viernes, 11 de abril de 2025

Pesimismo defensivo, mis coj*ones 33

 

Iba a decir una cosa, pero como llevo en la blogoesfera más años que un árbol, se me ha ocurrido mirar a ver si ya lo había contado y resulta que sí, que esta turra ya tenía su check hace una década. Pero me he puesto a leer lo que escribí y resulta que dos lustros después sobre los mismo pienso distinto.Así que vamos al lío.

No os habréis dado cuenta porque en este blog apenas se nota (ejem ejem) pero una de mis peores condenas es un super mega maxi pesimismo extra de queso que me hace mirar un donut y ver sólo el agujero. Esto me venía en parte de manera natural y en parte como sistema de protección, en plan quien se pone en lo peor no tiene nada que perder. Me enteré que eso era una técnica extendida que incluso tenía nombre científico y en ese momento me pareció algo positivo que mi cerebro "amablemente" usaba para cuidarme. ¡JA! Ilusa...

Diez años después he aprendido a las malas que mi mente antes muerta que remar a favor de obra, que antes muerta que facilitarme la vida, que antes muerta que ayudar. Y que OBVIAMENTE esa super negatividad dopada con toneladas de esteroides sólo servía para verlo todo negro tizón, sufrir como una perra, dar la guerra por perdida antes de empezar y autosabotearme en batallas que ya nunca sabremos si podría haber ganado yendo con una mentalidad y un ánimo mejores. Ojalá en ese momento haber leído este hilo de Twitter

 

 
 
No habría servido de nada, supongo. No me lo habría creído. He necesitado una década para darme cuenta de la chasta que me estaban haciendo mis maravillosas neuronas y aún ahora, sabiéndolo, trato con todas mis fuerzas de combatir esa tendencia equivocada y casi nunca lo consigo. El peso de las malas costumbres.

Si me encontrara a mi yo del pasado primero seguramente le pegaría y después le daría un único consejo: tienes al enemigo en casa, en concreto encima de las cejas. No te fíes.

domingo, 6 de abril de 2025

La paranoia del maleficio

Antes me hacía gracia que mi vida fuera como una permanente cámara oculta. Me reía, lo contaba, lo escribía. Pero, de verdad, como broma ya ha valido. Como dirían en ese clasicazo de peli que es "A propósito de Henry" (ahora no encuentro el clip) cuando se tiene suficiente se dice hasta donde. Así que, oye, a quien corresponda: ¡¡HASTA DONDE!! ¡¡BASTA YA!! ¡¡STOP!! ¡¡CRUCIS!!

No voy a dar la chapa, pero cuando intentas algo y no sale. Intentas lo otro y no sale. Intentas lo de más allá y no sale. En todos los ámbitos de tu vida. Cuando te turran con instrucciones contradictorias como "si quieres algo, haz cosas para conseguirlo" y "no puedes hacer las cosas esperando conseguir algo porque si no lo logras te frustras". Cuando de verdad ya no sabes por donde tirar, porque lo que hay no es y no encuentras forma humana de cambiarlo. Entonces empiezas a pensar que te han echado mal de ojo, que eres gafe, que estás maldita. Y te acercas peligrosamente a la zona esoterifriendly.

Bolas de cristal. Cartas del tarot. Astrología. Limpiezas de aura. Baños de sal. Numerología. En serio, estoy a un telediario de llamar al maestro africano Kumbu que deja fotocopias cutres en el parabrisas de los coches prometiendo ahuyentar todo tipo de espíritus y energías negativas.

Con eso os lo digo todo.

jueves, 3 de abril de 2025

Airbags


 

"Sentir ese nivel bajo y constante de felicidad que en los mejores momentos de la vida fluye por debajo de todo lo demás, como un amortiguador entre tú y el mundo que te rodea"

(La novela del verano, Emily Henry)

Es exactamente eso. Un flotador, un protector, una tirita antirozaduras de la realidad. Porque la vida es un viaje movido, lleno de frenazos, curvas y a veces hasta accidentes con vueltas de campana. Para todos, nos e libra nadie, aquí cada uno tiene lo suyo. Sólo que a algunos les dan airbags para mitigar los golpes y a otros no.

Esa es la cosa.

domingo, 30 de marzo de 2025

Un cerebro en tu equipo

 

Se habla de los que tienen digestiones pesadas. De los que les duele la espalda a mínimo que hacen cualquier esfuerzo. Los que padecen migrañas inexplicables. Los que se tuercen un tobillo con mirarlo. A los que les salen callos. Los que no consiguen pegar ojo en cuanto se cambian de cama. Se dice de ellos que pobrecitos, que lo que les ha tocado, que qué mala suerte.

No se aplica la misma regla con los que tienen un cerebro que no juega a su favor. Y no hablo de enfermedades mentales graves, sino de los que sufren (no hay otra palabra) una mente dedicada por completo a complicarles la vida. Que ve solo lo negativo. Que percibe a su dueño siempre por debajo de los demás. Que no deja de sobrepensarlo todo hasta la náusea. 

