lunes, 13 de noviembre de 2023

¡Revolución!

No sé bien cuál es el nuevo objetivo de mi síndrome premenstrual. Porque antes estaba claro que intentaba con todas sus fuerzas que me cortara las venas, en venganza por el desperdicio de varias décadas de óvulos, supongo. Me imagino a mis hormonas indignadas pero serenas, circunspectas, distribuidas ordenadamente como el jurado de "12 hombres sin piedad". Y la portavoz leyendo el veredicto:

-"Por tanto, en vista de la ineficacia reproductiva de la hospedadora a causa de la cual se han perdido cientos de proyectos de cigotos y bebés en potencia, condenamos a la acusada a la pena capital. Y como no se merece ni el gasto en un verdugo que la ejecute, disponemos que ella misma acabe con su vida por el método que prefiera. Así nadie podrá acusar a este tribunal de ensañamiento ni falta de misericordia".

Luego el plan no les ha salido del todo bien, porque mes tras mes me resisto a cumplir la pena, los ánimos se han debido de ir caldeando -supongo- y han decidido endurecer mi castigo. Ahora no quieren que me mate yo, eso sería demasiado clemente pata mí. Ahora su plan es que me cargue a otro, me metan en la cárcel y acabe mis días triste, encerrada y sola, maldiciendo mi trágico final. De hecho, me imagino a mis hormonas anegadas por la rabia, fuera de sí, prácticamente al borde del delirio apretando como locas las tuercas de mi ánimo y de mi mente, mientras tratan de liberar a mi monstruo de los ojos rojos. Y la líder de estas pedazo de cabronas arengándolas con un megáfono:

-"Compañeras, apretad, esta perra capitalista nos ha tenido esclavizadas durante años planificando periodos menstruales que no se han utilizado nunca para nada. Si los hubiéramos gestionado nosotras, la pirámide de población de España se habría invertido gracias a los miniSpeedys que habría salido del aparato reproductor de la hospedadora. Abajo capitalistas explotadoras, el útero para quien lo trabaja".

Así que aquí estoy, usando hasta el último miligramo de fuerza de voluntad de mi cuerpo para no cometer asesinato, mientras pienso que es lunes otra vez (¡¡OTRA VEZ!!) y que ésta es la definición perfecta de mi estado de ánimo.



¿Vosotros qué tal?

1 comentario:

  1. Yo no quiero enumerar lo feliz de mi existencia, pero de un tiempo a esta parte mi grado medio-alto de misantropía va en aumento.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.