domingo, 26 de septiembre de 2021

Fanfiction

(Fanfiction: relatos inspirados en libros, películas, series de televisión, mangas, videojuegos o incluso personajes reales, escritos por los seguidores de los originales.)

Voy a escribir una fanfiction. Pero no va a ir de los mágicos habitantes de Hogwarts, ni de los hermanos de "Sobrenatural", ni de Harry Styles y su capacidad inagotable de meterse en movidas. Va a ir de nosotros, que ni somos famosos, ni tenemos fans, pero sí un bonito blog casi desierto en el que YO hago lo que me sale del mismísimo unicornio. Así que al lío.

Ya dice Cath en FanGirl que la gracia de los fanfics es que consigues jugar dentro del universo de alguien más. Reescribir las reglas. O flexibilizarlas. Así que en esta historia tú y yo nos cruzamos un mes antes de que estés centrado en otras cosas, y gracias a ese buen timing, me ves.

Me ves, me abres la puerta y me dejas pasar a tu vida. Y entonces te das cuenta de que, contra todo pronóstico, tenemos bastante en común. Somos cabezotas y constantes y exagerados y creativos y emocionales y nos reímos hasta de nuestra sombra y tenemos un enorme capacidad de trabajo y sacrificio. Y pelín de mal genio. Eso igual un poco también lo tenemos.

Total, que en mi fanfic formamos un equipo y nos mandamos cartas más de humor que de amor, porque la mitad son gracietas con cosas que nos han sorprendido durante la mañana, o memes o chistes superoportunos que hemos leído en Twitter. Y organizamos terapias de sofá, poniéndole contexto y quitándole drama al putadón de turno que le haya pasado al otro ese día. Y hacemos frente común a los spoilers de las series boom del momento, con la esperanza de que conseguiremos esquivarlos hasta que tengamos tiempo de hacer un maratón de capítulos que, en el fondo de los fondos, sabemos que nunca llegaremos a hacer.

Iba a decir que en mi historia me va mejor como superheroína y me respetan y no vivo 20 años de trayectoria laboral desastrosa, pero he pensado en algo mejor. En mi fanfic me doy cuenta mucho antes de lo que que quiero en la vida, de verdad, es escribir y tú me animas a que lo intente. Me convences de que eso es una posibilidad, de que existe esa opción. Que seguramente tendré que reorientar, y buscar alternativas y encontrar soluciones que compatibilicen el mundo ideal que nos merecemos con el mundo real en el que vivimos. Pero que yo, como todos los demás, tengo derecho a intentarlo al menos.

En mi relato viajamos por tus movidas deportivas, claro, pero también vamos a otros sitios chulos como Australia o Nueva York. Y me río de ti porque cuando te has quedado dormido en la playa, te he dibujado con crema solar una "s" pequeña en el hombro y ahora vas a llevar ese tatuaje blanco todo el verano porque te pones negro enseguida y después no consigues igualar el moreno ni a tiros. Y tú te partes la caja cuando me ves llegar llena de moratones de mi clase de remo y me sueltas "la primera regla del club de la lucha es que no se habla del club de la lucha".

Esto es lo que tengo en borradores, por ahora. Como coprotagonista, si tienes alguna sugerencia será bienvenida. Pero que sea una sugerencia chula, ¿eh? Que este tiene que ser un fanfiction molón...

2 comentarios:

  1. Pseudo, a mi me encantaría que en vez de fanfiction fuera real, pero qué le vamos a hacer. Gracias por el entusiasmo, como siempre.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.