miércoles, 5 de mayo de 2021

El milagro del intercambio gaseoso

(Esto va a sonar a tópico a más no poder, pero lo voy a decir igual.)

Cada vez que hoy consigo respirar profundamente me sabe a gloria. Me doy cuenta de lo increíble que es poder llenar de aire los pulmones, del milagro del intercambio gaseoso . Y vosotros diréis, ¿qué te has fumado y por qué no nos pasas un poco? Y yo os respondo: no, hombre, no, un poco de paciencia que ahora os lo explico.

Con esto del puto bicho hemos oído hablar mucho últimamente de hipoxia y disnea, de dificultades respiratorias. Yo de momento he sido una suertuda que ha escapado del maldito bastardo vírico así que eso sólo me sonaba de oídas, pero ayer me costaba respirar. Por la mañana me venían constantemente bostezos interrumpidos que no lograba llevar a término. Aunque era incómodo, como a veces me ocurre durante un rato y luego se me pasa rápido, no me preocupé.

Cuatro horas después la cosa seguía igual y ya me dolía el pecho de los esfuerzos para tratar de hacer el gesto completo. A esas alturas ni siquiera conseguía ejecutar respiraciones profundas, sin bostezo. Ni de pie, ni tumbada, ni sentada. No me ahogaba pero sentía que me faltaba el aire. Me estaba poniendo nerviosa así que acudí al oráculo de San Google. Craso error.

La parte buena es que en internet, por loco que sea lo que te pase, SIEMPRE hay alguien al que le ocurre lo que a ti y con la consulta "no consigo terminar de bostezar, ¿qué hago?" salieron un montón de sufridores con este problema. La parte mala es que nadie les daba una solución a estos pobres desgraciados y que las explicaciones del fenómeno, como no podía ser de otra manera en la red de redes, eran apocalípticas. Problemas digestivos, circulatorios, cardíacos, ansiedad. CANCER. En internet te suceda lo que te suceda siempre terminas leyendo que podría ser un síntoma de cáncer. Es un clásico.

Quise tomármelo a broma pero no lo conseguí mucho, la verdad. Seguramente porque estoy otra vez de médicos y en proceso de saber si el Jamacuco Supremo va a tener segunda parte, solución, final feliz o yo que sé. Entre el colapso sanitario pandémico y que los médicos que me han tocado a mi en suerte son unos asperger incapaces de comunicarse con claridad con el resto del género humano, ahora mi salud está en unas circunstancias bastante indefinidas y en el momento IDEAL, por tanto, para que te cueste respirar. Y a mi me costaba un montón, cada vez más. Me dolía el pecho. No pensaba con claridad. No era capaz de concentrarme. Y dormir fue toda una odisea porque es increíble lo frustrante que resulta respirar pequeñito cuando lo que quieres es coger una bocanada grande, que te llene. Al nivel de quedarte a las puertas de llegar al orgasmo, no os digo más.

No sé muy bien como, al final me dormí y esta mañana me he despertado a las mil, como si me hubiera pasado por encima un tren de mercancías y pudiendo respirar profundo. Y cada vez que hoy logro llenar completamente mis pulmones de oxígeno pienso: ¡MILAGRO!

En serio, vamos por la vida (yo la primera) lloriqueando porque todo es un mierdo y bueno, no lo voy a discutir teniendo en cuenta, además, que estamos metidos en un CoronaApocalipsis interminable que nos tiene a todos hasta la pepitilla. Pero también es verdad que cada segundo ocurren milagros que damos por sentado. No nos vendría mal recordarlo de vez en cuando.

2 comentarios:

  1. Pseudo, fue lo que pensé, pero no tenía especiales motivos para que me diera, y en todo caso los mismos que al día siguiente cuando desapareció. No sé, a saber...

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.