jueves, 3 de febrero de 2022

Despedidas

He pensado mucho en las despedidas últimamente. Por cuestiones hospitalarias graves y por otros temas en absoluto graves, pero, aún así, dolorosos. Y la verdad, no sé qué deciros...

Porque, en el fondo de los fondos, una despedida, ¿qué aporta? ¿Qué le puedes decir en dos minutos a alguien que se va a ir para siempre? Si es alguien que quieres mucho, ¿no lo sabrá ya? Y si no lo sabía, ¿se lo va a creer porque se lo digas en el último minuto? Y si se lo cree, ¿le va a servir de algo? ¿De consuelo? ¿A él o a ti?

Yo creo que es más un tema de cerrar ciclos, ¿no? De poner puntos finales donde había puntos suspensivos y ayudar a pasar página. De compartimentar el dolor. De construir diques de contención.

Kilómetro 15, fin del putadon X. 

Kilómetro 16, principio del Putadon X 2.0. A otra cosa mariposa.

Al final no he tenido que despedirme, porque no ha hecho falta o porque no ha habido oportunidad. Y el pensamiento reflejo que surge es: "Jo, ni siquiera me he podido despedir." Pero, la verdad, no sé qué habría dicho si hubiera podido.

4 comentarios:

  1. A veces se dice más con el silencio que con las palabras. Aunque creo que siempre necesitamos más las palabras.

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  2. Es lo que dices: a veces es una forma de consolar más al que se queda que al que se va. Pero también se intenta que el que se va pase los últimos momentos en buena compañía.

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  3. Me he pasado mas de media vida marchándome y no se despedirme, irse y punto.

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  4. Yo creo que es como tú dices, por cerrar ciclos, o por quedarse tranquilo el que se queda.

    Besos.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.