Bueno, ya sé que este blog no lo lee (casi) nadie, pero es lo único que tengo yo para hacer un compromiso público. Quiero decir, que el famosillo de turno con tropecientos mil seguidores en Instagram dice en sus redes sociales que va a intentar tal o cual reto y eso ya le medio obliga a cumplirlo, porque seguro que alguien se lo va a recordar. Vale, pues aquí un poco lo mismo pero sin fotos, sin legiones de suscriptores y sin fama. Vamos, casi igual.
El caso: se me han ocurrido unos planes de verano y, a diferencia de lo que me pasa tooooodos los años, me gustaría, al menos, intentar llevarlos a cabo. Habitualmente la vida me atropella y, o pasa algo que me deja sin vacaciones, o no estoy suficientemente espabilada y me quedo sin plazas o la maravillosa tendencia de los últimos tiempos de viruses, pandemia, confinamientos perimetrales y bla bla bla bla. Así que si esta vez no lo impide ninguna causa de fuerza mayor (cruzo los dedos, porque números para la rifa tengo, la verdad) quiero montar estos planes y los dejo aquí escritos para que no tenga excusa después para no hacerlos. Nada de "se me ha olvidado", o "no se me ha ocurrido" o "no me ha dado tiempo". Es abril, colega. Espabila.
En un alarde de originalidad las voy a llamar vacaciones literarias y el hilo conductor va a ser, ¡oh, sorpresa!, escribir. Y quien dice hilo conductor dice excusa para pegarme la gran vida. Por ejemplo.
-Concurso literario para un festival de cuentos en... no sé, qué te diga yo... el paraíso canario. Por poner un sitio así random, que se me ha ocurrido al azar. Si ganas te piden que vayas a recoger el premio en persona y a ver como interpretan tu texto en el festival. Que bueno, si tengo que hacer el graaan sacrificio de ir a las islas afortunadas a sufrir al solecito pues voy, claro, que yo estoy muy comprometida con la literatura. Y que si luego fallan pequeños detalles como que igual no gano el concurso como me pasa en el 100% de los certámenes a los que me presento pues tampoco hay problema, ¿eh? Que tengo buen perder y se me da de MA-RA-VI-LLA aplaudir a mis rivales en la justa batalla. Aplaudir y luego irme a la playita a tumbarme al sol y beber cocolocos. Si hay que sacrificarse, yo me sacrifico. Faltaría más.
-Retiro de escritura en un pueblo remoto o piérdete en un lugar fresquito, desconecta el móvil y pásate varios días con unos cuantos chalados de las letras como tú a quitarte bloqueos, recargar el depósito de creatividad y coger carrerilla escritora. Otro sacrificio que estoy dispuesta a asumir.
-Finde de surf y yoga. Esto entra en categoría literaria porque me va a dar material para 100 o 200 entradas. ¿Y que es la escritura sin inspiración?
Esto es lo que se me ha ocurrido hasta ahora, pero no descarto que se puedan ampliar. Eso sí, siempre MÁS, nunca MENOS, que me conozco. Y para ello se quedan de testigos y de vigilantes los (pocos, pero buenos) lectores de este blog.
He dicho.
A mi se me da de miedo vigilar.
ResponderEliminarAquí estaremos, como la abuela del visillo.
ResponderEliminarBesos.
Suerte te deseo que ganas ya las tienes. Pero, eh, que si este año no, el que viene y si no el otro. "La gente no muere, solo descansa".
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