Estaba el otro día leyendo algo sobre el crítico interno, esa vocecita que todos tenemos en el cerebro y que no para de minarnos la moral. La que recuerda a todas horas nuestros errores, la que cuestiona cada decisión que tomamos, la que nos da por el culo a 24/7, hablando en plata. En lo que leí se recordaba la importancia de no creernos esta voz, que no suele decir la verdad y de separarnos intelectualmente de ella porque, (y esto me lo voy a tatuar en la frente a ver si consigo que no se me olvide), NO SOMOS LO QUE PENSAMOS. Total, que como técnica para conseguir esta separación recomendaban ponerle nombre a esta vocecita cabrona.
Como en este blog está tan presente el interior de mi cerebro que hasta hay entradas protagonizadas por mis neuronas, la vocecita también ha salido por aquí, claro. En algunos textos le tenía que poner hasta un color identificativo para distinguirla de otras yos mentales que también aparecían en el post. En fin, sin comentarios, ya sé que esto no dice mucho de mi cordura, no hace falta que me lo señaléis.
Incluso llegué a ponerle nombre, ahora que lo pienso. El trol por culero, AKA PorCu, es un viejo conocido por estos lares. Pero es verdad que no llega al nivel de hijoputismo gratuito del crítico interno. Es más bien un Don Dramas que percibe desastres donde no tiene por qué haberlos, facilita que cunda el pánico y me lleva directa al caos. Me recuerda un poco a Miedo, de Inside Out. No es el mejor compañero de viaje, desde luego, pero no es tan cabrito como la crítica interna.
Esta cabrona es muuuuuuuucho peor. No es que te boicotee sin querer en situaciones difíciles. Es que está tooooodo el santo día enmendando la plana, destacando lo negativo y siendo odiosa, en general. Te dice que estás engordando, que fulanita te ha dejado en visto porque en realidad no le importas, que no te van a dar el trabajo de turno porque cualquier candidato es mejor que tú. Es, además, la capitana a posteriori por excelencia. Te hunde por haberte equivocado en tal o cual cosa, cuando en el momento no tenías información suficiente para reconocer la decisión correcta. Tampoco tiene piedad. Te machaca mientras estás en el suelo. Esos días que el mundo se te cae encima te está esperando en casa para seguir hurgando en la herida. Porque es una hija de la gran puta.
Bueno, pues a esta cabrona hay que ponerle nombre. Yo he estado pensando y ninguno me parece lo bastante contundente. Mindy es la típica animadora cruel de peli de instituto americana, pero me suena como dulce. Me he planteado Regina, que es la reina de esta categoría gracias a la mítica Mean Girls, aunque al final se vuelve medio buena, así que no me cuadra. Se me han ocurrido nombres que me suenan a mala sin ninguna razón objetiva tipo Dévora y el que más me convence es el de la malvada más malvada que recuerdo en mi infancia: Diana (pronunciado DAIANA), de la serie Uve
Por ahora este es el que tiene más puntos, pero no termino de estar convencida. ¿Me dais ideas?
Jajaja Daiana me gusta mucho, la verdad. El otro día, recordando dibujos de cuando era pequeña, me acordé de Milady, la gata malvada de D'artacan. Es una sugerencia con glam, ¿no crees? XD
ResponderEliminarBesos.
Daiana era la mala de v q estaba buena y se comia los ratones.
EliminarUn voto pues
japuta así directamente
ResponderEliminar¿Sabes que hay gente que piensa en imágenes y no tienen japutas ahí dentro dando porcú todo el día? Me da una envidia, pero de la mala.
Perdona mi lenguaje soez pero es que saca lo peor de mí
Que tengas un hermoso día lleno de trinos bonitos querida Speedy
Restituta; sin duda.
ResponderEliminarMe encanta Restituta.
EliminarSpeedy, yo tengo exactamente la misma compañera de viaje, perenne, en mi cabeza. Pero hasta que no he leido tu post, no me había dado cuenta. Gracias por poner palabras a estas cosas!
"PorCu" era un buen nombre porque también suena un poco a "puerco", que sirve de insulto clásico.
ResponderEliminarAl leer "Regina" me ha gustado, pero yo le pondría apellido y la transformaría en "Regina Falange" (un nombre que inventó Phoebe, la de Friends). Me suena a nombre de villana y al mismo tiempo me hace gracia. xD
La llames como la llames, espero que no te de mucha guerra. Al fin y al cabo solo es un pensamiento: no es obligatorio hacerle caso.