Antes pensaba mucho en lo mal que iba mi vida. Bueno, no, mejor dicho pensaba en que NO iba. Ni bien, ni mal, simplemente no se movía, no avanzaba. no seguía. Para mi era un misterio porque yo no paraba quieta, intentaba todo lo intentable en todas las direcciones posibles, pero aquello no tiraba ni p'alante ni p'atrás. Y claro, me rompía la cabeza intentando averiguar qué estaba haciendo mal y cómo podía cambiar esa dinámica.
Hoy, después de leer una cosa sobre el Jamacuco Supremo que no sabía, he puesto en favoritos de mi móvil el número de emergencias.
Mi vida sigue igual de atascada que siempre o más. Y me importa un bledo.
Quizás esa sea la actitud
ResponderEliminarEsperemos que no tengas que llamar :O
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