martes, 28 de junio de 2011

Blancanieves... unos años después del final del cuento

"Ya estoy harta de tanta fábula edificante, de tanto cuento de brujas, de tanta huerfanita pobre y triste... ¿Alguna vez le preguntaron a la Bella si quería que la bestia se convirtiese en un George Clooney? ¿Pues no se había enamorado ya la chiquilla de un monstruo? ¿No dicen ustedes que la belleza está en el interior? ¡Ja!

O la princesa durmiente. Tan a gusto que estaba ella, ahí, dormida en uno de esos colchones de látex que venden en la tele... ¡Y tuvo que venir el príncipe a joderla! A despertarla de un sueño y traerla a un mundo que la mitad de las veces es una pura pesadilla... La única que salió ganando fue Cenicienta, eso es cierto. Que de estar de asistenta interna en una casa bien acabó de dueña y señora; pero anda que no lo pasó mal la pobre... Porque a quién se le ocurre mandarla al baile en una calabaza... ¡Menudo pestazo luego! Si es que no la eligió el príncipe, es que con semejante tufarrada espantó al resto de "pretendientas" con sólo aproximarse... Y anda que lo del zapatito de cristal, ¡vaya bromita! No podían haber sido unos Manolos, no; o un taconazo de vértigo de esos de Prada; o unos Letizios, o incluso unos simples zuecos asturianos, de los de meterse en la granja con las vacas a pisar mierda... ¡Pues no! ¡De cristal! Que así se rompen, se pierden, y le hacen mixtos el pie a la muchacha. (En tono de confidencia) ¡Que menudos juanetes lleva Cenicienta desde entonces!

Y aún falto yo, no se crean. Que vaya birria de vida. Primero se me muere la madre. ¡Toma escena lacrimógena y traumatizante para público infantil! Y por si había poco con la pobre huerfanita que les daba los buenos días cantando a los ruiseñores... ¡Vaya cursilería! Pues va y resulta que mi padre que, por cierto, ni tiene nombre ni sale en el cuento, acaba por volver a casarse con mi madrastra, que encima es una bruja malísima que no puede ni verme. ¡Ahí es nada!

Total, que intenta matarme una vez y otra y otra y otra, pero no lo consigue porque, la pobre, mala es un rato, pero torpe también. En fin, que envenena la manzana, se disfraza de ancianita desvalida y servidora acaba más muerta que la muerte misma. Y punto y final; ahí podía haber acabado el cuento. ¡Con lo bien que resultan los finales trágicos! ¡Pero no! Tenía que aparecer él; el príncipe azul, el salvador, el paladín, el héroe del corcel blanco, ¡el gilipollas que tenía que darme un beso, para que yo escupiese el trozo ese de manzana asesina y devolverme a la vida! ¡Pero esto cuándo pasa en la vida real! ¿Pero en qué cabeza cabe? ¡Que la vida no es así de fácil, que no es todo tan angelical! ¡Que si te mueres, te mueres, y sanseacabó!

Y ésta es otra; porque cuando uno es joven, testosterónico, con pinta de efebo y un ego tan alto como la Giralda, todo va bien. Pero aquí me ven, que ya estoy cincuentona y el príncipe... ¡mas! Que ya era mayor cuando me dio el beso. Así que a Noé con lluvias... Que de príncipe no le queda ya ni el título, porque resulta que en el país de los cuentos se proclamó ya hace tiempo la república...

Resumiendo, que aquí mi príncipe, ¡sin corona! De músculos... ¡Nada! Uno; si cuenta la barriga cervecera... ¿Y el ego? El ego y otras cosas sólo le suben si gana el Barça la liga. Y claro yo, a estas alturas, y sólo por fastidiarle, me he hecho socia del Real Madrid. ¡Vamos, que el que era un príncipe azul, se ha transformado en un "manoleitor" hispánico de los de manual! Y yo que nací princesa, pues ya me ven... Muy digna pero, en el fondo, una maruja insatisfecha, aburrida, reprimida, abúlica y amargada. En fin, que yo lo que quiero es ser como las heroínas de Shakespeare, ésas que acaban siempre fatal, pero que se mueren en el culmen de la vida. Ser una Ofelia, una Desdémona que la matan por celos, una Julieta que se arranca la vida por amor... ¡Y las tres se mueren antes de saber que sus maridos habrían sido unos capullos si hubieran seguido vivas y con ellos!"


