lunes, 30 de septiembre de 2019

Enganchada a un amor inventado

No es que yo haya sido nunca muy fan de Malu y menos ahora que se ha convertido en la Yoko Ono de Ciudadanos, pero de casualidad he oído hoy una canción suya, me ha dado por escuchar la letra y hay una frase que me ha llegado a la patata. Más que nada porque ha descrito exactamente como estoy yo en temas cardíacos desde hace siglo y medio: enganchada a un amor inventado.

No a uno en concreto, sino más bien a uno detrás de otro. Me refiero a un estado general (que de tan prolongado empieza a parecerme infinito) en el que como ninguna de mis historias termina de arrancar en condiciones, no me queda otra que usar la imaginación. Y eso quiere decir que hay mucho lirili, poco lerele y nada de verdad empírica y comprobable. Todo son teorías, hipótesis y suposiciones.

Quiero decir.. que el esquema del experimento es siempre el mismo:

-Fase 1.

Encuentro con Maromazo Estupendérrimo de Turno. Emoción, ilusión y fuegos artificiales. Generación de serotonina, dopamina y oxitocina. Razonamiento lógico tendente a cero.

-Fase 2.

Sí pero no. Jajajiji risas mil. Planteamiento de interrogantes del tipo "¿le gusto?", "¿será esta su forma de comportarse con todo el mundo?" "¿tiene una mujer y dos hijos mellizos que viven en California? A falta de respuestas, se dispara un proceso creativo reflejo que sustituye los datos reales de Maromazo Estupendérrimo de los que no se disponen por datos inventados:"seguro que le encanta escribir", "fijo que es solidario", tiene pinta de que me apoyará en mis proyectos"...

-Fase 3

Maromazo Estupendérrimo no coopera: porque no puede, porque no quiere, porque no se cosca, porque no es el momento, porque se te han adelantado... por lo que sea. Aquí tendría que terminar el experimento, pero debido al Proceso Creativo puesto en marcha en la fase 2, la cosa no acaba aquí y te quedas enganchada en la interminable, absurda y horrorosa...

-Fase 4.

Ilógico encabezonamiento en sentir algo por alguien que no existe. O por lo menos del que no se tienen evidencias de su existencia porque no ha habido ocasión de recabar datos ni de hacer pruebas. Has partido de un supuesto previo, un conocimiento superficial y sesgado del sujeto, a partir del cual has formulado una hipótesis de como es Maromazo Estupendérrimo. Esa teoría sólo se podría comprobar observando su comportamiento en diversas situaciones parejiles pero sin la cooperación voluntaria de Maromazo estos tests no se pueden realizar, así que sólo hay una conclusión científica posible: no hay pruebas que demuestren que Maromazo Estupendérrimo es el Hombre Perfecto que tú te has inventado.

Y si Maromazo Estupendérrimo no es el Hombre Perfecto que tú te has inventado, quiere decir que ese Hombre Perfecto está sólo en tu imaginación, no existe en la vida real. Y si no existe, no puedes estar enamorada de él. No lo digo yo, lo dice la ciencia.

A ver si te enteras, Speedy...

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Universo, no me decepciones

Cuando estaba en proceso de superar el Jamacuco Supremo (JS) ...

***Inciso
Este término sale tanto en este blog últimamente que deberíamos hacer un juego de beber, ¿no? Cada vez que ponga Jamacuco Supremo, ¡chupito! Acabaríamos todos con un pedal...
Fin del inciso***

A lo que iba, que después del chungo me dio por pensar que la vida tiene que compensar y que en compensación de un susto de semejante magnitud tenía que pasarme algo bueno. Como cayó más o menos por las fechas navideñas, compré lotería convencida de que me iba a tocar el Gordo, pero el hecho de que no esté en este momento en el Caribe con Curro disfrutando de mi feliz vida de millonaria demuestra que no era esa la compensación que el destino me tenía preparada.

Al principio me alegré de que no me tocara porque pensé que eso significaba que iba a ser agraciada con el Gordo de la lotería laboral. Sin embargo todo apunta a que no ha llegado mi hora TODAVÍA (la esperanza es lo último que se pierde) porque en este momento voy cual geisha por arrozal y ya os podéis imaginar que no me vería en estas si hubiera sido la afortunada en ese sorteo en concreto.

