Tengo ganas de llorar. Un montón. Y el caso es que no ha pasado nada malo. Hay cosas que no me van todo lo bien que me gustaría, como a todos, supongo. Y en otras tengo suerte. Pero la cosa es que últimamente lo que me apetece, de lo que REALMENTE tengo ganas, es de llorar.
Me parece curioso porque no suele pasarme. Yo soy más de rabia. Habitualmente los putadones de la vida suelen enfadarme, más que entristecerme. Me cojo unos rebotes de flipar. Me cabreo conmigo misma por hacer o dejar de hacer lo que sea que ha dado pie al putadón. Me cabreo con los demás, con todos los que estén en medio, alrededor o en los orígenes del putadón. Me cabreo por el momento en que ha ocurrido, por el sitio en el que ha pasado, por la manera en la que ha tenido lugar.
Todo me enfada en progresión ascedente, cada vez más y más. Me meto en un círculo vicioso del que, como los niños cuando cogen esas rabietas interminables, no sé salir. Se me abre dentro, en alguna parte, un agujero negro que absorbe todo y lo convierte en rabia. Ira incandescente que se retroalimenta, se multiplica y genera llamas cada vez más altas.
Estoy así el tiempo necesario, lo que me hace falta. Luego el proceso suele invertirse solo, con el paso de los días. El sistema se autorregula y todo vuelve a su cauce. Normalmente. Hubo un tiempo, hace ya bastante, en el que el sistema falló. Los putadones se acumularon, sin descansos para organizar trabajos de extinción, y la rabia creció descontrolada. Se hizo espesa, contundente, se endureció y se pegó a las paredes de mi cerebro. ¿Sabéis cuándo se forma tanto hielo en el congelador, que apenas te deja espacio para meter la comida? Pues un poco eso, pero con sentimientos.
Cuando empecé a intentar quitar el hielo, lo hice a golpes. Craso error. Como pasa con la nevera, esa solución exige enormes esfuerzos que logran resultados mínimos. Es mucho mejor desenchufar, que el hielo se convierta en agua y que escurra por sí sólo. Tarda más, pero es la única manera de que desaparezca totalmente.
Y bueno, eso es lo que creo que está pasando ahora, que la rabia se me está derritiendo y me está saliendo por lo ojos. Por eso tengo tantas ganas de llorar. No es tristeza, es algo que me apetece, como irme a dormir cuando estoy cansada. El problema es que para mí el llanto es como las arenas movedizas, que no sé si me van a dejar salir una vez que me meta en ellas. Por eso lloro poco, para no acostumbrarme, para no alejarme de un asidero sólido en el que pueda agarrarme cuando quiera parar de llorar.
Y claro, me quedo con ganas de más.
Igualito me pasa a mí con la rabia, y las lágrimas... estoy igual, desde que murió mi abuela (hace dos años y medio) tengo más ganas de llorar que nada, y no es que duela, es sólo que se salen, quieras o no.
ResponderEliminarLo bueno es que no son como las arenas movedizas, sí sales de ellas :)
Jope, yo no quiero que llores. O, mejor dicho, no quiero que tengas ganas de llorar (aunque eso es incontrolable).
ResponderEliminarEn estos casos siempre intento pensar lo mismo: que al final, pase lo que pase, siempre logramos salir airosos. Esto es así siempre (piensa en las veces que has pensado que te enfrentabas a una situación chunga, por ejemplo un examen, y al final lo has superado y ya ni te acuerdas).
Buena y alegre semana! ;D
Para quien no esté muy puesto en Harry Potter (speedysobris al poder!), el dementor es un ser muy chungo que te quita toda la alegría del cuerpo. Y para recuperarse de su ataque hay que comer chocolate.
ResponderEliminarAdemás hay otras muchas razones para comer chocolate: provoca la secreción de endorfinas, unas hormonas que te hacen sentir mejor; tiene mucha energía (no sabes la que gasta el cuerpo al llorar!); y está buenísimo.
Eso sí, con este calor, o chocolate negro o una servilleta resistente...
Anónimo F
Le voy a tener que dedicar otra canción para que cese sus lagrimas esa que dice:
ResponderEliminarVida, movida siempre quiero más. Volar, vivir, bailar y gozar. Tu mente siemrpe positiva hay futuro, hay salida. Alma joven, cuerpo de metal cargado de fuerza para avanzar. Siente el ritmo de la vida. Un planeta de movidas!
http://www.youtube.com/watch?v=DmFeDLG1Vos
A volaaaaaaaaaar!!! XDD
A mi me encanta llorar, es super relajante. Despues de una buena llantina duermes con un bebé.