En estos casos no se dice pobrecito, qué mala suerte, sino "hay que ver, es que te obsesionas con lo malo y te empeñas en estar triste". Como si fuera una elección, algo que se hace voluntariamente. Nadie le dice al de las digestiones pesadas del párrafo de arriba que se empeña en digerir con dificultad, que no pone suficiente esfuerzo en que la comida le siente bien. Todo el mundo comprende que es su tendencia natural, que no depende de él, que lo único que puede hacer es controlar sus hábitos, escoger los horarios y los alimentos que menos mal le hacen y aguantar el tirón.

Pues con temas de "azotea"  un poco lo mismo. Nadie escoge ser pesimista, verlo todo negro, sentirse inseguro o hundirse con facilidad. Eso te lo encuentras de gratis, igual que al optimista le viene de serie. Puedes esforzarte en mitigar tu inclinación haciendo ejercicio, leyendo unas cosas y no otras, durmiendo lo suficiente y rodeándote de determinadas personas y alejándote de las demás. Pero la base de la que partes es la que es y no hay más.

Dejad a la gente tranquila, coño..

jueves, 27 de marzo de 2025

Atascos mierder


 

He visto esta imagen en Twitter y he pensado que sí, que es verdad, que cada uno tiene lo suyo, que la vida son épocas, que hay momentos buenos y malos. Y es verdad que a veces eres el coche blanco, otras el negro, otras el gris. O así debería ser.

Pero qué pasa cuando la regulación de semáforos falla y se forma en tu carretera vital un gigantesco atasco sostenido de coches mierder. Que intentas centrarte en que no son camiones mierder, ni grúas mierder ni hormigoneras mierder, que son más de tamaño utilitario, recogido, pero que no hay uno medio apañado para compensar. Que no hay un coche blanco, ni uno azul clarito ni uno de esos de los que se cambian de carril en la foto.

¿Qué sentido tiene soportar un embotellamiento eterno de shit cars?

 

lunes, 24 de marzo de 2025

Cota cero

Desde que te enteras de que Disney te ha tomado el pelo y que los príncipes azules no existen todo es bajar el listón. Asumes que no todo el mundo puede tener la cara y el pelazo de Robert Redford, ni la clase de Cary Grant, ni el carisma de George Clooney, ni el pacto con el diablo para nunca envejecer de Brad Pitt. Entiendes que no todos los que te encuentres serán millonarios, con trabajos significativos, emocionantes con buenos horarios y buen sueldo. Comprendes que aquí quien más quien menos tenemos nuestras cosas y hay que tolerar cierta cantidad de desacuerdo, incluso de rarezas. 

Aceptas que cada uno tiene sus experiencias, sus traumas, sus mochilas emocionales. Que la comunicación es difícil y que a veces alguien quiere expresar algo y el mensaje que llega es otro. Admites además la disincronía, el hecho de que a menudo las cosas no llegan en el momento oportuno.

Y sigues bajando el listón. Que sea bueno, inteligente, interesante. Que me haga reír. Que tenga detalles.

Y continúas bajando. Que sea, al menos, amable. Que me trate bien. Que pueda fiarme. Que muestre interés.

Y la bajada se empina. Que no esté condenado por malos tratos, ni atravesando una depresión severa, ni lleno de rencor por su pasado.

Y bajas aún más y más: Que me caiga, al menos, bien, que esté mínimamente a gusto con él. Cómoda.

Hasta que llegas a la cota cero, a partir de la cual necesitarías una tuneladora para seguir bajando el nivel. Y piensas: "Por favor, parafraseando a Joey, que al menos no me irrite hasta el punto de que me den ganas de arrancarme un brazo para tener algo que tirarle".



viernes, 21 de marzo de 2025

Capichi?

 

 

Voy a colocar la imagen de arriba como foto de perfil, tuit fijado y me la pego en la frente si es necesario. Aquí no puedo explicar nada más porque sigue en vigor la campaña StopTurras y no están mis finanzas lo suficientemente boyantes como para arriesgarme a multas. Pero vamos, yo creo que, como diría la gran Noemí Argüelles en Paquitas Salas: digo pocas cosas, pero se me entiende.

 

martes, 18 de marzo de 2025

VacaSoles

 

 

¿Vosotros os creéis este mapa? Yo en los sitios donde ponen cifras a partir de 13 sí, en el resto ni de coña. Preguntadle a cualquier persona de bien cuántos días seguidos ha llovido este mes y no os va a decir ni 6, ni 7, ni 8 ni 9 a no ser que esté intentando ser irónico. 

Digan los que digan los pluviómetros, la tecnología, la AEMET y mi tía Pepa a mi no me vas a convencer de que no llevamos dos siglos y medio de llover sin parar. Parece esto ya una cámara oculta. No sé como lo hacen los habitantes de climas con precipitaciones frecuentes para no cortarse las venas, porque yo cada vez que veo una ventana alta tengo reprimir las ganas de tirarme desde ella y acabar con mi sufrimiento. En serio os lo digo.

Por favor, Sol, por piedad, por compasión, vuelve ya de vacaciones. Incorpórate al curro en tus horarios habituales que no podemos más.Venimos de una pandemia, dos crisis económicas, una guerra y mejor no pensar lo que nos queda por delante, dado como está el panorama. Tenemos las resistencias al límite. O nos ayudas con unos cuantos rayitos o nosotros nos plantamos aquí.

