miércoles, 30 de mayo de 2018

Saber sin saber por qué

Esto ya lo dije por aquí, pero me apetecía recuperarlo con voz. Porque hay cosas cosas que no se sabe por qué se saben sin más y por eso cuando te preguntan por qué lo sabes sólo puedes contestar que lo sabes aunque no sepas por qué...

No sé si está quedando muy claro. Mejor le dais al play

viernes, 25 de mayo de 2018

Locura en defensa propia

En la estratosfera jefacial hay un altísimo porcentaje de locura por metro cuadrado. El ambiente en los despachos de las altas esferas se parece bastante al de Quién voló sobre el nido del cuco porque hay más de un jefazo al que se le va la olla de la lindo. Pero, sin lugar a dudas, Neo se lleva la palma.

Ya os he contado cosas de este jefazo que vive en una realidad paralela que nadie más entiende. Siempre ha sido un horror trabajar con alguien que se le pira la pinza porque, claro, como no tienes ni idea de lo que le pasa por la cabeza, nunca sabes a qué atenerte. De un tiempo a esta parte la cosa se ha puesto aún peor porque Neo está chinado total. En serio, no es una exageración en plan jijijaja, de verdad creo que se le ha aflojado un tornillo. Ya no rige. Se obsesiona hasta la náusea con asuntos de relevancia ínfima, a menudo dice una cosa y la contraria en la misma frase y cada vez tiene más delirios de grandeza. En la oficina todos vivimos con le miedo de que un día aparezca disfrazado de Napoleón y con un gorro de papel en la cabeza.

La cosa es que, como él manda, no queda otra que seguirle la corriente y al final nos mete a todos en un bucle de surrealismo tan intenso que los cuerdos acabamos dudando de nuestra propia salud mental. La mayoría de los días transcurren tal que así. Él te dice:

-Haz rojo.
Tú haces rojo.
-¿Por qué has hecho rojo?
-Porque me dijiste que hiciera rojo.
-No, te dije amarillo.

Tú recuerdas perfectamente que te dijo rojo, pero te callas, claro, no te queda otra y cambias a amarillo. Al rato...
-¿Por qué está eso amarillo? No puede estar en amarillo.
-Porque me acabas de decir que lo cambie.
-No, yo te he dicho que el rojo estaba equivocado, que el amarillo era el correcto y que lo modificaras.
-Pues eso, que cambiara de rojo a amarillo, es lo que acabas de decir.
-Yo no he dicho eso, no seas demagógica.
Tú miras a todos los lados a ver si es una cámara oculta, contienes como puedes un alarido de desesperación y respondes:
-¿Entonces lo dejo en rojo?
-Ok.

Lo vuelves a cambiar a rojo, oootra vez. 10 minutos más tarde...
-¿Qué hace eso en rojo? No puede estar en rojo.
-Me acabas de decir que lo cambie, ¿no? Te he preguntado "¿en rojo?" y has contestado "ok".
-Es que hay que ver, si te vas a tomar todo al pie de la letra, yo no puedo hablar contigo.

Tú piensas que te perdiste la clase del instituto en la que explicaban los múltiples significados polisémicos de una contestación tan rotunda como ok. Con cara de póker total, repreguntas.
-¿Entonces en amarillo?
-Ah, tú verás, piensa en nuestra conversación y ponlo como te he dicho.

Empezando a dudar de si en la última media hora has perdido tu capacidad para entender castellano a pesar de que es tu lengua materna, preguntas a tus compañeros para saber qué han entendido ellos.
-Amarillo.
-Te ha dicho amarillo.
-Al principio te dijo rojo y luego que cambiaras a amarillo.

Parece que hay unanimidad así que lo cambias de nuevo a amarillo, esta vez con un tono levemente distinto a ver si así hay más suerte. Poco después...
-¿Por qué está eso otra vez amarillo?
-Porque es lo que me has dicho, le he modificado el tono a ver si así te cuadra más.
-Yo no te he dicho amarillo, he dicho rojo.
-¿En esta realidad o en Matrix?
-¿Qué?
-Nada, nada, que en rojo estaba al principio, ¿te acuerdas? Y me dijiste que lo cambiara.
-No, yo te dije que el amarillo es un color cálido dentro de la escala cromática general, que era mucho más apropiado que el rojo y que sustituyeras el color que había por amarillo.
-¿Y eso no es cambiar rojo por amarillo?
-Pues no.

Miras a Neo. Miras a los compañeros. Vuelves a mirar a Neo. No sabes qué contestar. Por suerte suena el teléfono y se corta una conversación de la que no tenías ni idea de como salir. Para zanjar el tema le mandas un whatsapp, a ver si por escrito os entendéis mejor.
-¿Entonces finalmente lo quieres rojo?
-Sí.
A las dos horas, Neo vuelve a la carga.
-¿Por qué está eso en rojo?
-Porque me confirmaste por whatsapp que lo cambiara a rojo, ¿te acuerdas? Le enseñas la pantalla del móvil con el mensaje.
-No sé qué whatsapp dices.

Miras la pantalla del móvil. Miras a Neo. Vuelves a mirar la pantalla del móvil. Estás esperando alguna explicación rocambolesca sobre un hermano gemelo maligno ladrón de teléfonos que se dedica a hacerse pasar por él y mandar mensajes falsos o un relato sobre como se levanta sonámbulo por las noches a enviar whatsapps aleatorios o simplemente una teoría conspiranoide sobre como Rusia piratea la telefonía mundial inventando mensajes ficticios de usuarios para así sembrar el caos y hundir el sistema capitalista. Sin embargo, la explicación no llega. Simplemente niega la mayor. Tenéis los dos el mensaje delante, pero él hace como que no existe.