Ojalá pudiera decir que me he inventado yo esta Blancanieves. Pero no. Es uno de los sorprendentes personajes de esta obra teatral, que os recomiendo muchísimo. Para ser de ficción, esta Blancanieves dice verdades como puños, ¿eh?

viernes, 24 de junio de 2011

Cumpleblog

Hoy es mi cumpleblog. 1 año ya, cómo pasa el tiempo. Me he parado a pensar y me he dado cuenta de que nada de lo relacionado con mi riconcito de la blogoesfera ha salido como yo esperaba. Es curioso.

Después de años siendo una lectora silenciosa un día lo abrí, así, por casualidad, como se hacen las mejores cosas, sin pensarlo mucho. No me creeréis, pero al día siguiente de ponerlo en marcha, no encontraba mi propio blog en Internet. La dirección tiene un nombre muy largo, me equivoqué en una letra al registrarlo y no me di cuenta. Después lo buscaba escribiendo la dirección correctamente y blogguer me decía que no existía. Tardé dos días en entender lo que pasaba. Así de triste como os lo cuento. Ahora si pongo "Speedygirl" en google los primeros resultados me llevan a mi blog. Es curioso.

Durante mis años de lectura silenciosa, siempre pensé que no podría escribir como la gente que leía. No sé, simplemente pensaba que no era mi estilo. Un día empecé y ahora tengo la sensación de que las palabras salen solas de mis dedos. La idea me viene, donde y cuando sea, y al ponerme delante del ordenador la entrada se escribe prácticamente sola. Es curioso.

Al empezar esta locura quise hacerlo desde el anonimato, que nadie descubriera mi identidad secreta hasta ver qué tal se me daba esta nueva aventura. Al instante de dejar mi primer comentario, algunos avispados lectores de mi vida en 3D ya me habían reconocido. Soy un as disimulando, quién diría que he sido superheroína, ¿eh? Al principio también creia que tardaría mucho en conocer en persona a blogueros que leia desde hace tiempo y no ha pasado ni un año y ya os he puesto cara a unos cuantos. Y tengo en "tareas pendientes" hacer lo mismo con otros pocos. Es curioso.

Antes de abrir el blog, jamás pensé que me divertiría tanto. La verdad, empecé con esto porque quería hacer cosas nuevas, ocupar mi tiempo, conocer gente... pero no crei que escribir fuera la parte más divertida. Ni que me iban a gustar los resultados. No me entendáis mal, ya sé que no me van a dar el Premio Nobel de literatura y que no digo más que chorradas. Pero cuando termino algunos posts (no todos, claro) estoy contenta de como han quedado. Y yo suelo ser SUPER-EXIGENTE con mi propio trabajo, así que esta sensación no la tengo con casi nada de lo que hago. Es curioso.

1 año, 12 meses, 140 entradas, 49 seguidores y... bueno, diría el número de visitas, pero teniendo en cuenta que blogguer ha estado dos semanas inflando mi contador artificialmente, tampoco sería muy significativo. Son cifras que caracterizan a mi blog, pero que dicen de él más bien poco. Tampoco dicen mucho de él las chorradas que os cuento: aventuras de contadora, deportes poco exitosos, momentos teatreros y absurdeces varias. Lo único cierto es que este rincón de la blogoesfera me permite hacer lo que más me gusta, escribir, y tener la suerte de que alguien me lea, que eso siempre es mucho mejor.

A todos los que pasáis por aquí de vez en cuando, gracias por estar ahí. Llevo un año dando el coñazo y tiene toda la pinta de que esto va para largo. Siento decíroslo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Toda la noche en blanco

Hay que ver...toda la vida esperando a que se decidieran a instaurar la Noche en Blanco en Speedytown... y cuando se deciden resulta que no voy a poder hacer muchas cosas porque ... ¡soy parte de ella! Y yo sin enterarme. Casi me da un soponcio cuando me he visto allí, en el programa. Este va a ser mi nuevo argumento estrella en la próxima discusión sobre mi futuro (así, en general) que tenga con Speedydad:

-A ver Speedy, te tienes que centrar, que ya se ha acabado tu carrera de superheroína, ahora necesitas contar cosas de manera regular, que mira lo que has hecho hasta ahora...