Por-fa-vor.

martes, 11 de marzo de 2025

Resumen bloguero

Buscando otras cosas en este blog que ya va camino de los 15 años (¡bua, niño, como pasa el tiempo!) me encontré con un montón de fotos que había usado para otras entradas. Y fue curioso que me pasó como en esas sopas de letras en las que te dicen que las primeras cinco palabras que encuentras dicen mucho de ti, de tu bagaje cultural, de tu estado de ánimo. Pues un poco lo mismo, pero con tuits. Fue una especie de resumen de como me siento la mayoría del tiempo últimamente. Así que he pensado que para qué voy a escribir yo, si ya lo hace mi blog solo, adiestrado a través de años de chapas infinitas. Os dejo con él y aprovecho para desearos buena semana. Y por la sombra, bombones.

 

 

 
 
 




 
 
 

domingo, 9 de marzo de 2025

Bajar la voz

Hay un viejo truco para saber si una persona está mínimamente MÍNIMAMENTE interesada en ti o en lo que estás diciendo. Y es ir bajando paulatinamente la voz, para comprobar en qué momento te pide que repitas, que no te ha oído bien. Si eso no ocurre a partir de determinados niveles, no te está escuchando.

Estoy harta ¡HARTA! de que se me reproche que no pongo lo suficiente de mi parte, que no tengo paciencia, que pido mucho. Yo tiro del carro, tiro, tiro, tiro y tiro hasta que me canso y me detengo a observar si hay relevo. Si la cosa sigue en marcha si yo dejo de tirar. Y ¡oh, sorpresa! cuando no pongo yo todo el esfuerzo, el carro se para.

Advenedizos que desaparecen de un día para otro como secuestrados por la mafia rusa. Notas que te dicen a los 50 segundos que son los presidentes del club de fans de Hitler. Condenados por malos tratos. Gente rota, traumatizada, enferma. Sosos incapaces de mantener una conversación de ascensor, no te digo ya nada con un mínimo de interés. Y muchíiiiiisima peña con cero iniciativa que nunca llega a pedirte que repitas cuando bajas la voz.

¿Y la que exige mucho y no está poniendo suficiente esfuerzo soy yo?

Un poquito de por favor.

  

jueves, 6 de marzo de 2025

Conteniendo tormentas

No os lo vais a creer con las chapas que meto por aquí, pero yo en la vida en 3D no soy muy de dar las turra con mis penas. Soy más de poner cara de circunstancias, responder a los "¿qué tal?" con un "aquí, resistiendo" y tirar pa'lante como se pueda. De hecho, cuando estaba muy muy muy mal todavía me empeñaba en cerrarme más.

Me dijeron que era bueno soltarlo y desahogarse, así que en mi último bajón tocho busqué ayuda, gente con la que hablar. La verdad, mi sensación es que ni siquiera llegué a conseguir explicarme porque la peña está ocupada y a menudo las charlas parecen el programa 59 segundos, que si no logras acabar tu argumento en menos de un minuto, te bajan el micrófono. No por falta de voluntad, ¿eh? Niños, conciliación, enfermedades, padres en urgencias, exes locos pesados... la vida. Pero el caso es que no hay tiempo para contarlo bien.

No me dio la impresión de ser escuchada, la verdad. Ni siquiera sentí que había acabado de expresar lo que me ocurría y ya me pasaron directamente a la fase "deja de hablar de este tema y piensa en otra cosa". Y oye, y que yo soy medalla olímpica en sobrepensar y ese es  un consejo que de normal me viene muy requetebien, ¿eh? Lo sé. Pero decidíos por una recomendación, porque si desahogarse es bueno y soltarlo viene bien y es el paso previo para dejar de darle vueltas, desde luego con esas conversaciones misión NO cumplida. EN ABSOLUTO. Y queridos lectores, no os guieis por lo que hago aquí, donde sí me explayo y doy la chapa infinitamente. Aquí SÍ HACE FALTA una campaña StopTurras. Nos es así en la vida en 3D, en serio.

Pero se me ha movido de fase unilateralmente, así que cuando ahora me preguntan "¿qué tal?" ya ni siquiera respondo mis típicos "aquí, resistiendo". Ahora opto por encoger los hombros y no contestar. Prefiero no abrir las compuertas. Porque como en la imagen de arriba, donde tú oyes un silencio yo estoy conteniendo una tormenta.

domingo, 2 de marzo de 2025

En serio, ya está bien

 


En serio, como broma ya ha valido. Muy bien, muy interesante, no se puede decir que nos aburramos, pero ya vale, de verdad. 

Si algo no vimos venir en esta generación de cristal, de problemas del primer mundo, de todo a golpe de click, de redes sociales, de postureo, de ansiedad, depresión y sufrimiento autoinfligido es que íbamos a tener una movida tocha real como una guerra. Es que ni por asomo se nos hubiera ocurrido.

