Leí el otro día un hilo en Twitter sobre cosas cotidianas de la vida que nunca vemos en las películas o cosas que ocurren siempre en la gran pantalla que nunca pasarían así en la vida real. Que siempre aparquen a la primera y en la puerta. Que preparen desayunos pantangruélicos de huevos, bacon, tostadas, zumo y bollos y luego nadie coma nada o si acaso cojan algo para el camino y salgan corriendo. Que estén todas las luces encendidas antes de entrar en casa, aunque sea la cabaña de la sierra a la que hace un año que no van. Esas cosas.
Y luego pensé... lo que sale mucho en las pelis son momentos parejiles-romanticones (o más bien pre todo esto) que casi nunca ocurren así en la vida real. Por lo menos no en la mía, no sé en las vuestras. Si os animáis, podríamos hacer una lista entre todos, ¿no? Por lo pronto a mi se me ocurren estas:
-La facilidad con la que dos desconocidos en plena calle (o en un supermercado o en el gimnasio...) sin haber intercambiado ni dos palabras quedan para lo que ellos llaman "una cita" en la que invariablemente él va a casa de ella a recogerla. No sé si vosotros ligáis tanto en la calle (igual sí y en esto yo soy la rara), pero ¿le decís vuestra dirección al primero que pasa? Porque parece un poco peligrosillo, ¿no?
-Las conversaciones en estas "citas" en las que dan por hecho que se tiene que hablar de tu infancia y de tu color favorito. Lo del color es un punto en el que insisten mucho, de hecho ¿En serio los gustos cromáticos son tan importantes como para que necesiten ser aclarados desde el principio?
-Cuando se quedan mirándose fijamente, sin palabras, durante cinco interminables segundos (suponemos pre-beso) que finalmente no acaban en nada. En esto tengo curiosidad, ¿os pasa? Porque en general tendemos a rellenar los silencios, que suelen resultar incómodos, sobre todo si no hay confianza aún. Aquí somos más de o me lanzo a la boca o disimulo a tope como si no se me hubiera pasado por la cabeza. Digo todo esto sobrios, ¿eh? Con alcohol de por medio es otro cantar.
-Cuando un personaje le dice una y otra y otra vez a otro que le gusta, que está loco por él/ella. Esto en el día a día tampoco ocurre mucho ¿verdad? Es decir, puede estar claro que le gustas a alguien y que el implicado no diga ni pío. O que lo confiese una vez y si no hay quorum, pues se hace como si nunca hubiera pasado nada.
-Que los dos protas estén discutiendo a todo discutir, gritándose como posesos y que en el fragor de la pelea uno se despiste, se le escape lo que realmente piensa (que el otro le encanta y que está celoso o lo que sea) y que el numerito acabe en beso apasionado.
-Que la pre-pareja (cuando aún no ha pasado nada físico entre ellos) se vea obligada a dormir castamente en la misma cama por la razón que sea (enfermedad, típica parada en motel cutrón en plena huida de los malos, disimulo obligado por malentendido familiar), que empiecen la noche cada uno en una esquina y se despierten por la mañana haciendo la cucharita perfectamente encajados y sin incomodidad ninguna: nadie le pilla la melena sin querer a nadie, nadie le aplasta el brazo al otro... ¡Si sincronizar eso lleva años de práctica! No hay quien se lo crea...
¿Qué más se os ocurre?
Yo solo quería hacerme adulto porque de niño veía aquellas pelis sensibleras americanas en las que, a los cinco minutos de conocerse, ya estaban follando, y pensaba: joder, yo también quiero que eso me pase a mí.
ResponderEliminarHay muchas escenas más, seguro, pero a mí la única que se me ocurre ahora mismo es la de la pelea del copón en la que se dicen de todo y poco les falta para matarse para después, como se quieren más que a su propia vida, vuelvan más enamorados que al principio y como si nada hubiera pasado.
ResponderEliminarBueno, se me acaba de ocurrir la de cuando se van a dormir y aunque quitan mil cojines de encima de la cama se echan y todavía les quedan un par grandísimos sobre los que tumbarse tan cómodamente, aunque el cuello les queda en un ángulo sospechosamente peligroso...
Besos.
Partimos de la base de que a la inmensa mayoría les gusta el cine de ficción, no el realista, el término comedia romántica ya me echa para atrás pero lo que de verdad me molesta es que amanezcan perfectamente maquilladas y peinadas.También hay que tener en cuenta de que la cultura de la cita recién se está implantando aquí pero lo de acostarte con alguien que acabas de conocer en Tinder...se da.
ResponderEliminarCabronidas, literalmente a los 5 minutos. Luego vas a una discoteca incluso en los felices años prepandémicos y te cuesta media noche jajajaja
ResponderEliminarDevoradora, lo de los cojines yo también lo pienso siempre, ¿para qué quieren tantísimos? ;P
Pseudo, en Tinder y hasta la aparición del maldito bicho en discotecas también. No me sorprende tanto eso como que queden a recogerles en su casa, que les den su dirección y sepan donde viven. A plena luz del día y sobrios lo último que quieres es que determinadas personas sepan donde vives, ¿no? O igual sólo me pasa a mi, no sé.