


Al lío, ¿siete cosas que no haya contado antes por aquí, con todo lo que hablo? Puffffffffff:

-Tengo una facilidad enooooooooooooooorme para dormirme. Pero E-NOR-ME. Soy capaz de dormirme en cualquier sitio, a cualquier hora y en cualquier posición sin intermediación de ningún tipo de droga ni de alcohol. Esto es a veces una ventaja y muchas otras un inconveniente. He llegado a quedarme dormida esperando el autobus para ir de Capilandia a Speedytown. Estaba sentada en una sala de espera llena de gente que corría y hablaba a gritos y yo me quedé roque. Me podía haber pasado cualquier cosa, pero sólo perdí el autobus. No está mal.

-Mi memoria es como un colador, se me olvida prácticamente todo lo que no apunto y lo que apunto también se me suele olvidar porque no recuerdo ni que lo he escrito ni donde. Sin embargo tengo una increible habilidad para almacenar datos inútiles. Me sé poesías que me hicieron aprender en el colegio, apellidos de gente que con la que no tengo ningún tipo de contacto desde hace años y trozos de diálogos de pelis. Y lo más gordo es que no son siempre de pelis que me gusten.

-Mi plato favorito es el gazpacho. Bueno no, lo canelones. Bueno, no, el gazpacho. Bueno no, los canelones. Soy incapaz de decidir en este tema en concreto. Incapaz.

-Normalmente mi vergüenza era algo verde y se la comió un burro, pero me dan corte algunas cosas absurdas. Absurdísimas, de hecho. Por ejemplo, si estoy en un bar con la música a tope de esos que no te dejan oír las conversaciones y alguien que no conozco mucho se empeña en hablarme. Después de decirle "¿qué has dicho?" siete veces seguidas me da corte preguntar y le repondo a lo que me cuenta un poco por intuición y un poco por imaginación. Supongo que unas veces acertaré y otras no y eso explica que mucha gente después de salir de juerga conmigo se cree que estoy p'alla.

-Speedydad me llama aún por un mote que me puso cuando era pequeña y que no tiene absolutamente nada que ver conmigo. Me ha explicado a veces de donde viene pero sigo sin verlo muy claro. Speedybrother también se inventó otro mote para mí con el que aún tengo menos que ver. El mote tenía diminutivo, distintas terminaciones e incluso traducción al inglés. Mi familia es así, no hay que darle más vueltas.

-Me encantaba escribir cartas cuando aún se utilizaba el correo postal, allá por el Pleistoceno. Me escribía con amigos de campamentos, con ex compis de cole, con la familia que no vive en Speedytown... Algunos de mis secretos mejor guardados SÓLO los he desvelado por carta.

-Las personas que más me llaman la atención son las que tienen detalles. Esas tontadas insignificantes que alguien te hace de repente, por sorpresa, me ganan. Conmigo una piruleta a tiempo es una victoria.

Y ya no lo puedo retrasar más... ahora mi cutre-tuneo. No me crucifiquéis que en este ordenado no tengo Photoshop, he hecho lo que he podido.

miércoles, 6 de abril de 2011

Mucho cuento

Speedymum dice siempre que yo tengo mucho cuento. Bueno, por la cuenta que me trae no me voy a poner yo ahora a llevarle la contraria a una superheroína tan poderosa como Speedymum, pero vamos, depende de con quien me compares... Y sin salir de casa tiene ejemplos. Que yo de pequeña tenía que aguantar las tontadas de Speedybrother que se tropezaba ligeramente conmigo en el pasillo y empezaba a gritar "¡¡¡¡¡¡¡Rebotooooooooooooo!!!!!!!!!!" mientras simulaba que se chocaba violentamente contra la pared. ESO es cuento y lo demás son tonterías.

En fin, que me pierdo, a lo que iba. Que como tengo tanto cuento he decidido encauzar mi habilidad para poder usarla de algún modo y me he apuntado a un curso de cuentacuentos. Y, la verdad, no sé si estoy aprendiendo mucho, pero reirme... me estoy riendo un rato. Porque el curso está bien, pero la profe está tan loca, pero taaaaaaan loca... que se ha ganado a pulso una entrada en este blog.

Para que me entendáis, las clases son de cuentacuentos infantiles, que es como la profe se gana la vida... y lo primero que la oímos decir fue:

-Vosotros cuidado, que los niños son unos cabrones. No, de verdad, no os riáis, que son unos cabrones.

A partir de allí fue una detrás de otra:

-Vamos a hacer ejercicios de concentración y de memoria y una rueda de nombres, para recordar como nos llamamos. Poned atención, como yo. Tú eras Pepita, ¿no? Ah, no, no, Zrutanita. No. no. no. espera, Jaimita... Ah, no, es verdad, Remigia... Ya lo sé, ya lo sé, Obdulia... Bibiana, Petri, Concepción... Oye, inasequible al desaliento. Si no la llegamos a parar prueba con todo el santoral español. Y lo maś gordo es que la mayoría de los nombres no correspondían a ninguno de los alumnos de clase... vamos, que ni le sonábamos. Un horror.