Mis dos fracasos anteriores me parecieron positivos porque quise suponer que preludiaban muchas alegrías en el amor. Estaba yo en aquel momento apostándolo todo al número de GimnasioMan y no me cabía ninguna duda de que en compensación a mi chungo la vida haría que el chaval se cayera del caballo como San Pablo, tuviera una epifanía y por fin viera claro que yo era la reina de su corazón. Esa revelación no le llegó en su día y, aunque (insisto) la esperanza es lo último que se pierde, a estas alturas dudo mucho que le vaya a llegar ya en algún momento, así que habrá que rendirse también en ese frente.

Total, que pensando en esto hace poco leí que juuuuuuusto el día que se cumple el primer aniversario del JS se producirá un tránsito de Mercurio por delante del Sol que se podrá ver en América, África y Europa y también desde España. Este tránsito no se producía desde el 9 de mayo de 2016 y después no volverá a repetirse hasta el 13 de noviembre de 2032. Y pensé: "Fíjate si será guay la compensación que me tiene preparada el universo que se celebra hasta con un evento astronómico destacado".

Universo, las expectativas están muy altas. No me decepciones.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Blancazo

Síndrome del folio en blanco. Bloqueo creativo. Atasco monumental. Llamadlo como queráis pero esa mierdaca de concepto es ahora mismo lo que mejor define mi vida en 3D. Sí, sí, mi vida, porque para escribir no tengo demasiado problema y aunque lo tuviera no me preocuparía tanto. Pero sí me preocupo porque en lo que no chuto es en mi vida real. Una minucia de nada...

Estoy paralizada. Inmovilizada. Congelada. Detenida. Me suena que ya os he contado algo parecido otras veces pero ahora es distinto. Y peor. Mucho peor. Ahora no es que esté agotada, harta, desanimada o desorientada, ahora es que no puedo moverme porque, simple y llanamente, no sé para donde tirar. Pero NI-I-DE-A. ¿Cómo puede ser?

Y es que yo otra cosa no, pero creativa soy un rato. En teatro, en literatura, en los juegos, en las conversaciones, puedes proponerme cualquier planteamiento, obligarme a partir de cualquier supuesto previo que siempre encontraré la forma de salir por algún lado. "Ya se me ocurrirá algo" es la frase que seguramente pondrá en mi epitafio porque es lo que más digo en mi día a día. Y es verdad. Entonces, ¿por qué estoy así? ¿Qué leches se me ha escacharrado dentro?

Me he quedado en blanco en el escenario y no hay ningún apuntador escondido entre bambalinas para chivarme lo que viene ahora en el texto y por donde tengo que seguir.

No sé qué cojones hacer con mi vida.

NO-LO-SÉ

martes, 10 de septiembre de 2019

Qué habré hecho yo en mi vida anterior

Se tendría que poder consultar en algún lado, ¿no? Digo, las cosas horribilísimas que se supone que has hecho en otra vida para que en la vida actual te caigan determinados marrones. De hecho, creo que debería haber una clasificación y listado oficial de penas:

-Bajar el vidrio al contenedor en plena noche en existencias anteriores: x castigo en el presente.

-Colarse en la fila del supermercado en vidas pasadas: x sanción en la actualidad.

Sería todo mucho más cómodo y objetivo, ¿no?

Si un inventario así existiera, estoy segura que una pena de las más serias, de las que estarían bien arriba en la lista para castigar tropelías muy tochas, sería encontrar a tu persona ideal y que él/ella no esté por la labor. Que no se cosque, que esté enamorado de otra persona, que no se atreva... Que no coopere, vaya, ese megaputadón de la vida.

Tú ves tan claro que sois tal para cual, que formaríais un equipo increíble, que resultaría todo fácil y divertido...Para ti es taaaaan evidente que sería una pasada estar juntos que no llegas a entender como el otro no se da cuenta. A veces te dan ganas de agarrarle por lo hombros  y zarandearle para intentar que espabile porque te parece que tiene que estar dormido o en trance para no percibir lo obvio.

Y es que lo peor es la frustración. Lo de quedarte sin novio/a ya es suficientemente zurullo de por sí para que a eso haya que añadirle además la rabia que da saber que tienes la razón y que no te hagan ni caso. Es que vamos, me faltan las palabras, ¡¡DÉNME MAYÚSCULAS MÁS GRANDES!!