Sobre todo porque marrones hemos tenido, ¿eh? Que no es que hayamos estado tranquis. Pero han sido movidas "de cuello blanco", más sofisticadas, menos tradicionales. Se pinchó una burbuja y nos arruinó a todos durante décadas. Un notas se comió un murciélago y otros cinco años de dificultades económicas acuciadas por las mascarillas y la distancia social. No nos hemos privado de corrupción, volcanes, inundaciones, Filomenas... De todo menos aburrirnos.

Pero como somos el Netflix de los marcianos se ve que había que añadirle emoción a la nueva temporada con un clásico que nunca falla: una buena guerra mundial, que hacía ya unos añitos que no nos metíamos en ninguna.

Y yo sólo tengo una cosa que decirles a los guionistas de la vida y para ello voy a autocitarme:


¡¡BASTA YA!!

viernes, 28 de febrero de 2025

Clubes

Hay gente tan de este club

 

Y yo tan de este

 

 

Será que soy una cobarde. O que ya no puedo con más.

 

Elige tu propia aventura.

domingo, 23 de febrero de 2025

StopTurras

El problema es que es domingo y mañana lunes me gustaría teletransportarme aquí.




Y como va a ser que no, básicamente estoy así.



Y nada, que me ha parecido importante compartirlo con vosotros.

(...)

Bueno, en realidad no. La verdad es que me pasan más cosas, pero como estoy embarcada en la campaña StopTurras (no sólo por vosotros, sino por mi también para ver si logro salir del bucle) no puedo hablar de ello. Así que me limito a desearos una buena semana y precaución, amigo conductor.


TURRAS

viernes, 21 de febrero de 2025

Brazos tatuados y magia

 

 

No me suelen gustar los podcast de chicazos, ni los brazos tatuados, ni el fútbol, así que esta vez me ha venido bien que el algoritmo de Youtube no tenga ni la más remota idea de lo que debería sugerirme. Y es que si la tuviera jamás me habría mostrado en recomendaciones la entrevista de arriba de Álvaro Benito, que me ha encantado, la verdad.

Como soy una peor de la vida, ni siquiera me sonaba el nombre y así de primeras había pocas posibilidades de que yo me parara a escuchar a un futbolista metido a cantante. Pero lo cierto es que este señor habla muy bien y tiene muchas cosas interesantes que contar. Como yo le tengo bastante manía al deporte rey por abusón y por eclipsar a las otras disciplinas deportivas, todo el periplo hasta llegar a primera fila del Real Madrid me engancha poco. Pero un protagonista en plan epopeya del héroe luchando contra adversidades sobrevenidas y encontrando caminos alternativos... Eso sí, esa es mi mierda, desde luego. 

Y el story telling del viaje vital de este señor cuadra a la perfección con una película de aventuras clásicas. Dificultades, ascenso, contratiempo gigante, lucha para recuperar lo perdido, éxito final alternativo. Le añades un par de dragones, algún que otro caminante blanco y una chica con pelo rubio y tienes el guión de Juego de Tronos. Bueno, no voy a exagerar, pero lo que es irrebatible es que a este tipo le han pasado cosas increíblemente buenas y putadones enormes que se las han quitado. Tuvo que luchar para que la rabia no le paralizara, reinventarse, ser imaginativo, currárselo, buscar alternativas. ¿Que hay gente que hace todo eso y no le funciona? Irrebatible también. Pero eso no le quita mérito a él ni emoción a su historia. 

Me han molado muchas de las cosas que cuenta, pero me ha resonado especialmente lo de la hora y 15 minutos, donde habla de la paz que hay al otro lado de las derrotas, cuando te permites por fin cerrar capítulo, asumir que lo que no puede ser no puede ser y empezar algo nuevo. Cuando rendirse se convierte en la primera batalla ganada. Sobre todo porque no parece que un tío claramente tocado por la magia de la suerte (para llegar dos veces al exitazo en dos cosas totalmente distintas hace falta un poco de magia, no me digáis) también lo haya pasado mal y sufrido y acumulado fracasos hasta lograr el triunfo. No parece que haya tenido que rendirse nunca y bueno, pues así ha sido. Sólo que él tuvo la fuerza para no hundirse y la capacidad de encontrar otra pasión igual de fuerte.

Ojalá yo.

martes, 18 de febrero de 2025

No lo sé

Cuando ya lo has pensado todo del derecho, del revés, pa'lante, pa'trás, no te queda otra que hacer números. Acudir a las matemáticas que, según dicen los de la Nasa y otros listos empollones. nunca fallan. Y cuando terminas eres consciente de que no salen las cuentas.

 


 

Llaman a lo de arriba la rueda de la vida o algo así, tampoco me acuerdo ahora del nombre exacto. El caso es que se supone que tienes que puntuar con un número como crees que estas ahora mismo en cada área de las que salen en el círculo. La idea es mostrar con que apartados están más o menos conforme y en cuáles tienes que trabajar. Ya os adelanto mi calificación media: suspenso.

Aunque de todas formas tengo que hacer un disclaimer inicial y es que poner los "quesitos" del mismo tamaño es un error de base. No creo que para nadie sea igual de importante la profesión que el ocio o la familia, por ejemplo. Para unos será más tocho lo primero y para otros lo segundo, pero igual, seguro que no. Por otro lado, los pintan paralelos, pero se superponen unos con otros porque si no tienes salud, a tomar aire fresco lo demás, pero si SOLO tienes salud, entonces te morirás de viejo con una vida triste y gris. Y sin nada de dinero se tachan muchas pero muchas de las otras cosas.

