miércoles, 17 de marzo de 2021

De médicos (again)

Diría que las revisiones del Jamacuco Supremo son divertidas pero la verdad es que no. Son más bien surrealistas. Incluyen siempre un montón de situaciones en las que miras a tu alrededor buscando la cámara oculta porque te parece imposible que alguien te esté preguntando eso en serio o en las que te mueres de ganas de tener una grabadora para poder demostrar que esa conversación se ha producido, porque cuando lo cuentes todo el mundo va a pensar que estás exagerando. Que este blog y yo (es verdad) somos muy de exagerar, pero que en estos casos en concreto no hace falta. Te lo dan todo hecho. 

En estas revisiones yo he oído cosas como:

-¿Por qué has venido?

-Ehhh..., porque me dio un jamacuco que casi se me lleva por delante. No sé, igual pone algo de eso en el informe de tres páginas que tienes delante...

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-No hay muchos consejos que pueda darte para prevenir otro jamacuco. Hay estudios que parecen relacionar algunos sprays nasales con estos episodios. No uses estos productos. No esnifes cocaína... No sé.

-Vale, también procuraré no ponerme delante de un camión para que me atropelle ni tirarme por la ventana de un quinto piso. Gracias por el consejo.

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-¿Esta prueba por qué te la mandamos hacer? ¿Perdías el conocimiento?

-No

¿Y entonces por qué te la hicimos, por probar?

-Pues si no lo sabes tú que eres el médico... A mi explicación no me disteis ninguna porque todos los de tu especialidad parecéis estar compitiendo por el récord Guiness al menor número de palabras usadas por paciente, así que no te puedo ayudar, lo siento.

Ha habido grandes momentos en las revisiones, pero la del otro día pasa ya a una categoría superior. Os cuento

(9 de mañana)

-¿Eres Speedy, que tenías cita ahora, verdad? Voy a avisar al doctor.

(9.45 de la mañana)

-Mira, Speedy, lo siento de verdad, ya he avisado al médico tres veces, pero está reunido con los jefazos, me dice que ahora viene, y no viene. Y yo ya no entro más, compréndelo, que ya he ido tres veces. Que sí, que estarán hablando de algo importante, no lo dudo, pero que la consulta empieza a una hora. Y yo ya no voy más. Entiéndeme. Es que, de verdad, así no se puede trabajar, qué desesperación. Señor, dame paciencia porque como me des una recortada me los cargo a todos.

Tranquilísima ante el buen rollo que se respira entre el médico que me va a hacer una prueba en el cerebro y su enfermera, paso por fin a que me la hagan poniéndome unos electrodos en la sienes.

(Zuuuum, zum, zum =onomatopeya de zumbido tranquilo. Lo aclaro que supongo que es imposible pillarlo sin explicación)

-¿Oyes ese zumbido? Es la sangre corriendo por tu arteria cerebral. Ya verás que guay, como cambia el ritmo cuando te estresas. Mira, como ahora que te van a coger una vía

-A ver aprieta el puño... ay, que no puedo, abre y cierra la mano... a ver... Ay, chica que no puedo

-Déjame que pruebo yo. No, es que lo tiene como obstruido. A ver, aprieta el puño. Ay, que no entra, chica.

-¿No podéis? Dejadme a mi un momento, mejor un poco más recto. Ay, pues tampoco.

(Zuuuum, zum, zum, zum zum zum =onomatopeya de zumbido un poco menos tranquilo)

-Espera que voy yo, ayyy, pero ¿por qué no entra? Speedy, si te hacemos daño nos lo dices, ¿eh?

-Pues ese brazo lo tengo ya bastante destrozado, la verdad.

-Pruebo con el otro. A verrr (Cara de horror máximo) ¡Que le he tocado una arteria!

Cunde el pánico. Sangre saliendo a chorro.

-¡Quita!

Aprieta aquí, rápido!

-¡Trae el carro de paradas!

-¿¿¿¡¡¡CARRO DE PARADAS!!!???

