lunes, 23 de marzo de 2020

Escribir en tiempos de coronavirus V: sin chaleco y a lo loco

Hoy he hecho mi primera expedición al súper desde que empezó la cuarentena. No pude comprar mucho al principio de este horror porque ya se había desatado la histeria del papel higiénico y estaban la mayoría de los estantes vacíos, así que he estirado todo lo que he podido mis reservas. Aplicando a mi dieta más recortes y medidas de austeridad que durante la crisis (estooo, la anterior crisis, digo) las provisiones se me han acabado en 10 días. Austeridad sí, milagros en Lourdes.

Y ello a pesar del régimen casi carcelario al que he sometido a las calorías entrantes, sobre todo las de dulces y bollos (necesito caber por la puerta si quiero salir cuando acabe la cuarentena.) Lo de carcelario lo digo porque en prisión el tabaco es un bien preciado y en mi encierro particular yo he tenido su equivalente: los cubanitos



Compré un paquete de 15 canutillos de oblea y chocolate para ser muy consciente de que sólo podía comer una al día si quería que me duraran hasta tener la oportunidad de conseguir más. No confiaba mucho en mi capacidad de contener mi descomunal adicción al chocolate pero cuando la necesidad aprieta, no queda otra: día 10 de encierro y quedan 5 cubanitos. ¡¡VICTORIA!!

Total, que en mi expedición al super de hoy no he comprado (casi) ninguna chuchería y muy poco de todo lo demás porque no ha sido una excursión especialmente agradable y la he hecho lo más rápido posible. Todo me daba como yuyu: no quería tocar las cosas, no quería que la gente se me acercara. Tenía la impresión de estar desprotegida, como si un francotirador me estuviera apuntando desde alguna azotea y yo no tuviera donde ponerme a cubierto.

Y he pensado, ¿cuánto nos va a durar esta sensación? ¿Cuándo podremos salir sin sentir todo el tiempo que nos van a disparar y nos hemos olvidado el chaleco antibalas en casa?

4 comentarios:

  1. no hay que exagerar tampoco... es muy común igual lo que te pasa pero tenes que superarlo... saludos

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  2. Incertidumbre, todo es incertidumbre. Hay que tener calma, si no, nos volvemos locos...
    Saludos.

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  3. Tenemos una memoria muy selectiva, para navidad se nos habré olvidado.Podemos hacer una porra.

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  4. JLO, sí hay que superarlo, está claro

    Elvis, pues sí, la calma es también muy necesaria, pero cuesta, la verdad.

    Pseudo, yo también creo que somos flacos de memoria, pero esto está siendo muy gordo y no sólo en lo sanitario, la que se nos viene encima después... en fin, ojalá, no queda otra que seguir adelante, así que ojalá sigamos adelante con las mínimas secuelas posibles

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.