ResponderEliminarAunque entiendo que el sentimiento del que tu hablas es una jodienda. Espero que se te derrita todo pronto y empieces de nuevo de cero. Un abrazo enorme Speedy!
No lo pienses echa a volar y vente pacá, en nuestro pequeño paraiso se te pasará, y cangrejito necesita más gente para jugar jajaja. un abrazo
ResponderEliminarAriadna, lo de las arenas movedizas... ¿seguro? No sé yo... al menos no en mi caso.
ResponderEliminarTarambana, gracias solete! Si no es que pase nada... no sé...
Anonimo F, como buena adicta al chocolate, conozco bien sus grandes ventajas... pero me estoy intentando controlar, que los abusos tampoco son buenos XDDD
SMK, tú y tus temazos! Madre mía! Te vas superando! ;P
H@n, ahí estamos, derrite que te derrite! XDD Gracias guapi!
Papacangrego, gracias por la oferta, sería guay jugar con Cangrejito, no sabes la de práctica que tengo en ese tema gracias a los speedysobris! XDDDDDD
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
SPEEDYGIRL
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA,JEAN EYRE , TOQUE DE CANELA, STAR WARS,
José
Ramón...
Bonita lloRa sin miedo, que eso limpia el alma (o eso dicen por ahí) Te hablo como llorona profesional, cuando te apetece llorar lo mejor es dedicarle el tiempo necesario, una tarde, varias noches... las dosis que necesites. Llega un momento en que te secas por dentro, no quedan lágrimas, ahí empieza la remontada.
ResponderEliminarBesos grandes para esos momentos "moco". GUAPA!
Bueno, llorar de vez en cuando no está mal, además, aunque parezca que no vas a parar nunca siempre llega un momento en el que no te salen más lágrimas. Lo malo es si eres de las que después les duele la cabeza, como a mí.
ResponderEliminarÁnimo :)
Ay, Speedy, no sé lo que es llorar de rabia. He llorado por muchos motivos pero no recuerdo nunca haber llorado por rabia.
ResponderEliminarPero si las lágrimas le resultan terapéuticas a tu rabia contenida, entonces no las retengas. Deja que limpien la rabia y que rieguen el terreno para una cosecha de serenidad.
Como escribió Saint-Exupéry en "Le Petit Prince": es tan misterioso el país de las lágrimas...
Las emociones y los sentimientos no son estaticos, evolucionan, la rabia quedó atrás y ahora otro sentimiento te embarga.
ResponderEliminarPasará, eso seguro.
Un beso
¿Pues sabes qué, Speedy? Que si quieres llorar, deberías hacerlo. Quizá guardarte todo ese hielo sentimental descongelado acabe por hacerte daño si no lo dejas salir...
ResponderEliminarY todos tenemos momentos de bajón sin mucha razón... o sí. A veces quedarnos sin objetivos, perder algo importante que no habíamos percibido o aislarnos más de la cuenta termina por generar unas sensaciones difíciles de entender. Tómate el tiempo necesario, haz lo que tengas que hacer y vuelve renovada y ¡dispuesta a seguir luchando contra el mal! ;)
Ánimo y te envío todas las plumas de la suerte que me queden xD.
José Ramón, qué despliegue, ¿no? XD
ResponderEliminarBolboreta, pues sí lo dices desde la experiencia de una llorona experimentada... me lo creo ;P Gracias!
Doctora, sí soy de las que le duele la cabeza... es un coñazo! ;P
Rain, nunca has llorado de rabia? Pues libera mogollón! Hay veces que estoy entre matar a alguien y llorar. Y como tengo una imagen de superheroína que mantener... pues el asesinato no es una opción ;P
Babilonio, pues sí, supongo que será eso.
Pajaro, cojo algunas de esas plumas de la suerte, que buena falta me hacen ;P Gracias!
A mí también me pasa lo mismo con la rabia; el problema es que tras llamear, cuando se agota me deja vacío, cansado y triste, buf.
ResponderEliminarÉchale la culpa a las hormonas y llora hasta cansarte.
ResponderEliminarIgual que viene, se va.
Pues KHal, menudo negocio, ¿no? No te dejes
ResponderEliminarPseudo, pues sí, mucho me temo que las cabritas de las hormonas tienen mucho que ver en esto... Qué panda de perracas están hechas, eh?