Sobre todo porque no se puede hacer nada. Una vez que ya has informado de la situación y no ha habido quorum, se acabó lo que se daba, amiguis. No es no. Así que te callas y sigues con tu vida, claro, pero eso no significa que mágicamente dejes de ver lo evidente. Por eso mientras por fuera mantienes serenidad absoluta y una estudiada fachada de "Yo paso de todo, ¿tú quién eres? ¿vendes libros puerta por puerta?" por dentro hay una tú desesperada que mentalmente no deja de gritar como una entrenadora desde el banquillo en el partido más reñido de la historia:

-¿Ves la birria de consejo que te ha dado la chica que te gusta en ese marrón laboral que tanto te agobia? Yo te habría dicho algo mucho mejor.

-Menos quejas de que nadie aprecia tu humor absurdo porque si que hay alguien, sólo que tú no te pispas.

-Sé exactamente cómo apoyarte en ese gran proyecto loco de tu vida que te hace muchísima ilusión pero por tu cabezonería nunca descubriremos si mi plan funciona o no. 

Y luego que cuando me voy a la cama por las noches estoy cansada. Lógico, con este estrés deportivo mental.....

viernes, 6 de septiembre de 2019

Cual geisha por arrozal

Nunca he sido una gran organizadora de mi tiempo, para qué nos vamos a engañar. He perdido muchas horas y días por mi tendencia a la dispersión, por mi manía de procrastinar y porque, excepto bajo presión, la eficiencia no es mi cualidad más agudizada. Qué le vamos a hacer, ya soy guapa, inteligente y simpática, no se puede tener todo en esta vida. Tampoco tengo abuela, ya lo veis;P

El caso es que, en los últimos meses, la gestión ineficiente de mi tiempo está alcanzando máximos históricos y tengo que decir en mi descargo que yo tengo poco o nada que ver con ello. Este dilapidación temporal es culpa, fundamentalmente, de mi infierno laboral actual cuyo principal rasgo es la falta de planificación y la imprevisibilidad, lo que reduce mi margen organizativo a cero pelotero. No hay forma humana de planificarse porque nunca sé, con un mínimo de antelación, cuando voy a currar ni donde y lo que es peor, en qué momento voy a librar. Si ni siquiera sospechas que, de repente, te vas a encontrar con una cantidad variable de tiempo desocupado, no puedes pensar con tranquilidad en qué invertirlo. Así que o lo pierdes o lo usas en lo primero que se te ocurre seguramente sin preparación ni las herramientas que necesitas lo que se asemeja bastante a tirarlo a la basura.

Y si no saber cuando libras es malo, es aún peor pensar que vas a librar, organizar tu día conforme a ese plan, comenzarlo y que te llamen para currar dentro de cinco minutos en la otra punta de Speedytown. Eso, además de un estrés total por el que llegas siempre a todo despeinada, sin pintar y con la lengua fuera, es una putada porque lo poco que te da tiempo a empezar lo dejas a medias. ¿Traducción? O se te olvida terminarlo o cuando lo retomas tienes que partir casi de cero porque ya no te acuerdas de lo que habías adelantado. Total: máaas tiempo perdido.

Los dos párrafos de arriba aparecen en el diccionario de la Real Academia de la Lengua como definición de la expresión "cual geisha por arrozal", que es como yo voy ahora mismo por la vida v que en castellano castizo y para entendernos se diría como puta por rastrojo. Esto no es sólo incómodo que te cagas, sino que lo siento como un drama porque desde el Jamacuco Supremo lo de aprovechar el tiempo es mi prioridad máxima. La vida son dos días y uno nos los pasamos desenredando los auriculares y no estoy yo ahora para perder ni medio minuto. Y últimamente estoy perdiendo taaaaaaaaaaantos que me dan hasta ganas de llorar.

No lloro porque sé que esta situación es temporal, un medio para llegar a un fin y que consiga o no mi objetivo en una determinada fecha, no muy lejana, mandaré todo esto a tomar aire fresco para pasar a mejor vida (en el buen sentido, espero). Pero si en algún momento oís un aullido de dolor y hartazgo que llega desde el otro lado de la pantalla de algún lugar recóndito de la blogoesfera, que sepáis que he sido yo. Porque o grito o reviento.