martes, 10 de septiembre de 2019

Qué habré hecho yo en mi vida anterior

Se tendría que poder consultar en algún lado, ¿no? Digo, las cosas horribilísimas que se supone que has hecho en otra vida para que en la vida actual te caigan determinados marrones. De hecho, creo que debería haber una clasificación y listado oficial de penas:

-Bajar el vidrio al contenedor en plena noche en existencias anteriores: x castigo en el presente.

-Colarse en la fila del supermercado en vidas pasadas: x sanción en la actualidad.

Sería todo mucho más cómodo y objetivo, ¿no?

Si un inventario así existiera, estoy segura que una pena de las más serias, de las que estarían bien arriba en la lista para castigar tropelías muy tochas, sería encontrar a tu persona ideal y que él/ella no esté por la labor. Que no se cosque, que esté enamorado de otra persona, que no se atreva... Que no coopere, vaya, ese megaputadón de la vida.

Tú ves tan claro que sois tal para cual, que formaríais un equipo increíble, que resultaría todo fácil y divertido...Para ti es taaaaan evidente que sería una pasada estar juntos que no llegas a entender como el otro no se da cuenta. A veces te dan ganas de agarrarle por lo hombros  y zarandearle para intentar que espabile porque te parece que tiene que estar dormido o en trance para no percibir lo obvio.

Y es que lo peor es la frustración. Lo de quedarte sin novio/a ya es suficientemente zurullo de por sí para que a eso haya que añadirle además la rabia que da saber que tienes la razón y que no te hagan ni caso. Es que vamos, me faltan las palabras, ¡¡DÉNME MAYÚSCULAS MÁS GRANDES!!

Sobre todo porque no se puede hacer nada. Una vez que ya has informado de la situación y no ha habido quorum, se acabó lo que se daba, amiguis. No es no. Así que te callas y sigues con tu vida, claro, pero eso no significa que mágicamente dejes de ver lo evidente. Por eso mientras por fuera mantienes serenidad absoluta y una estudiada fachada de "Yo paso de todo, ¿tú quién eres? ¿vendes libros puerta por puerta?" por dentro hay una tú desesperada que mentalmente no deja de gritar como una entrenadora desde el banquillo en el partido más reñido de la historia:

-¿Ves la birria de consejo que te ha dado la chica que te gusta en ese marrón laboral que tanto te agobia? Yo te habría dicho algo mucho mejor.

-Menos quejas de que nadie aprecia tu humor absurdo porque si que hay alguien, sólo que tú no te pispas.

-Sé exactamente cómo apoyarte en ese gran proyecto loco de tu vida que te hace muchísima ilusión pero por tu cabezonería nunca descubriremos si mi plan funciona o no. 

Y luego que cuando me voy a la cama por las noches estoy cansada. Lógico, con este estrés deportivo mental.....

2 comentarios:

¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.