jueves, 11 de agosto de 2022

Surf sesgo del superviviente

En una de las paradas del ChufaTour estuve haciendo surf. Bueno, o intentándolo, más bien. Como ya es tradición, hice surf MAL, debajo, al lado y detrás de la tabla, pero muy, pero que muy, PERO QUE MUY POCO encima de ella. Aún así, algo mejoré respecto a anteriores ocasiones, menos es nada. Me quedo con eso.

Total, que yo surfera FATAL, pero espectadora de surf a tope. Me iba al atardecer a la playa y me quedaba embobada viendo a los cabronazos que dominan las olas como quieren, admirándoles, odiándoles y envidiándoles a partes iguales. Bueno, no, creo que el odio prevalecía por encima de todo. Odio mezclado con unas ganas incontrolables de escaparme con algunos de ellos a una isla desierta a beber cocolocos y practicar el deporte en pareja destinado a encargar peque-surfistas. Un carrusel de emociones, ya lo veis.

El caso es que mirándolos, me extrañaba la cantidad de peña que surfea que te pasas. Vale que es una playa especializada en esa práctica, a la que, por tanto, van los que tienen ya mucha feria a sus espaldas. Vale que había 2000 surfistas por metro cuadrado, lo cual multiplica las probabilidades de que haya gente muy buena. Pero aún así, de repente, ¿el mundo entero cabalga las olas como campeones olímpicos?

Y entonces me dio por hacer zoom. Por intentar enfocar mi incontrolable atención difusa y fijarme de forma sostenida en alguna persona concreta. Y haciéndolo así, veías pobrecitas esforzadas que se metían en el agua, aguantaban diez minutos la paliza de las olas sin lograr subirse a la tabla y salían pidiendo clemencia. Localizabas maromazos con pinta de surferos pro que no aguantaban de pie ni cinco segundos. Y te dabas cuenta de la cantidad de peña que se metía en el mar y no los volvías a ver porque jamás llegaban a la orilla, es decir, que sus intentos acababan en caída una y otra y otra vez.

Sin embargo, abriendo el foco y sin tanta atención al detalle, parece que todo perro pichichi surfea que te cagas porque sólo te fijas en los que llegan hasta la playa, en los triunfadores. Todos los que se caen, los que no lo consiguen, desaparecer del plano. Y se forma una imagen sesgada que te deja como una inútil si te comparas con ella.

Voy a hacer mi contribución a la ciencia poniéndole nombre a este fenómeno psicológico, gran enemigo de los surfistas principiantes. Lo llamaré surf sesgo del superviviente. Y no es que a mi me haya afectado en algún momento, ¿eh? Qué va, para nada.

4 comentarios:

  1. Jajaja, que me divierto leyéndote. además tenemos cosas en común. Hace años que no hago surf xD... trato de imaginar a qué grupo pertenecería ahora de estos que nos cuentas. jejej...
    Es una pasada leerte. Tienes el superpoder de alegrar a quien te lee. Que lo sepas.

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  2. Yo nunca he hecho surf, ni se me ha pasado por la mente, pero de todo lo que cuentas creo que a lo único que estaría dispuesta es a ser espectadora, que por lo que leo tampoco está tan mal con tremendas vistas ;-)

    Besos.

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  3. Conociéndome, seguro que me fijaría en las caídas. Y reiría.

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  4. Megan, mil gracias por tu amabilidad, me alegro de que te rías, esa es la idea.

    Devoradora, lo de SurfNetflix es una pasada, de verdad, mejor que el cine. Yo me quedaba embobada.

    Cabronidas, desde luego, te pega todo.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.