domingo, 7 de diciembre de 2025

No sirve

No es cuestión de actitud. Con una cuchara no se puede hinchar una rueda. No se puede. Y no es que no sea útil, eh?

Con una cuchara remueves el guiso, tomas la sopa, te ayudas a enrollar los espaguetis. Mides la cantidad de harina para una tarta. Rescatas el cacao del batido que ha quedado al fondo del vaso. Sirve de mini catapulta o tirachinas y haciendo palanca igual hasta atrancas un cajón de la cocina.

La puedes usar para chocarla con la copa de champán, pedir silencio y empezar tu discurso para los novios de una boda. Si eres habilidoso y la sostienes bien en la boca, quizá ganes la carrera de patatas del campamento de tus hijos. A falta de pala, podría ayudarte a hacer un castillo de arena en la playa. Yo vi, incluso, una famosa influencer que empleaba una cuchara para rizarse las pestañas porque tuvo una mala experiencia con un rizador.

Pero con una cuchara no puedes hinchar una rueda.

No se trata de querer, de esforzarse, de tener paciencia, de no generar expectativas, de ser realista, de no apuntar demasiado alto, de conformarse. No sirve, ya está. Vale para muchas otras cosas, pero no hincha ruedas.

Por eso me sorprende ver a tanta gente intentándolo. Y fingiendo que les funciona.

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