miércoles, 18 de mayo de 2022

NA, No Apta

He sido NA ("NO APTA") muchas veces en mi vida. Incontables como las estrellas del cielo si hablamos de exámenes de alemán. En el primer práctico del carnet de conducir, que acabó con un retrovisor magullado de una pobre furgoneta aparcada que no tenía culpa alguna. En la escuela de superhéroes... Allí no creo, ¿no? Me parece que solían poner notas numéricas. Pero vaya, que para el caso patatas, menos de un cuatro es un NA como la copa de un pino.

Leí el otro día a un personaje de un libro decir que pensaba que "no era apta" para el amor. Me hizo gracia. Se trataba de una chavalilla recién salida del instituto que tenía toda la vida por delante como para temer eso a esas alturas. "¡Anda que no te queda, piltrafilla! Se vienen curvas", pensé. Y después me dio por pensar que igual la que no soy apta soy yo.

O sea, no en general, ¿eh? No para el amor como concepto en el gran esquema de las cosas. De hecho, nunca lo sabremos porque se empeñan en no dejarme demostrarlo, pero con las personas adecuadas creo que sacaría notables altos o incluso sobresalientes. Sin exagerar. En lo soy de cate continuo es en los prolegómenos, en los aledaños, en la previa del partido. En lo que se supone que hay que hacer para llegar al examen. En eso... regulinchi.

Porque se me da mal, desde luego. Porque me faltan habilidades innatas, of course. Pero también porque hay determinadas cosas que no estoy dispuesta a aceptar. No van conmigo, o en mi caso no funcionan, o no me parecen justas ni para mi ni para otros implicados, así que no paso por el aro. Y tal y como está montado hoy en día el tinglado ligoteril, parece que o asumes ciertos temas o miau. Y, entre vosotros y yo, a cabezona no me gana nadie, así que mira, oye, pues miau.

Y ahí está el problema, claro. Porque si yo cateo porque necesito estudiar más, pues hinco codos y listo. Se hace lo que se tenga que hacer, sólo faltaba. Pero si lo que se me pide es que sea alguien que no soy... Entonces NA, claro. Qué remedio.

3 comentarios:

  1. Yo siempre digo que todos valemos para algo. Al hilo de tu entrada, habría que decir que todos somos aptos para algo. Dicho así, es simple. Ahora bien, claro, la puta sociedad esta, con sus normas, sus normas de comportamiento y sus mierdas, sus prejuicios, todo inculcado y arraigado desde ni se recuerda. Lo que me hace gracia es que nos han hecho creer que es peor ser el inadaptado que el conformista. Eh, lo entiendo, yo también opto por el camino cómodo, más que nada por asqueamiento y hartura.

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  2. Hace tiempo conocí una pareja de ancianos (hombre y mujer) que vivían juntos. Todo el mundo daba por sentado que eran un matrimonio, sin embargo el hombre me aclaró que no eran pareja, que eran "ayuda mutua". Me pareció una manera muy práctica de convivir.
    Lo comento porque era un estilo de convivencia que se sale de lo habitual pero que a ellos les fue bien.

    Supongo que para que los amoríos (o las relaciones del tipo que sean) funcionen, hay que encontrar a una persona que esté en sintonía y con la que nos podamos entender. De esa manera se puede estar fenomenal, aunque no encaje en algunos estándares.

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  3. Cabronidas, nos han hecho creer tantas cosas que no son verdad... Puf.

    Tarambana, sí, es verdad, lo importante es entenderse y lo demás da igual.

    Speedy

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.