-Pues hombre, Speedydad, hasta ahora he salido, he conocido gente, he viajado... y ¡he sido parte del programa de la Noche en Blanco! ¿A qué tú no puedes decir eso? Mucho defender a los débiles, mucho salvar el mundo... pero de Noche en Blanco nada de nada.

¡Zas! ¡En toda la boca!
Ahora vas y lo cascas.

sábado, 18 de junio de 2011

El verano ya está aquí. Toma 2. ¡¡Aaaacción!!

Bueno, segundo intento de escribir esta entrada, a ver si hay más suerte esta vez y no le doy a publicar antes de terminarla. No prometo nada porque sigo estando más p'allá que p'aquí. En finnnnnnnnnn

Pues eso, que estrenamos estación calurosa (ya sé, ya sé, no será oficial hasta el día 21, pero no nos pongamos tiquismiquis) y aquí hay más de uno que está jugando al despiste. Las señales claras que solían anunciar el veranito este año han adoptado un sospechoso ritmo parpadeante y así no hay quien se aclare.

El primer graciosete es el tiempo, que está teniendo unos cambios que no sabe uno a qué carta quedarse. Hace un mes hizo unos días de un calor que te torras y cuando ya nos convenció a todos de sacar camisetas de tirantes y sandalias, nos mandó unos fríos que casi hubo que recuperar los abrigos de nieve. Después daban ganas de ponerse las aletas y el traje de neopreno para dar un paseo, porque no paraba de llover y ahora la última moda es ahogarnos de calor en las horas de trabajo y preparar viento y temperaturas bajas cuando termina la jornada laboral, para desanimar a los ilusos a los que se haya ocurrido ir a pegarse un bañito después del curro. Hace algunos días que abrieron las piscinas de Speedytown y yo aún no las he pisado. Y eso que yo soy de la Comitiva Oficial Inauguradora de Piscinas y siempre suelo estar allí desde el día 1.

Tampoco parece verano poco no estoy participando en las Maratones de Negociación sobre destino y fechas de las vacaciones. En estos días lo típico es estar colgada al teléfono las 24 horas con conversaciones como estas:

-No, a Italia no que ya he estado..
-Pero la segunda de agosto me viene mejor, no ves que es fin de semana y así lo junto con el puente del 15 de agosto...
-¿Coger los vuelos ya? ¿Lo miro mejor esta tarde a ver si ha bajado otro euro?

En las maratones de este año yo estoy en el banquillo porque aún no está claro si voy a tener vacaciones o un año más me toca quedarme de guardia en Speedytown. Y en el fondo es una suerte no participar en la negociación porque estos días me está tocando estar colgada al teléfono las 24 horas del día, aunque por motivos que nada tienen que ver con las vacaciones. Así que si además tuviera que negociar el veraneo, mis orejas no iba a dar abasto.

Lo que sí empieza a tener un ligero tufillo a época estival es el curro, en el que las cosas comienzan a ralentizarse y la gente a acordarse de su derecho inalienable a no hacer ni el huevo. Si estamos en junio y la cosa ya va así, en agosto no voy a saber si cortarme las venas o dejármelas largas. A ver si hay suerte y al final tengo vacaciones, porque miedo me da.

Pero bueno, desde luego hay una prueba irrefutable de que el verano ya está aquí y es que la actividad en la blogoesfera empieza a bajar a marchas forzosas. Menos visitas y muchos menos comentarios. Ya os estoy viendo:

-Pufffffff, con el calorazo que hace pinchar en comentar, esperar a que se abra la ventanita, pensar algo que decir y tener que repetirlo todo si a blogguer se le ocurre dar error. Puffffffff, qué perezónnnnnnnnnnnnnnnn. Puffffffffff

Que no es que a mí me pase, ¿eh? PA-RA-NA-DA

martes, 14 de junio de 2011

Una duda

No voy a hacer otra entrada sobre las búsquedas interneteras que traen a la tira de pobres incautos a mi blog, pero es que últimamente hay unas cuantas palabras clave que me tienen intrigadísima. Y dada la natural curiosidad que me caracteriza como contadora de cosas, o lo pregunto, o reviento.

