domingo, 5 de junio de 2022

Eleanor Oliphant

Una de las cosas que más me pican mentalmente (=me intranquilizan, me perturban, se me quedan dando vueltas en la cabeza sin poder evitarlo, como un picor en el cerebro que no me puedo rascar) es oír una canción y no recordar donde la he oído antes, a qué escena de peli o de serie la tengo asociada. No lo soporto.

No había notado una sensación parecida con otras cosas hasta el otro día, que leí un libro, me encantó y no conseguía acordarme de donde me había enterado de su existencia. En una web, en un vídeo de algún booktuber random que el caprichoso algoritmo de Youtube haya traído a mi feed, en algún comentario de libros relacionados en Amazon... yo qué sé. Me lo encontré apuntado en mi lista de próximas lecturas, justo después de aportaciones recientes y pensé que tenía que ser de los mismos días, pero mi mente había eliminado por completo cualquier recuerdo relacionado con ese título. Desesperada, hasta revisé mi historial de internet de toda la semana, por si siguiendo mis huellas digitales encontraba alguna pista, pero nada. Ni idea, oye, no tengo ni repajolera de como me enteré de que existía "Eleanor Oliphant está perfectamente".

Esa es la parte mala. La parte buena es que es una historia in-cre-i-ble que me ha encantado. Me ha intrigado, me ha conmovido y me ha divertido un montón.

No voy a hacer una reseña ni una sinopsis, que ya hay muchas por ahí. Y todas dicen más o menos lo mismo, cosas con las que estoy muy de acuerdo. Que es una novela original, narrada de forma muy inteligente. Que el personaje principal es una pasada y está muy muy muy bien construido. Y que en general es un libro guay muy recomendable. Suscribo al cien por cien todo eso, pero es que a mi, además, me ha parecido muy gracioso.

Y resulta raro, porque el pasado de la prota es infernalmente duro y en su presente hay muchas cosas que arreglar. Pero precisamente eso es lo que tiene mérito, contar algo serio, hasta triste muchas veces, haciendo reír. Y yo me he partido de risa con Eleanor. Porque, debido a sus traumas y a como se ha visto obligada a vivir, está bastante desconectada del día a día real, de las convenciones sociales. Eso la convierte en una especie de Sheldon Cooper, una inadaptada que no está cómoda interactuando con otros, que no entiende muchas situaciones y que se rige por lo que ha leído en libros, por lo que marcan las normas.  A menudo parece casi una extraterrestre recién llegada a la tierra, a veces me recordaba, incluso, al Gurb de Mendoza. Lo más desternillante es que la oímos pensar y, claro, ella se considera la normal y se extraña de los comportamientos de los demás. Leerla sorprenderse e indignarse por cualquier cosa habitual es tronchante.

También me hace gracia como se expresa. Es siempre exageradamente culta y formal en cualquier ambiente, por distendido que sea, lo que choca tanto a los personajes como al lector y le da un aire surrealista que me encanta. Usa ese vocabulario incluso al pensar. Palabras como palimpsesto, adquirir, personarse o imperativo en situaciones donde lo lógico es emplear la lengua coloquial me dan risa. 

Además me ha impactado su determinación. Como sus traumas la han obligado a desconectarse un poco de la realidad, parece no entender ni percatarse de la aleatoriedad de la vida. Para ella todo es cuadriculado, si haces A, pasará B. No hay opción de que salga mal, de que no ocurra, eso no es una posibilidad. Oírla pensar y expresarse con tanta seguridad sobre lo que ella llama "su proyecto" es gracioso. Y un poco inspirador, he de reconocer.

En resumen, que me ha gustado mucho. Que os lo recomiendo. Y que dejo por aquí algunas citas del libro que me han llamado la atención. Ale, por la sombra, bombones.

-La soledad va creciendo a su alrededor, como el moho o una piel, un profiláctico que inhibe todo contacto, independientemente de lo mucho que se desee ese mismo contacto. La soledad es acumulativa, se extiende y se perpetúa por sí sola. Una vez que se incrusta, cuesta un mundo desahuciarla.

-¿Quién era ese extraño, y por qué lo había escogido a él de entre todos los hombres de la ciudad, del país, del mundo, como mi salvador?

-Lleva su tiempo aprender a vivir con la pérdida, en caso de que lo consigas; yo, tras todos estos años, sigo viéndolo como un trabajo inacabado, en curso.

-Necesitaba que ocurriera algo, lo que fuese. No podía seguir pasando a través de la vida, por encima, por debajo, alrededor. No me veía capaz de continuar vagando como un espectro por la vida.

-En la vida hay que tomar la iniciativa, querida. Da igual lo que quieras hacer, hazlo… Da igual lo que quieras, cógelo. Da igual lo que quieras acabar, acábalo. Y vive con las consecuencias

-Siempre me he enorgullecido de valerme por mí misma. Soy una superviviente solitaria: soy Eleanor Oliphant. No necesito a nadie: no hay un gran vacío en mi vida, no falta ninguna pieza en mi puzle particular. Soy una entidad autosuficiente. Al menos, eso me he dicho siempre. Hasta que anoche conocí al amor de mi vida. Lo supe sin más en cuanto lo vi salir al escenario.

3 comentarios:

  1. Acabo de reservarlo en la biblioteca. Tu opinión y el vídeo con la reseña me han convencido.

    Besos.

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  2. Lo leeré antes de que acabe el año.

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  3. Devoradora, haces bien, yo creo que te gustará.

    Cabronidas, menudo poder de convicción tengo, ¿no? Dos de dos jajajaja

    Speedy

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.