Aunque no lo parezca por lo me quejo, yo soy de buen conformar. hay muchas áreas que de forma objetiva van de pena y yo les pongo un 9 porque con lo que tengo voy tirando y por comparación en el país de los ciegos el tuerto es el rey. O porque son asuntos que me la refanfinflan y por eso con cualquier cosa me vale. Eso sí, fijaos qué nota tendrán otras para que de media me salga cate.

Y aún así no es mi problema principal. Lo que me preocupa de verdad es que en los quesitos con la puntuación más baja veo poco margen de mejora porque o no está en mi mano o ya he intentado todo lo que se me ocurre sin resultado. Ni idea de qué más hacer.

Y entonces pregunto a todo el que me cruzo en busca de iluminación y la respuesta estrella es: no lo sé.

Pues bienvenido al club.  Para ese viaje no necesitaba alforjas.

viernes, 14 de febrero de 2025

Felices sobresaltos

 


Quiero actualizar pero me niego a seguir dando la turra con lloriqueos, así que ante la imposibilidad de sacar nada viable de mi cabeza, recurre a Manuel, que dice verdades como puños de forma bonita. Os deseo a todos un buen fin de semana lleno de maravillosas alarmas y felices sobresaltos.

Y por la sombra, bombones. 

lunes, 10 de febrero de 2025

Trenes



Es curioso que cuando a los niños les preguntan qué quieren ser de mayores casi nunca responden una sola cosa. Dicen que policía o futbolista o astronauta o profesor. Y muy a menudo ni siquiera tienen una preferencia clara, se ven bien en cualquiera de esas profesiones.

Luego crecemos, elegimos estudios y también ponemos en la solicitud varias opciones, para tener un plan B por si no nos da la nota de acceso a nuestra primera elección. Y en este momento todavía somos capaces de visualizarnos en todas esas dedicaciones.

Pero después entras en el mercado laboral y te pegas años y años y años haciendo variaciones mejores o peores de una misma labor y cuando ya no quieres/no puedes/no te dejan hacerla más, te quedas en blanco. No te identificas con otra profesión, ni te apetece aprender algo de cero, ni empezar desde lo más bajo oooootra vez. Quiero decir, si te preguntaran lo que a los pequeños, ¿que quieres ser? no tendrías una respuesta. Probablemente porque ya no consideras tu trabajo lo que eres, sino lo que haces en un apartado de tu vida que ya ni siquiera está en la balda de arriba de tus prioridades, sino más bien escondido al fondo de la de abajo. Así que te da igual, lo único que te importa es que te ocupe el mínimo espacio posible para que te quepan más juguetes, más chucherías, más pelis, más libros y más música. Por seguir con la metáfora de la imagen de arriba, a lo mejor te bajas del tren pero ya no quieres volver al punto de partida ni tienes claro ningún otro destino.

Dicho lo cual, no me queda otra que preguntar en plan encuesta. Si en la actual fase de vuestra vida  tuvierais que cambiar de profesión, ¿a qué os dedicaríais?

Por curiosidad.

jueves, 6 de febrero de 2025

Epaminondas otra vez

Lo que me faltaba para el duro, amiguis. 

Ya os conté que estoy de nuevo envuelta en la locura teatrera, que esta vez no hay guion al que agarrarse y que eso lo complica todo. Por un lado, la técnica es más difícil y por otro me ha pillado a mi en medio de un bloqueo creativo tochísimo, lo que se traduce en que me está costando la vida misma aprender y mejorar. Y como yo soy muy de exagerar os voy a poner un ejemplo para que veáis que no exagero ni un pelo.

Si tienes que crear algo de la nada en tiempo real, una de las directrices básicas es aceptar todo lo que invente tu compañero de escena. Si entras pensando hacer el papel de un ladrón que va a robar una casa y él te saluda: "Hombre, papá, ya estás levantado", game over, tu historia del atraco se cae y de repente es tu hijo y la acción empieza ahí, no hay más vuelta de hoja. Si tu idea era viajar a la India y el otro actor dice que los pilotos de Iberia están de huelga, tu vuelo cancelado, se siente. Me explico, ¿no? Hay que seguirle la bola con lo que sea, está prohibido negar.

Parece una directriz sencilla, pero no lo es tanto como parece. Yo los primeros días estaba tan bloqueada, tan falta de agilidad, que negaba sin darme cuenta. Queriendo mantener la coherencia del personaje, crear conflicto, no aceptaba premisas y cuando al acabar mis compañeros me decían: "¡Me has negado todo!", yo contestaba sorprendida: "¿En serio? " porque ni siquiera era consciente de ello.

Total, que indignada conmigo misma por fallar en algo tan primordial, comencé una cruzada contra la negación. Antes muerta que dejar de aceptar lo que fuera. Pasara lo que pasara yo iba a decir que si. Y entonces el otro día...

-Vale, paramos aquí la impro. No vais a llegar a ningún sitio si tú nunca le niegas nada a él.