-Es muy importante la escucha activa, así que atención a lo que el otro nos cuenta.

-Blabalabla, y va el Rey Moro que había perdido a su amada porque la habían matado y blablabla, y hubo una batalla blablabla y... ¿a que no sabéis quién la ganó?

-¡La amada!

-A ver, profe, céntrate, que la amada estaba muerta.

-Ah, es verdad, que no te estaba escuchando

O la perla del último día:

-Lo que veo es que tenemos mucho que trabajar aquí con los tímidos... a ver, a tí que te da corte, cuéntanos algo, cualquier cosa.

-No sé... que fue el otro día la fiesta de la Universidad, y la estuvimos celebrando con una comida en el campo...

-Muy bien, ¿y con quién te liaste?

Que no digo yo que no sea una buena pregunta con un alto grado de interés. Pero se la hizo al ÚNICO chico que hay en clase (todas las demás alumnas somos chicAs), que efectivamente tiene pinta de ser mega cortado y que además fue el primero en abrir el ejercicio, lo que siempre da un poco de cosa. Así que desde luego, sirvió como terapia de choque: o supera toda su vergüenza o no vuelve a clase más. Ya os contaré el próximo día de curso si le he vuelto a ver.

(Post Post: Por cierto, la profe me ha agregado a Facebook... no sé si aceptarla. Con estos métodos... ¡miedo me da!

lunes, 4 de abril de 2011

Los milagros de San Google

No pensaba hacer una entrada sobre las búsquedas fortuitas que acaban de rebote en este blog, pero la verdad, flipo tanto con los milagros de Internet y San Google... que os lo tengo que contar.

Hay la tira de despistados que buscan lo que sea (prefiero no pensarlo) relacionado con las conejitas de Playboy y terminan aquí. Pues se quedarán planchados, los pobres, porque por estos lares de eso poco... los cabritos de mis amigos me obligaron a disfrazarme por mi cumple y colgué una foto de una conejita para evitar colgar la mía... Vistos los resultados, igual habría sido la mejor poner una de mis fotos, pasar toda la vergüenza de una vez y se acabó.

También pasan muchos por aquí buscando pornografía de Los Increibles. ¿Pornografía? A ver... que Los Increibles son superhéroes dedicados a salvar a la Humanidad... un poco de respeto. Aquí de las batallas y de las estrategias que utilizan mis primos lejanos contra los malos, lo que queráis. Para todo lo demás, Mastercard.

El siguiente reclamo más potente son los chistes malos. ¿Pero cuánta gente puede llegar a buscar al día la frase "Melchor, Gaspar, va a saltar y se cayó" con toda la combinación de faltas de ortografía posibles? Pues muchas, ya os lo dice mi Statcounter. Y otro muchos preguntan por el filosofo más rápido y por el perro que parece un gato y el gato que parece un perro. ¡Pero que son chistes muyyyyyyyyy maaaaaaaaaaalos, subid un poco el listón, hombre!

En mi riconcito de la blogoesfera el deporte rey es, sin duda, el piragüismo. ¡La de gente que se interesa por esta actividad y yo no sabía casi ni que existía! Y la de dudas que tienen, oye. "¿Es facil caerse haciendo piragüismo?" Pues si eres tan poco habilidosa como yo, sí, siento decírtelo. "¿Es fácil que la piragüa dé la vuelta?" Si te refieres a volcar, facilísimo. Si lo que quieres es cambiar el sentido de la marcha, te deseo suerte, yo no lo conseguí en todo el curso. "¿Momentos del piragüismo?" Millones y de todo tipo, te lo recomiendo.

También son muchos los que se preocupan de lo que se dice de ellos. Quieren averiguar "lo que hablan de mi a mis espaldas" o confiesan "me gusta que hablen de mi". A mí me parece genial pero, en serio, ¿de verdad creeis que google os va a decir quién cotillea de vosotros? ¿Con nombre y apellidos? Pues preguntadle también la combinación del Euromillón y si acierta, por lo menos os hacéis ricos.

Otros hits entre las búsquedas son los que quieren saberlo todo de Barbie Ejecutiva, que empiezo a pensar que existe de verdad y de Isabel Preysler (hay clásicos que nunca pasande moda). Y la pregunta del millón: "¿Qué pasa si me caso con mi prima lejana?" Pues hombre, no sé, depende de lo lejana que sea. Pero búscate un amigo con el que comentar tu vida sentimental, que San Google en muy sabio, pero puede confundirte...