Me uno de nuevo a la convocatoria de un jueves, un relato. Esta vez lo organiza Moli y propone unas fotos para inspirarnos. Ésta es la que he elegido yo. Aquí las aportaciones de los demás.
-¡Au!
Se me escapa un quejido, a pesar de mis esfuerzos por simular que no noto los tirones de pelo que Petra me da al hacerme la trenza. Sé que lo hace a propósito para conseguir que parezca débil, para poder seguir acusándome de ser una niñata. Y porque disfruta haciéndome daño.
Antes intentaba entender por qué me odiaba tanto, pero terminé desistiendo. Fue así desde que puse un pie en esta casa. Tal vez pensó que venía a quitarle lo suyo, no sé. Traté de ser paciente, de comprender sus ataques, de devolverle bien por mal. Quise explicarle que no quería nada, que estaba de paso, que no era una amenaza para ella. Nunca quiso escucharme.
Ahora, simplemente, la ignoro. Finjo que no veo las malas caras, que no escucho las contestaciones desagradables, que no siento los tirones de pelo. Simulo que no me doy cuenta de que me deja las tareas más pesadas y que cuando ocurre algo malo encuentra la manera de implicarme. Enfrentarla sería echar más leña al fuego y ¿para qué? Me iré tal como vine. Ya falta poco.
Sólo me da pena por papá. Tantos años viviendo sin él y cuando por fin nos encontramos tenemos que volver a separarnos. Pero, aunque lo intentara, no creo que fuera capaz de quedarme. Yo soy aire, soy agua, soy tierra, soy fuego. No estoy hecha para vivir entre cuatro paredes, mi casa es la naturaleza y allí necesito regresar. Pronto cambiará el viento y Petra, por fin, volverá a vivir tranquila porque yo desapareceré. Al menos hasta que la veleta vuelva a señalar al norte.
¡Vaya relato, me dejas con ganas de más y eso es que es muy bueno!
ResponderEliminarMuy mal por el padre. O es que Petra se lo ha montado muy bien.
ResponderEliminarSituaciones que se vivían (y se vivirán) en muchos hogares; aunque esta época, afortunadamente, es más favorable para evitar lo que entonces se aguantaba por no contar con otros medios o posibilidades.
ResponderEliminarMuy buen aporte y con un gran trasfondo…
Un placer leerte, Speedy.
Abrazo, y feliz día 💙
Es muy triste cuando en una relación entre dos, se mete un tercero en discordia. Y cuando se trata de un padre con su hija, peor! La protagonista por suerte tiene buena actitud ante la vida, no se deja manejar. Así que junto a su padre o sin él, le espera un futuro satisfactorio y lleno de aventuras! Convencida! Un abrazo!
ResponderEliminarUn relato muy emotivo de una situación de encuentros y penurias a partir de una anécdota visual cotidiana. Muy bueno
ResponderEliminarEsas Petras que tuvieron y tienen que soportar tantos niños... Has creado un relato precioso de un hecho cotidiano, besos.
ResponderEliminarGracias a la imagen y a tu relato yo también he podido sentir el tirón de Petra.
ResponderEliminarBesos.
Hola, qué chulo el relato! Fíjate que yo al principio pensaba que hablaba de una hermanastra, hasta que he caído en que era la madrastra. Me ha gustado mucho, eres capaz de empatizar porque seguro que todos hemos vivido una situación parecida con algún familiar o alguien que nos hacía de menos. Felicidades! Por cierto, soy nueva seguidora, si te apetece pasarte por mi blog estaré encantada, y si te gusta lo que ves y quieres suscribirte, genial! Un besote!
ResponderEliminarConocí a unas cuantas Petras, literalmente. Mi padre se casó 5 veces y yo fui hija de la segunda mujer, así que sentí tu relato muy, muy cercano... Gracias, Speedy.
ResponderEliminarPetra se lo pierde, nunca llegó a conocer de verdad a la protagonista, una pena, pero pasa muy a menudo en la sociedad. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Speedy. Te dejé un comentario y no lo veo. Quizá lo tengas en la lista de Spam. Yo acabo de encontrar algunos en dos de mis Blogs. Este Blogger debería de actualizar porque no deja de cometer errores…
ResponderEliminarEn cualquier caso, decirte que me ha gustado mucho tu participación. De una bonita imagen cotidiana de aquella época, has desarrollado una situación que también se daba mucho (y aún se da en estos tiempos) y en la que como único objetivo, si las circunstancias acompañaban, era poder liberarse y poder ser y sentirse como esos elementos que bellamente describes…
Un placer leerte.
Bsoss, y muy feliz finde 💙
y
ResponderEliminarEsa maldad la conozco nuy de cerca y esa nobleza también. Mañana voy a pescar con unos amigos y dos de ellos están peleados de hace días. Uno es noble y lleva razón, el otro no es malo pero es más arisco. Veremos como se da el día si nos llevamos un disgusto o todo se soluciona poniendo las cosas en su sitio.
ResponderEliminarUn saludo
si pudiera retener a un ser querido cerca, muy cerca suyo, un tiron de pelo, una colleja no es maltrato son muestras de amor aunque los nuevos tiempo con esas " muestras de amor " te puedas buscar un buen lio. Un abrazo
ResponderEliminarY con lo que los tirones de pelo desquician, no sé ni cómo se contiene la zagala. Una pena tanto desamor.
ResponderEliminarUn abrazo.
me gustó el relato aunque deja varias interrogantes abiertas al lector.
ResponderEliminarMuy interesante.
Me ha encantado el relato y tu forma de narrar que acabo de descubrir. Y ese final que cierras con un paréntesis abierto " Al menos hasta que la veleta vuelva a señalar al norte"...
ResponderEliminarChapeau
Me gusto leerte y quedé con ganas de más. Te felicito.
ResponderEliminarVaya, creí haber dejado mi comentario.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEse mostrarse vencida, derrotada; mientras detrás del escenario ensayas tu mejor escena. Un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarNoelia, gracias
ResponderEliminarCabronidas, el padre está a por uvas, creo yo.
Marifelita, yo también creo que le quedan muchas aventuras
Neogeminis, hay muchas penurias en lo cotidiano, sí. Gracias por leer
Moli, ojalá nunca encontrarse con una Petra en la vida, ¿verdad?
Devoradora, yo con la foto también sentí el tirón y eso que no se ve la cara de la prota
Raquel, bienvenida, ahora voy a leerte a tu blog!
Myriam, puf, 5 veces!... eso no tiene que ser siempre fácil de gestionar dependiendo de la edad con la que te pillara
Xan, sí, Petra no es muy buena escuchando, desde luego
Ginebra, gracias por el aviso, tenía un montón de comentarios en spam!
Buscador, espero que el día de pesca resultara bien!
Rodolfo, no sé, en este caso Petra no lo hacía con nada de amor, creo yo...
ResponderEliminarEsther, pues se contiene porque hay batallas que no merece la pena luchar
Tracy, esa era la idea, dejar interrogantes y que cada uno lo termine como prefiera.
Lopillas, gracias, me gustaba la idea de que el texto quedase abierto y que cada uno se imagine lo que quiera.
Musa, thanks
Berta, efectivamente, la procesión (para bien o para mal) va por dentro.
Muy bueno.
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