-Pero, pero, pero, pero...¡si está prohibido negar! Estaba poniendo toda mi alma y todas mis fuerzas en no negar.

-Ya, pero una historia necesita un conflicto, un problema que solucionar, si le dices que sí a todo no contáis nada.

-Pero, pero, pero, pero... si había que aceptar siempre.

-Ya, pero la acción no avanza si estáis de acuerdo en todo.

-Pero, pero, pero... 

Y aquí estamos otra vez. Interpretando mal indicaciones. Aplicando directrices donde no toca. Aprendiendo la lección equivocada. 

Siendo Epaminondas ooootra vez.

martes, 4 de febrero de 2025

Daños cognitivos

Después del sinvivir de ser superheroina, contadora de cosas y sobre todo después del Jamacuco Supremo yo, como el niño nazi de las piscinas de Teruel pero en modo no racista, lo que buscaba era la tranquilidad. No quería prisas, ni agobios. Y bueno, es difícil lograr eso sin contrapartidas porque no se puede tener todo en esta vida. Así que por lo visto el pago por evitar lesiones cardíacas es exponerse a daños neurológicos. En concreto los provocados por una EXCESIVA interacción diaria con una CLARAMENTE EXCESIVA cantidad de gente. Y eso que yo me considero bastante social, ¿eh? Pero todos tenemos un límite. 

 

Hablar con mucha peña durante el día implica mantener conversaciones de ascensor una y otra y otra y otra vez. Y ojalá ¡OJALÁ! fueran al menos conversaciones de ascensor distintas. Ojalá. Pero no me ha caído esa breva. Así que el deterioro cognitivo no viene tanto por la falta de interés o profundidad como por la repetición.

Y si te pilla en un buen día, pues mira. mal que bien, aguantas como puedes. Pero luego está tu propia vida poniendo trabas a tu capacidad de aguante y haciéndote resistir con el corazón roto, o con las hormonas apretándote las tuercas a tope o con los perracos de los bancos torpedeando tus finanzas. Y jussssto ese día que estás al límite es el que elige el petardo de turno para venir a tocarte las narices y montar un pollo por alguna sandez. Que no haces más que repetirte mentalmente lo del personaje de la viñeta de abajo.

 

Y piensas: menos mal que mi superpoder es la velocidad y no echar rayos por lo ojos, que si no, la de trabajo que les iba a dar a los enterradores.

martes, 28 de enero de 2025

ATT: depositario de mi muñeco vudú


Sí, por favor, a mi también lo de la imagen de arriba. Y que de paso le haga comer sano, hacer más ejercicio, no quedarse atrapado en bucles, conseguir ver algo claro, confiar en el futuro y tener un poquito, UN POQUITO, de suerte.

A ver, quien sea que tenga mi muñeco, que espabile.

domingo, 26 de enero de 2025

Choose your fighter

Como muchas cosas centrales de mi vida van mal de forma sostenida desde ni se sabe, en los momentos de bajona yo tiendo a pensar que soy gafe o que me ha mirado un tuerto. Tanto, en realidad, que ya en el colmo de la desesperación oí el otro día a una chica decir que su abuela quitaba el mal de ojo y me planteé seriamente probar a ver si podía sacármelo a mi. No es que crea yo mucho en esas cosas, pero he hecho otras acciones menos frikis y más razonables que tampoco han servido de nada, así que tampoco me parecía tan loco intentar oooootra opción más.

Todavía estoy en proceso de reflexión, ya os contaré si me decido. El caso es que dándole vueltas a esto del infortunio conocí a un pobre chico que también tiene un curriculum en desastres varios que telita. Y pensé: si nuestros gafes compitieran: ¿quién ganaría? ¿Cuál tendría más potencia? Si los dos circuláramos por una carretera en la que hay un clavo en el asfalto, ¿qué coche pincharía, el suyo o el mío?

De hecho, me acuerdo que ya pensé algo así durante el CoronApocalipsis,  Aquello fue tan tocho que se suspendieron eventos GIGANTESCOS que nunca antes se habían cancelado y yo me preguntaba quién de los afectados pensaría que tiene la maldición más heavy: el que consigue cargarse Eurovisión, el que logran tirar por tierra las Olimpiadas o el que estaba a un partido de ganar la liga justo antes de que la pararan. Porque todos ellos tienen superpoderes en plan mal potentes al máximo, ¿eh?

Así que, pensándolo bien, igual el truco es eso, ¿no? Encontrar a alguien con peor fortuna que tu y pegarte a él en modo escudo para que vaya por delante atrayendo (y padeciendo) las desventuras del mal de ojo y te deje el camino despejado. Un poco la idea de esta joya del séptimo arte (ejem, ejem), pero sin tener que intercambiarla con nadie ni equilibrar nada.

