domingo, 15 de mayo de 2022

Netflix Menstruatoria S.A.

Me va a venir la regla. Oooooooooooooooooooooooootra vez. Mis ciclos se están acortando tanto que voy a terminar teniendo la regla cada 10 minutos en una permanente rave-menstruatoria-non-stop 24/7. El Tormento Escarlata Perpetuo, se llamaría la película basada en hechos reales. La virgen, qué suplicio, de verdad.

En fin, no voy a seguir indagando en las causas y consecuencias de este maravilloso privilegio, que bastante tengo con disfrutarlo desde primera fila. Sólo lo menciono porque los preparativos de la fiesta roja me revolucionan las hormonas y me ponen tristísima. TRIS-TI-SI-MA. Sin necesidad de excusa alguna, además. Aunque no haya habido ningún cambio desde ayer, como hoy tenga el síndrome premenstrual, DE REPENTE, everything is THE DRAMA. Lloro con libros de risa, me planteo cortarme las venas en los atascos de tráfico y sobre todo y por encima de todo, mi vida me parece un tremendo zurullo. No salvo nada, todas las áreas de mi día a día son la hez absoluta.

Por suerte, los años me han enseñado que esta es una jugarreta artificial de las cabritas de mis hormonas y que, en cuanto las perracas del infierno dejan de hacer sus abracadabras, todo vuelve a la normalidad. Una  normalidad, dicho sea de paso, que no es precisamente la panacea, pero por lo menos asumible. O a lo mejor me he vuelto tolerante por exposición paulatina, yo que sé. El tema es que, de normal, no tengo ganas de tirarme por la ventana a todas horas, sólo cuando las zorras hormonales me aprietan las tuercas.

Y eso, el hecho de ser consciente, de darme cuenta de que lo que pienso en una producción de Netflix Menstruatoria S.A., lo desactiva. Es desagradable y tengo ganas de llorar, de gritar y de pegar indiscriminadamente igual, pero al menos SÉ que no es algo real. Un poco lo mismo que con las pelis de terror, que aunque sepas que es sólo cine, enciendes todas las luces de camino al dormitorio porque vas cagada. Los hechos son ficticios y la emoción verdadera, pero menos potente que si hubiera un asesino en serie de carne y hueso escondido detrás de la cortina de la ducha.

Con las pelis de miedo la solución es mirar debajo de la cama, dentro del armario, taparse la cabeza con el edredón. Con la cabrona de mi regla ayuda pensar que en un día o dos el ciclón de pena amainará y no tendrás que afrontarlo de nuevo hasta el mes que viene. O en mi caso, hasta dentro de 10 minutos.

Y mientras tantos decir lo que decía Espronceda según Twitter

 


 



4 comentarios:

  1. Al principio me hacía gracia, pero conforme iba leyendo me he dado cuenta de que no hay nada que me asegure que antes de que me de cuenta mi regla puede sincronizarse con la tuya y estar yo en la misma situación que tú.

    Besos.

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  2. Has hecho que recuerde esta bella canción https://www.youtube.com/watch?v=OCz0-e9ivSY

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  3. Devoradora, No, no, por lo que más quieras, no te sincronices conmigo, no le deseo a nadie esta tortura. jajaja

    Cabronidas, madre mía, qué temazo!

    Speedy

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  4. Ves al médico, al menos que te la regulen para que solo sea una vez al mes.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.