¿A quién le interesan tanto los "milagros de San Google" como para buscarlo 20 veces en el mismo día? Es más, ¿en qué consisten los dichosos milagros? Si tanto interés despiertan algo tendrán... La cosa es que esto me huele a la típica clase de informática con pequeñajos:

-A ver, hoy aprenderemos a usar Google, poned en el área de búsqueda cualquier cosa.. no sé... no se me ocurre nada... Cómo bajar pelis no, que es piratería y está mal enseñarlo en el colegio. A buscar porno ya aprenderéis vosotros solos si no sabéis ya.. Pues yo que sé, poned "los milagros de San Google" a ver que sale.

Y toda la clase pincha y llega a mi blog. Pobretes, menudo susto, ¿no?

Otra cosa qe me intriga es que alguien que busca "bomberos de Barajas" llegue a mi blog porque el resultado está suficientemente arriba en la lista de Google para que se decida a pincharlo. En serio, ¿tanto hablo de bomberos? Igual tendría que hacer terapia o algo, que a lo mejor estoy obsesionada.

Y sobre todo... ¿quién me busca por mi familiares? Porque vale... como soy la prima lejana de los Increibles muchos llegan a quí buscando el juego de mesa de esta familia extraordinaria o incluso un cineforum sobre la película (que no sé yo si da para tanto como para un cineforum, pero bueno, no les voy a quitar la ilusión).

Algunos, que sospecho que sí me buscan a mí, ponen en google, "speedy blog: prima". Que por mí no hay problema, ¿eh? Pero es que Speedy es mi diminutivo. Mi nombre completo es Speedygirl. SPEE-DY-GIRL. Que Google hace milagros, pero no le pidáis que busque hasta apodos, hombre, que va a ser mucho pedir...

Ahora, lo que de verdad, de verdad, de verdad me intriga es alguien que ha utilizado de palabra clave "speedy blog hermana de los increibles". Tengo la sensación de que este lector/a misterioso/a sí que me buscaba a mí, sólo que se ha hecho un pequeño lío con mi parentesco: podría haber preguntado por cuñados, nueras, suegras o tíos... Pero ha preguntado por la hermana de los Increíbles, así que oye, se ha quedado cerca. Y además me ha hecho reir un montón porque cuando he leido esa búsqueda me he partido la caja. Venga, me muero de curiosidad, confesad: ¿quién ha sido?

jueves, 9 de junio de 2011

Pincha-ruedas

Cuando cursaba los estudios de contadora de cosas tenía varios amigos que me llamaban hincha-ruedas, que así, de primeras, puede parecer un insulto, pero que no lo era en absoluto. Con ese palabro querían decir que tenía la habilidad de animarles cuando estaban de bajón. Vamos, que encontraba los puntos positivos que tenían para enfrentar su problema, el que fuera, y les animaba a seguir adelante.
A partir de ese vocablo, que desde aquí reivindico que se incluya en el dicionario de la Real Academia de la Lengua, yo he deducido el que sería su antónimo: el pincha-ruedas. Todos conocemos a algún especimen de esta categoría. El/La típico/a que, le cuentes lo que le cuentes, le encuentra alguna pega. Incluso a las noticias indiscutiblemente buenas

-Me ha tocado la lotería
-Pufffffff, pues la mitad del premio se lo lleva Hacienda.

¡¡¡¡¡¡PINCHA-RUEDAS!!!!!!!!

-Han abierto una chocolatería guay al lado de mi casa.
-Pufffffffff, pues vas a engordar la tira.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PINCHA-RUEDAS!!!!!!!!! (Y ENVIDIOSO)

-He conocido un chico genial. Me encantaaaaaaaaaaa!!!!!!!! Es perfecto!!!!!!!! Y no tiene novia!
-Pues con esa edad y sin novia... alguna rareza tendrá. Eso si no es un asesino en serie que te quiere descuartizar y enterrar tus restos en un bosque.


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PINCHA-RUEDAS!!!!!!!!! (Y MAL BICHO)

Ya cogéis el concepto, ¿no? Los típicos odiosos y odiables, lo hagan o no a mala leche. Pues bien, ahora he descubierto que incluso una aplicación informática puede convertirse en un pincha ruedas. Y como prueba lo que me está pasando esta semana.

