Bueno, pues como soy lo peor y no me ha dado tiempo a actualizar antes de irme, aquí estoy, a lo cutre desde mi móvil del pleistoceno haciendo lo que puedo. Así que os cuento en plan telegrama sin enlaces ni leches.
Hay nueva aventura acuática a la vista. Si, después del desastre del escafoides. Después de cabalgar las olas con escasisimo éxito. Después del crucero. Si, hijos, si. Si los trenes y sus retrasos lo permiten, en nada embarco rumbo a lo desconocido. Por ahora esto os puedo contar.
-Estoy en un tren llenos de señores GIGANTESCOS que se ve que van al mismo torneo de rugby y que se desparraman como pueden en asientos en los que no caben para dormir después de lo que, esta claro, ha sido la juerga de su vida. Algunos llevan hasta antifaz.
-El cielo esta muy pero que muy gris, lo cual me daría igual si no necesitara buen tiempo para navegar tranqui los próximos días. Verano, tronco, llega ya. O si alguien te retiene pestañea dos veces.
-No se si estoy preparada para la charla sobre la ubicación de los chalecos salvavidas que me espera en breve. Se vive mejor en la ignorancia.
Así que si todo va bien, hasta la vuelta. Y si va mejor que bien igual ni vuelvo, venís vosotros a verme en donde esté.
Pues eso, a cuidarse. Y por la sombra, bombones.
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