viernes, 22 de julio de 2022

Arde

En estos tristísimos días en los que España se quema por los cuatro costados me acordaba de la definición que da la RAE de la palabra incendio. Nunca me había parado a pensarlo.



Destruye lo que NO DEBERÍA quemarse. Claro, ahí está la clave. Si fuera algo previsto, deseable, que hemos empezado nosotros a propósito sería una hoguera, o un punto de calor para cocinar, o una vela. Sin embargo los incendios arrasan, devastan, asolan, destruyen. Están fuera de control. Escapan a NUESTRO control, más bien.

Nada, ningún elemento, es en sí mismo ni bueno ni malo. El fuego calienta, alumbra, esteriliza, ablanda. Alimenta, porque hace comestible lo que no lo era. Siempre que esté quietecito dentro del redil, claro. Pero ay, amigo, como se te vaya de madre...

Pues con el amor un poco lo mismo, ¿no? En dosis moderadas, vale que vale, pero OJO CUIDAO como se ponga furo... que te la lía.

Os ha pasado, me imagino...

2 comentarios:

  1. Se pòne duro o se rompe de tanto usarlo. Hostia, ¿quién cantaba eso?

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  2. Cabronidas, pues el gran Julio lo cantaba, ¿no? Me quiere sonar jajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.