¿Os imagináis que funcionara? ¡¡Sería taaaaaaaaaaaaaaaaan guay!!

jueves, 23 de enero de 2025

Los huevos de Maggie

 

(Bueno, otra vez voy a usar un vídeo que está lejanamente relacionado para explicar una idea. No os lo toméis literal. Y paciencia, por favor)


Estoy en el mismo proceso que Maggie en la peli Novia a la Fuga. Y no, ni estoy probando huevos, ni he escapado de varias bodas, ni adapto tanto mi personalidad a mis parejas que pierdo mi identidad. Pero me pasa como a ella, que no sé quién soy. En serio, ni repajolera idea. Y tendría que ser al revés, ¿no? Pasan los años y te vas conociendo cada vez mejor y teniendo cada vez más claro lo que quieres y lo que no. Pues yo ni zorra.

Estoy en más de la mitad de mi vida y no he conseguido nada de lo que creía que quería. Y lo peor es que ya no sé si lo quería de verdad o simplemente me había encabezonado porque no lograrlo me dejaba a la altura del betún ante mi misma y ante los demás. Ahora ya da lo mismo. Mi nivel de hartazgo es tal, que si alguna vez lo quise, ya no.

Pues muy bien, paz por fin. Aleluya, hermanos ¿Problema? Que lo de antes ya no sirve, pero no han aparecido objetivos, ni metas, ni sueños nuevos. Y (again) lo peor es que no sé si es porque no tengo o porque ya no me quedan energías y voluntad de emplear esfuerzos en nada de lo que no esté segura 100%. Ciento por ciento de algo: de que me gusta, de que se me va a dar medio bien, de que tiene futuro... De lo que sea, no hace falta de todas, pero por lo menos de alguna, una mínima garantía que me haga verlo claro. Que no es pereza, que no es que esté hasta el mismísimo unicornio de romperme los cuernos en lo que sea (que un poco también, no os voy a engañar). Pero poco. Lo principal es que no me apasiona, que no me apetece, que no me visualizo haciéndolo a largo plazo. Ojalá querer sobre todas las cosas ser neurocirujana aunque signifique estudiar otros 5000 años a muerte. Ojalá, de verdad. Porque vendría aquí y me quejaría y lloraría de lo mal que lo estoy pasando, pero le encontraría sentido a algo.Y es que ahora, como dice el meme, sentido no nos queda, ninio, solo Maxibon.

Y no sólo en lo profesional. Ojalá ser una loca del crossfit con llegar al iron man de Australia como principal motor de mi vida. Ojalá saber que mi sitio está viajando por la India de mochilera. Ojalá ilusionarme al máximo al abrir un canal de youtube para hablar de libros y brindar por cada nuevo seguidor. Ojalá querer con todas mis fuerzas arrancar un negocio con juegos de scaperoom inventados por mi. Ojalá esperar mordiéndome las uñas la última canción de un artista, o un nuevo juego de mesa o que  (y OJITO con esto porque ODIO el futbol por todas sus implicaciones no deportivas) mi equipo llegue a la final de la liga. Ojalá, de verdad. Pero no es el caso

Y por eso estoy, como Maggie en el vídeo de arriba, delante de un montón de metafóricas recetas diferentes de huevos para intentar averiguar cuál me gusta lo suficiente como para ponerme a cocinarla, para apostar por ella. ¿Me explico?

No creo....

lunes, 20 de enero de 2025

Dolor podrido

Me imagino que se junta el hambre con las ganas de comer. Por un lado esta rabia, esta furia por la sensación de estar siendo castigada injustamente. El enfado monumental, la indignación de sentirte timada, estafada, robada. Y luego viene la desesperanza más absoluta.

Porque para sobrevivir al dolor más intenso que has sufrido, tú inventas una historia, un cuento en el que semejante daño tiene sentido. Lo necesitabas para darte cuenta de una carencia y ponerle remedio. Era un ensayo general con suplentes que te iba a preparar para el estreno de verdad. Y gracias a esta explicación consigues seguir adelante.

Pero luego pasan los meses y el estreno no llega. No aparecen las estrellas del reparto y no hay ocasión de poner en escena eso que con tanto sufrimiento tuviste que aprender. Y entonces se te cae el relato que te mantenía en pie y sólo te queda una herida que no cicatriza ni a tiros y un dolor que se ha podrido con el tiempo y se ha ido filtrando hasta el último rincón de tu alma.

Ahora corre por tus venas ácido sulfúrico que está corroyendo tu positividad, tu energía, tu sentido del humor, tus fuerzas, tu fe, tu esperanza. No te queda nada dentro para volver a ponerte en pie. Nada.

viernes, 17 de enero de 2025

Improlocura

Tras varios años alejada de los escenarios (siempre he esperado el momento de poder utilizar e la vida real esta frase típica de artículo de prensa rosa) he vuelto a meterme en una movida teatrera. esta vez un poco distinta a lo habitual, porque es teatro sin texto, es decir que se inventa la escena en tiempo real, tal como se te va ocurriendo. ¿Qué implica esto? Que el nivel de locura siempre presente en cualquier proceso creativo crece exponencialmente.

Esto quiere decir que una vez a la semana yo asisto a charlas de móviles invisibles en un idioma inventado mezcla de alemán y portugués. Que veo a un pianista acudir a un brujo para que le arregle los dedos, que se le han quedado anquilosados en forma de cuernos de tanto tocar. Que presencio una visita al cementerio que acaba con una huida en paracaidas para escapar de los zombies. Que colaboro para inventar una religión nueva porque alguien sin querer ha pisado una hormiga que era la reencarnación de Buda y el budismo se ha acabado. Y todo así, ya os hacéis una idea.