Ante tal grado de locura, sólo hay una salida: defenderte con locura. No te queda otra. Al más puro estilo Asterix y Obelix buscando la Forma A 38.




Dicen que si no puedes vencer a tu enemigo únete  él. Ya os contaré ya...

lunes, 21 de mayo de 2018

AudioParrafadas3.- Ojos de destrucción masiva

Hay gente que no mira, encañona y si te atrapa en su radar, no falla el tiro.

¿Os ha pasado?

Dadle al play.

viernes, 18 de mayo de 2018

Ohhhhhhh, síiiiiiiiiii, menudo drama: un estado de la cuestión

Actualización mensual de los niveles de drama por centímetro cuadrado. Os voy a poner al día.

Obviando el minúsculo detalle de que no tengo ni repajolera idea de qué hacer con mi vida y que estoy más perdida que un pulpo en un garaje (ambos asuntos menores y sin la más mínima importancia), ahora mismo tengo dos problemas principales:

-Mi báscula me ha lanzado un ataque unilateral e inesperadamente contundente que me tiene cabreada como una mona. Y es que la cabrona de ella aprovechó una época que estuve en la parra sin controlarme para disparar a mi línea de flotación un cargamento de kilos que se me colaron al abordaje y que han decidido quedarse en plan okupa. Pese a mis denonados esfuerzos por echarlos los cabritos siguen aferrados al puente al más puro estilo "Del barco de Chanquete no nos moverán" y, efectivamente, no hay manera de moverlos. He probado a matarlos de hambre quitándoles el avituallamiento de bollos, azúcar, pan y chocolate que tanto les gusta y a matarlos de cansancio con infinitas e interminables sesiones de gimnasio y patinaje, pero oye, como si quieres arroz, Catalina. Y lo peor de todo es que el tiempo apremia porque al revés que en Juego de Tronos "smmer is comming" y minifaldas y bañadores asoman la patita por debajo de la puerta, así que está empezando a cundir el pánico. Yo, en concreto, estoy harta de polizones, de verdad. Haaaaarrrrrta.

-La vida no me cunde pero nada de nada, o sea, a un nivel ya de preocupar. Y para colmo he desarrollado en los últimos tiempos una exagerada adicción a twitter que me colapsa máximamente, así que me queda otra que implementar medidas drásticas. Voy a ponerme un horario de ocio. Así como os lo cuento. En plan: ahora toca leer, ahora toca escribir, ahora toca ver series... a ver si consigo que los días se me alarguen un poco, porque hijos míos, qué horror...

Bueno, que ahora que estoy pensando, igual la mejor opción sería internarme en una clínica de desintoxicación con tarifa plana en la que me hicieran un completo: me desengancharan de la comida basura, de los 280 caracteres y de paso me ordenaran un poco la cabeza, que buena falta me hace.

En fin, que no quería que acabara la semana sin actualizar. Que terminéis bien el viernes y eso.

Se viene finde en 3, 2, 1...


jueves, 10 de mayo de 2018

Absentismo bloguero por día mie***

Me tocaba actualizar pero no va a poder ser, compañeros, y a fin de ilustrar el complot cósmico que lo hace imposible, aportaré varios datos esclarecedores:

-Mi maldita regla ha llegado, como siempre, cuando le ha salido del unicornio y con más ganas de guerra que nunca. Ahora mismo sólo me apetece llorar, acercarme a maromazos tipo George Clooney más de lo legalmente permitido o acabar con las reservas mundiales de chocolate. Para cualquier otra cosa aplico el "perdona, pero es que ahora mismo yo debería estar durmiendo" como respuesta a todo.

-He encendido mi ordenador (que está sumido desde ni se sabe en una lenta y amarga agonía que comenzó con los paros parciales del teclado y vaya usted a saber como acabará, pero desde luego bien no, ya os lo digo) y no funcionaba nada porque se había cambiado sola la fecha del sistema a noviembre de 2099, a mi pobre PC no le coincidía con la fecha real y se ha chinado máximamente. ¡¡2099!! ¡Ahí lo llevas! A saber por qué habrá escogido esa fecha en concreto... Igual es un mensaje en clave que me manda alguien del futuro.

-En mi última sesión de gimnasio me han dado tal paliza que me duelen músculos que no sabía que tenía y que, por lo visto, son necesarios para mantener la posición erguida que caracteriza a la familia de los homínidos. Me cuesta estar de pie, pero sentarme a teclear es una utopía muy alejada de mis posibilidades reales en este momento.

Así que dada la situación, puedo afirmar que este jueves tiene muchas papeletas para ser un día de mie***.Y aunque normalmente Sidonie tiene razón y los días de mie*** son culpa mía, en este caso concreto concurren circunstancias atenuantes. A las pruebas me remito.



Hoy será un día de mie***
Y toda la culpa será mía


No toda...

viernes, 4 de mayo de 2018

AudioParrafada2.- Creetelo

Ver a algún suertudo conseguir lo que siempre ha querido me produce sentimientos encontrados. Por un lado me entristece un poco porque me recuerda que a mi no me ocurre. Por otro, si es un suertudo que se lo ha currado a tope, me alegra porque se lo merece y porque es un rayito de esperanza para los demás. Si el de delante aparca es que hay aparcamiento, ¿no? Igual en algún momento es nuestro turno.

Estos días está cumpliendo su sueño un suertudo que se lo ha currado más que nadie en esta vida y que encima es un cuquito máximo al que le tengo un cariño enorme, así si me alegro más por él me revienta una arteria. Y como tenía ganas de decírselo, se viene audioparrafada.

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