(ZUUUUUMMMM, ZUM, ZUM, ZUM, ZUM, ZUM =onomatopeya de zumbido TODO LO CONTRARIO A tranquilo)

-Voy a quitarte un momento los electrodos de la cabeza para que dejemos de oír tus pensamientos.

-Sí, casi mejor.

Controlan la situación, el tema se reconduce y seguimos con la prueba. Supongo que para relajar el ambiente, el médico trata de sacar un tema de conversación fácil. El tiempo o la última serie bombazo de Netflix habrían sido buenas opciones, pero el bueno del facultativo hace gala de una habilidad social sospechosamente parecida a la de Sheldon Cooper y suelta:

-Que esternón más pequeño tienes, ¿no?

De verdad que no sé que quiere que le responda a eso. Si hubiera dicho algo sobre el tamaño de mis orejas podría haberle contestado (como el lobo de Caperucita) "son para oírte mejor", pero sobre el esternón no caigo en ninguna alusión de la literatura popular. Me limito a mirarle resignada, así que sigue con las preguntas cómodas.

-¿Tienes hijos? ¿Has tenido abortos? ¿Estás planeando quedarte embarazada?

Por lo misterios insondables del cuerpo humano, aunque el jamacuco no es del aparato reproductor está muy relacionado con partos y demás, así que en las revisiones me hacen estas preguntas millones de veces. Simplemente por variar un poco mi respuesta y no en busca de terapia, en vez de contestar mi manido no a todo, sobre lo último se me ocurre responder: "Ya no me da tiempo". ¡En qué hora se me ocurre decir eso!)

-Que tiempo ni tiempo, si con tu edad eres un bebé. ¡Anda que no te queda! Tengo yo 10 años más que tú y me considero un bebé. ¿Por qué no te va a dar tiempo, a ver?

Estoy tumbada con unos electrodos en la cabeza. Tengo una pinza en un brazo taponando una arteria que hace un minuto estaba en plan surtidor, el otro brazo lo tengo agujerado por todas partes y con un catéter metiéndome no sé qué leches en vena. No me siento con fuerzas de ponerme a explicarle a esta enfermera bien intencionada mi desastrosa trayectoria vital, laboral, económica y amorosa. Estoy por darle la dirección de este blog y que saque sus propias conclusiones, pero intento primero con algo neutro, a ver si desactivo la conversación.

-Ya, es que me falta algún detallito que otro para llevar a cabo ese plan.

-A ver, que estamos en el siglo XXI, no necesitas la ayuda de nadie, eres perfectamente capaz...

Tercia el médico.

-Bueno, no insistamos, que cada uno sabe lo que quiere hacer y lo que no con sus circunstancias. A ver Speedy, mira a la pizarra que te voy a explicar los resultados de la prueba . Esto que he dibujado aquí y que parecen dos cacas juntas representan tu aurículas...

Seguiría contando como fue la cosa, pero supongo que ya os hacéis una idea. También supongo que creéis que exagero porque este blog es muy de exagerar y por eso me habría encantado tener la cámara oculta o la grabadora que comentaba en el primer párrafo de la entrada. Para que os dierais cuenta de que hay cosas que no hace falta ni exagerarlas.

4 comentarios:

  1. Madredelamorhermoso...lo que no te pase a ti...

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  2. Jajaja
    Pues me imagino que no te hara ni pizca de gracia, pero divertido es.
    Yo con lo hipocondriaco q soy me muero.
    Bss

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  3. Joder, parece de una pelí de risa, con médicos patosos, lo siento

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  4. Pseudo, ya lo sé, parece que me lo invento. Ojalá ciertas cosas fueran inventadas

    ECDC, no me hizo gracia en el momento. Cuando ya se tranquilizó todo la verdad es que me reí, es todo siempre taaaaaaaaaaaaan surrealista en esas revisiones que me es imposible no reírme, aunque sea por no llorar

    PapaCangrejo, parece una peli de risa pero una peli MALA de risa. En las buenas pasarían otras cosas mejores

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.