Me alucina darme cuenta de los surrealismos que tenemos todos en la cabeza cuando nos fuerzan a inventar en vivo y en directo. Como nos influye el día que hayamos tenido, nuestros gustos, nuestras fobias, nuestras obsesiones. Como algunos en medio de cualquier surrealismo terminan metiendo siempre humo de tabaco y bendiciones, o mezclando en el bullullu a algún superhéroe o al actor de moda de Hollywood o los que acaban todas sus historias con explosiones o muertos.

Me flipa también ver lo que tengo yo en la mente, ahora que estoy en una de los bloqueos creativos más heavys que he pasado. A pesar de este entumecimiento cerebral, he conseguido convertir piratas en directores de orquesta, denunciar a Llados por piratearme el canal llenándome los comentarios de gente que odia tener fucking panza y acabar en comisaria con Brad Pitt por intentar escapar en tirolina de una montaña rusa averiada.

Miedo me da lo que me queda por delante.

lunes, 13 de enero de 2025

Antipropósitos

¿Ya habéis pensado los propósitos para Año nuevo? A mi se me están haciendo bola. Una mezcla de excesiva conciencia de la limitación del tiempo, falta de motivación y hartazgo de fracaso me mantienen aprisionada en el folio en blanco. Estoy por coger la lista de otros años, escoscarla un poco y proceder a ignorarla, como es tradición. 

Ooooooooooo, podría hacer como el tronchante Benja Serra (@Benjaserra), que es un crak divertidísimo que siempre da en el clavo con sus videos y que ha hecho uno con los objetivos que sí o sí VAS A CUMPLIR. Así evitas todo rastro de culpabilidad.

(No sé insertar el clip porque lo he visto en Twitter. Este es el enlace)

https://x.com/Benjaserra/status/1874911742633136556

Pedir postre, llegar tarde, ignorar mensajes... esta es la clase de propósitos que me siento capaz de conseguir sin problemas. Me gusta especialmente el de poner excusas cuando no quieras hacer algo. En concreto la excusa de que la luna está en cuarto menguante me parece la mejor del mundo, la voy a adoptar para todo.

En finnn... Yo de todas maneras no pierdo la esperanza y me doy de plazo este mes para hacer una lista seria que por lo menos pueda intentar. Y hay una que sí o sí o si o si o si TIENE que estar en ella: una amplia y detallada visita al punto limpio. Tengo muuuuuuuuuuuuchas cosas de todos los tamaños, formas y colores de las que deshacerme y eso que la secuela del complot de los electrodomésticos no ha hecho más que comenzar. Y que hago la vista gorda por pura pereza con varios de los otros nominados a abandonar la casa. De hecho, estoy a un paso de desear que venga otro mierderTsunami que me haga el trabajo sucio (nunca mejor dicho) de pensar los candidatos a la expulsión y me obligue a tirarlo todo sin mirar.

(Por favor, universo,. ERA UNA BROMA, no quiero otro mierderTsunami, ¿eh? ¡¡POR FAVOR!! Que con la rachita que llevo eres muy capaz de tomártelo al pie de la letra y mandarme otra fiesta de los zurullos)

Como estará el tema para que me vea obligada a hacer esta aclaración, ¿eh? Qué triste.

Ale, por la sombra, bombones.

 

viernes, 10 de enero de 2025

La pregunta del millón

 

 
 
Y con esta cuestión clave sobre la que indagaban el otro día en Twitter, nos vamos de cabeza al fin de semana, que falta nos hace.
 
Ale, por la sombra, bombones

lunes, 6 de enero de 2025

El bofetón

Bueno, primera entrada de 2025 y ya voy con seis días de retraso. Un aplauso por favor.

En fin, más vale tarde que nunca. La idea es sustituir la programación depresiva de final de año por un tono más ligerillo, pero como semejante cambio de tercio es mucho cartucho, voy a empezar con algo intermedio. Y breve, por favor, que tenemos todos el buche lleno de las comilonas de estos días y no estamos para turras.

Así que sólo diré que mi deseo para estos primeros meses es que me venga "el bofetón". Este término técnico lo aplico yo a cuando te estás quejando a tope porque algo ha salido fatal y estás cabreadísima e indignada al máximo explicando la injusticia a todo el que quiera escucharte y de pronto, de golpe, ¡ZAS! te pasa algo muy bueno que te echa abajo la narrativa que con tanta vehemencia estabas defendiendo.

Que por un lado te alegras, claro, pero por otro se te queda cara de idiota por lo rápido que han cambiado las tornas. Porque de repente parece que te estabas inventando todo el drama, como cuando llamas al técnico porque el ordenador falla y justo cuando él lo mira funciona todo a las mil maravillas, dejándote a ti como un inútil integral.

Bueno, pues vale, sí, para ti la perra gorda. Inútil, drama queen, exagerada, pupas, lo que quieras, déjame a los pies de los caballos, que quede todo lo mal que tenga que quedar, pero que me venga el bofetón pronto.

Por favor.