Si no me haces caso a mi, hazle caso a El Principito.
-¿Por qué tienen tantas espinas? Eso demuestra que las flores son malas.
-No es cierto, son débiles. Parecen terribles con sus espinas, pero solo se protegen.
-Lo esencial es invisible a los ojos.
- Silencié al mundo para que tú pudieras hablar y pudieras oírte a ti mismo.
-Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó.
-Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.
O como dirían en Twitter...
Amiga, date cuenta.
Así, a bote pronto, son lecciones muy sencillas, pero hay a quienes no les entran en la cabeza ni a la de cuatro.
ResponderEliminar