-¿Vienes a la fiesta de fin de trimestre?
-No sé si iré, estas no van, no voy a conocer a nadie.
-Hombre, que estaremos los profes
-A ver, pero que ya me sé como va esto, estaréis con vuestras groupies, habrá que coger turno para hablar con vosotros.
-¿Como que VUESTRAS groupies en segunda persona? Jo, yo pensaba que eras una de MIS groupies.
-Hombre, pues no, yo soy una habitual de tus clases, pero convendrás conmigo en que se me puede ubicar más en la oposición, eso sí, ejerciendo una oposición leal y responsable. Buenooo, no, pensándolo mejor no, porque eso sería si esto fuera una democracia y de eso nada.
-En eso llevas razón, cuando quiero endurecer el nivel de la clase lo endurezco, da igual lo que haya salido en la votación previa. Eso es cierto.
-Así que, como estamos en una dictadura, más bien se podría decir que soy una opositora del régimen, una disidente jajaja.
-Jajaja, sí hija, porque a quejica no te gana nadie.
-No, perdona yo no soy quejica, soy honesta y sincera, que la sinceridad es la base de toda relación sana. Tú dices que la sesión ha sido fácil y divertida y los demás te ponen una sonrisa hipócrita como dándote la razón. ¡Hatajo de mentirosos!
-¡Aaaala, qué bruta eres!
-No, de bruta nada. Tú eres un solazo de hombre, yo te quiero y tú lo sabes, pero te gastas un nivel de hijoputismo gratuito en las clases que es una cosa ya de preocupar. Así te lo digo. Lo que es, es.
-Creo que es la declaración más bonita de amor-odio que me han hecho jamás.
-Y sin despeinarme jajajaja
viernes, 29 de marzo de 2019
lunes, 18 de marzo de 2019
¿Qué os gustaría hacer antes de palmarla?
Estoy haciendo mi lista sobre las 10 cosas que hacer antes de morir y me está costando la vida misma, la verdad. Por un lado porque decidirse SOLO por 10 cosas, ¡pufff! Y por otro... Bueno, es difícil de explicar. El caso: necesito colaboración. Estoy haciendo encuestas en mi vida en 3D y ahora en estos mundos interneteros sobre lo que pondrían ellos en su propia lista, así que, queridos lectores, os pregunto:
¿Que os gustaría experimentar antes de cascar el peine?
lunes, 11 de marzo de 2019
Favoritos
Antes pensaba mucho en lo mal que iba mi vida. Bueno, no, mejor dicho pensaba en que NO iba. Ni bien, ni mal, simplemente no se movía, no avanzaba. no seguía. Para mi era un misterio porque yo no paraba quieta, intentaba todo lo intentable en todas las direcciones posibles, pero aquello no tiraba ni p'alante ni p'atrás. Y claro, me rompía la cabeza intentando averiguar qué estaba haciendo mal y cómo podía cambiar esa dinámica.
Hoy, después de leer una cosa sobre el Jamacuco Supremo que no sabía, he puesto en favoritos de mi móvil el número de emergencias.
Mi vida sigue igual de atascada que siempre o más. Y me importa un bledo.
Hoy, después de leer una cosa sobre el Jamacuco Supremo que no sabía, he puesto en favoritos de mi móvil el número de emergencias.
Mi vida sigue igual de atascada que siempre o más. Y me importa un bledo.
lunes, 4 de marzo de 2019
Del océano de incertidumbre y el flamenco rosa
Mi vida está patas arriba. ¡Qué novedad!, ¿eh? Me imagino que no esperaríais leer esto aquí ni en mil años porque es algo que nunca ha salido en este blog. En finnnnn.... mejor me lo tomo a chufla.
Para colmo el tema ahora ha empeorado (que ya es decir) porque desde el Jamacuco tengo bastante más prisa para algunas cosas y muchísima menos paciencia para otras. Eso, unido a que ahora hago lo que me sale del unicornio porque la vida son dos días y uno nos lo pasamos durmiendo, trae consigo explosiones y destrozos en determinadas zonas vitales que aumentan exponencialmente mi caos, ya de por sí de un tamaño considerable. Ahora vivo inmersa en la madre de todos los caos, en el CAOS SUPREMO. Ahí es nada, amiguis.
En resumen esto se traduce en que mi día a día es un mar de incertidumbre en cuanto a horarios, planes a corto y medio plazo y futuro en general. Esto por un lado bien porque es resultado de mandar a tomar aire fresco cosas y personas que me tenían hasta el toto. Por otro lado esa duda perpetua complica a tope hacer planes y empezar actividades nuevas. Nunca sé si voy a poder ir a tal sitio a tal hora o si me tocará o no trabajar el siguiente puente, ni una aproximación remotamente cercana a mis fechas de vacaciones. O si tendré vacaciones, siquiera. Y eso ya no está tan bien.
Así las cosas, me agarro desesperadamente a lo poquito positivo que consigue mantenerse a flote en este océano de inconcreción. Estoy allí repanchingada en mi colchoneta con forma de flamenco rosa gigante, con mi mojito en la mano y cero ganas de mover un dedo. Sé que tengo que bajarme y nadar hacia la orilla, o poner rumbo a la isla más cercana o hacer señas para que algún barco me recoja y pueda volver a tierra firme a seguir con mi vida. Sé que tengo que pinchar el flamenco rosa, decir adiós a las siestas flotantes al solecito y enfrentarme a la realidad.
Pero es que no quieroooooo.....
Para colmo el tema ahora ha empeorado (que ya es decir) porque desde el Jamacuco tengo bastante más prisa para algunas cosas y muchísima menos paciencia para otras. Eso, unido a que ahora hago lo que me sale del unicornio porque la vida son dos días y uno nos lo pasamos durmiendo, trae consigo explosiones y destrozos en determinadas zonas vitales que aumentan exponencialmente mi caos, ya de por sí de un tamaño considerable. Ahora vivo inmersa en la madre de todos los caos, en el CAOS SUPREMO. Ahí es nada, amiguis.
En resumen esto se traduce en que mi día a día es un mar de incertidumbre en cuanto a horarios, planes a corto y medio plazo y futuro en general. Esto por un lado bien porque es resultado de mandar a tomar aire fresco cosas y personas que me tenían hasta el toto. Por otro lado esa duda perpetua complica a tope hacer planes y empezar actividades nuevas. Nunca sé si voy a poder ir a tal sitio a tal hora o si me tocará o no trabajar el siguiente puente, ni una aproximación remotamente cercana a mis fechas de vacaciones. O si tendré vacaciones, siquiera. Y eso ya no está tan bien.
Así las cosas, me agarro desesperadamente a lo poquito positivo que consigue mantenerse a flote en este océano de inconcreción. Estoy allí repanchingada en mi colchoneta con forma de flamenco rosa gigante, con mi mojito en la mano y cero ganas de mover un dedo. Sé que tengo que bajarme y nadar hacia la orilla, o poner rumbo a la isla más cercana o hacer señas para que algún barco me recoja y pueda volver a tierra firme a seguir con mi vida. Sé que tengo que pinchar el flamenco rosa, decir adiós a las siestas flotantes al solecito y enfrentarme a la realidad.
Pero es que no quieroooooo.....
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