Y es que, cuando aparece de la nada algún faenón de tamaño XXL, mi remedio más eficaz para atajar la mala leche que me genera es pasarme por lo blogs para leer alguna entrada o comentario que me haga reír y me quite el mal rollo. Y bueno, para qué lo voy a negar, también para ver las estadísticas de mi riconcito bloguero porque reconozco que los días que, por lo que sea, hay más visitas que de costumbre, me dan una alegría. No sé por qué, pero me sigue haciendo ilusión pensar que alguien que llega de rebote a mi blog, se queda. Que lee un post, le hace gracia y tiene ganas de leer otro más y luego otro, y otro... y al final, sin darse cuenta, ha pinchado 20 veces en "ver comentarios". Me hace ilusión y me alegra el día. ¡Qué tontada!, ¿no?

Bueno, pues eso me pasó hace poco al final de un día de perros. Mi contador de blogguer marcaba el doble de visitas de las que suelo tener y me dio un subidón. Qué bien, oye, por fin algo bueno en este miercoles del averno. El caso es que, al mirar de donde venían esas visitas, me extrañó las procedencias, porque se repetían mucho más de lo normal... pero no le quise dar vueltas. Cuando fui a buscar más detalles a mi cuenta de Statcounter, la página no estaba disponible, lo que ya me colocó definitivamente la mosca detrás de la oreja. Pero bueno, yo prefería seguir viviendo feliz, en la ignorancia.
Al día siguiente la cifra de mis visitas seguía siendo estratosférica y Statcounter ya estaba totalmente disponible para recordarme la cruda realidad, mi muchíiiiiiiiiiiiisimo más disdreto (y más real, me temo) número de lectores. La mitad de la mitad de lo que indicaba blogguer. Asumido lo cual, tengo que decir dos cosas:

-Statcounter es un ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡PINCHA-RUEDAS!!!!!!!!!!!!!!
-Luego os quejaréis de blogguer, que borra comentarios y entradas, separa los párrafos, quita puntos y aparte, desordena las fotos y nos veta la entrada a nuestro blog y aledaños durante, al menos, un día al año... pero mira, ve que estoy teniendo una semana de mierda y decide hinchar artificialmente mi cifra de visitas para animarme. Hay que ver, eso es ser detallista y lo demás son tonterías... Y eso que no conozco a los jefazos de blogguer, que si no...

lunes, 6 de junio de 2011

Empanada (mentalmente)

Mi vida está patas arriba. Más que de costumbre, digo, lo cual quiere decir que está muy, pero que muy patas arriba. Mi futuro laboral es incierto, otra vez. Mis vacaciones peligran, de nuevo. Mi día a día últimamente consiste en ir de la ceca a la meca cerrando temas pendientes, abriendo nuevos caminos y buscando soluciones para todo, así, en general. Y eso significa vivir instalada en la locura permanente.

Empiezo el día contando cosas sobre los cuidados de la piel en verano y a mitad de mañana me convierto en toda una experta en rehabilitación de vivienda. Entre lo uno y lo otro recibo varias llamadas de mis compañeras de teatro para saber si ya he pintado las chimeneas y de mis amigos, que me llaman preguntando si estoy preparada para morir en la batalla de laser tag que tenemos pendiente desde marzo.

Cuando llego a casa a comer me encuentro con una bonita carta de Hacienda que me informa del pedazo de cacho de palo que me va a meter en mi próxima declaración y un precioso recibo de ENDESAstre, que me sigue timando todo lo que quiere y más.

Con este panorama, pues ya os podéis imaginar que estoy que no estoy. En las últimas dos semanas, he llamado a gente marcando mal el número de teléfono, he mandado sms a destinatarios equivocados y he enviado correos a unas direciones, pensando que eran otras. Si me dieran un euro por cada vez que he dicho estos días "Ayyyyy, qué cabeza, perdona" a estas alturas ya sería millonetis.

Así que ya que estoy, os lo voy a confesar. El anterior post, el de la ropa de verano, era una idea de entrada que, en realidad, quería guardar como borrador. Dada mi poca lucidez mental, en lugar de pichar la opción correcta, cliqué en "Publicar" y apareció en vuestras pantallas. Lo más grave de este asunto es que os tengo tan acostumbrados a mis patochadas, que no os extrañó lo más mínimo semejante tontada de post y hasta comentasteis. Que yo os lo agradezco, ¿eh? ¡Faltaría más! Pero que este estado mental os parezca normal en mí... me preocupa. Igual tengo que buscar ayuda profesional. ¿Conocéis algún buen psiquiatra?

miércoles, 1 de junio de 2011

El verano ya llegó

Saco la ropa de verano y esto parece el polo norte