martes, 17 de marzo de 2020

Escribir en tiempos de coronavirus I

Pensaba hacer un diario sobre esta HORRIBLE PESADILLA que eufemísticamente llamamos pandemia global (emergencia sanitaria, para los amigos) pero hasta hoy no he podido escribir una sola letra. Y hoy me está costando la vida misma, pero por lo menos lo estoy intentando. Algo es algo.

Hasta ahora no era capaz porque empleaba cada instante de mi tiempo en leer absolutamente todo sobre el tema. Hilos de expertos, noticias de diarios en papel y digitales, informativos de radios, programas de televisión, chistes, memes, cadenas de WhatsApp... todo. TO-DO. No me quedaba ni un segundo para otra cosa que no fuera eso.

Lo hacía (lo hago, aunque menos) porque, como todos, estoy acojonada y no entiendo nada de lo que está pasando. De un día para otro nos ha atropellado el Apocalipsis y se nos ha quedado a todos cara de "¿lo qué?" Tenemos una angustiosa sensación de incertidumbre y falta de control. No sabemos como va a acabar esto y lo que viene después de esto. Un horror.

Además yo el miedo lo estoy llevando peor porque no puedo hacer nada para combatir en esta guerra ni para defenderme a mi ni a los demás. No soy uno de esos héroes en bata (médicos, enfermeras, técnicos, limpiadores, celadores... todos) que están rompiéndose los cuernos en primera línea de fuego para salvarnos. No formo parte de las fuerzas de seguridad del estado que están ayudando a mantener el orden y atender emergencias. No tengo ninguno de esos puestos de trabajo (cajeros de supermercado, reponedores, fábricas de envases, repartidores, transportistas, proveedores de Internet...) que son vitales para que no nos muramos de hambre ni de aburrimiento y que el que tenga posibilidad pueda teletrabajar. Ni siquiera puedo yo teletrabajar.

Tampoco tengo ninguna habilidad ni conocimiento profesional que pueda ofrecer gratuitamente para ayudar a otros, como muchos están haciendo en Twitter. No puedo donar mascarillas, ni guantes ni material sanitario porque no caí en comprar nada de esto antes de que empezara la histeria. No tengo ni idea de coser, así que tampoco puedo fabricar por mi cuenta las cosas que se necesitan ahora desesperadamente. No tengo impresora 3D para imprimir respiradores que ayuden a que las UCIS no se colapsen. Lo único que tengo es miedo, ansiedad, mucha preocupación y una sensación gigante de ser INÚTIL que empeora bastante todo lo anterior.

Este blog no lo lee nadie pero si alguno pasa por aquí y se siente igual, sólo quiero decirle que seguro que está haciendo algo, aunque sea ínfimo Todo cuenta. Yo, por ejemplo, estoy comiendo poco. Y antes de que me tiréis piedras, me voy a explicar.

Ver a la gente saquear supermercados me aterrorizaba. Todos esos estantes vacíos y tiendas arrasadas me hacían sentir que llegaba el fin del mundo y pensé que a mucha gente, sobre todo ancianos, le ocurriría igual porque les recordaría a tiempos de guerra. Así que compré lo mínimo y estoy intentando dosificarlo para no tener que ir al super hasta que la peña se relaje y la locura del papel higiénico amaine. No quiero llevarme la última bandeja de pollo y que llegue una abuelilla después y no tenga. No sé si me estoy explicando...

Estamos haciendo lo que podemos. Suscribirte a un canal de YouTube de un profe de mates que necesita 1000 seguidores para que la plataforma le deje hacer directos y dar clases a sus alumnos por ese medio también es poner tu granito de arena. Mandarle ese audio diario de "ya queda un día menos" a ese familiar tuyo que está llevando el encierro fatal, es poner tu granito de arena. No descargar por internet cosas que pesen mucho a horas punta para que no se colapse la red y la gente pueda teletrabajar mejor es poner tu granito de arena.

Y SOBRE TODO mantener la calma (porque el miedo y la desesperación se expanden tan rápido como el coronavirus y sin que pueda evitarlo la distancia de seguridad) y QUEDARTE EN CASA es poner tu granito de arena. Ojalá pudiéramos hacer más, pero si esto es todo, no te agobies y hazlo. QUÉDATE EN CASA.

Sé la cerilla del medio.




2 comentarios:

  1. Pues te decía... que yo estoy a ratos tan asustada como tú y otros no tanto, pero sí estoy muy preocupada por mi familia.
    Y también me siento inútil, porque no puedo aportar nada a la supervivencia de la especie.
    En cualquier caso, estoy aquí, pa lo que necesites, sabes cómo encontrarme :*

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  2. Si «lo único» que podemos hacer es quedarnos en casa, ya es algo muy importante.

    Besos.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.