(Montapollos: dícese del especimen humano, macho o hembra, que forma parte de un grupo y nunca acepta las decisiones que se toman en él, quejándose cuando no le conviene lo que se ha decidido. Habitualmente expresa su disconformidad con malos modos, atacando a los que no defienden su postura y organizando una situación de conflicto que coloquialmente se conoce como "montar un pollo". Entre estos ejemplares existen diversas subclasificaciones. Una de las más peligrosas la forman los montapollos que además de iniciar y agudizar el conflicto, desempeñan el papel de víctima de la situación)
Siento ser yo la que os dé esta mala noticia, pero no, no vivimos en democracia. Y tranquilos, que esta no es una entrada de política, ni voy a hablar del bipartidismo, ni de la dictatura de los mercados ni de esos temas de lo que habría tanto que decir, pero de lo que no es el momento ni el lugar. Voy a escribir sobre los verdaderos tiranos de la vida, los personajes bajo cuya sombra sobrevivimos todos como podemos: lo montapollos.
Desgraciadamente, todos tenemos alguno en nuestro entorno y, si hay mala suerte, varios. Son esos desagradables personajes que se dedican a organizar pifostios cada vez que algo les contraría. Se creen en posesión de la verdad absoluta, son egoístas como ellos solos y no tienen pudor algunos en emplear malos modos para conseguir lo que quieren. En su infinita estupidez, se piensan que tienen más mala leche que nadie, cuando lo que ocurre en realidad es que los de su entorno, con tanto o más carácter que ellos, deciden ceder para hacer posible el acuerdo. Más que nada porque de eso va convivir, de alcanzar pactos, de conciliar posturas enfrentadas.
Lo lógico es que estos acuerdos se produjeran en el término medio, cuando ambas partes hubieran modificado un poco su opinión. Pero la lógica no cabe en la cabeza de los montapollos (claro, la mala leche no les deja espacio en el cerebro para nada más) que quieren salirse con la suya siempre. O consiguen lo que quieren o montan el pollo. Los de su entorno ceden una y otra vez para evitar un conflicto desagradable e incómodo para todos hasta que, después de mucho dar su brazo a torcer, se les hinchan las narices. Y no quieren ceder más.
A estas alturas está tan harto el que se planta y dice que ni de coña el montapollos se sale esta vez con la suya, como el resto del grupo, así que suelen darle la razón, y apoyar su cara a cara con él. Y en el colmo de la falta de verguenza, el montapollos reinterpreta esta oposición como un ataque colectivo contra él y se hace la víctima. ¡Tócate los cataplines, Mariloles! Él, que siempre organiza todos los follones. Él, que crea mal ambiente con sus continuas y desaforadas exigencias. Él, que se cree con derecho a emplear malos modos con todos. ¿Él, la víctima? ¡Tururú!
El caso es que el montapollos es una evolución genética de su bisabuelo, el quejica profesional, y algo le queda de la habilidad de su antepasado para manipular a la gente y hacerles sentir culpables con el fin de hacer su santa voluntad. Así que siempre hay algún pardillo que cae en sus redes y se apiada del montapollos vestido ahora con piel de cordero y pide a los demás, por la concordia y el bien común, que cedan. Y lo más gordo es que, como el hombre es el único animal que tropieza infinitas veces con la misma piedra, la cesión llega y el montapollos, DE NUEVO, se sale con la suya.
Así que, desde aquí os lo digo:
¡DESPERTAD! ¡LIBERAOS DEL IMPERIO DE LOS MONTAPOLLOS! ¡ACABEMOS CON SU TIRANÍA!
Yes, we can!!!!!!!
¿Has probado de enviarlo a la mierda, así como quien no quiere? Consejo turístico, por supuesto.
ResponderEliminarA mí me sacan de mis casillas y no tengo paciencia, y como lo suelto como me viene: hago lo que Daniel dice, y me piro más desahogada.
ResponderEliminarLos montapollos, especie única e inimitable... Yo suelo pasar de ellos y hago lo que me parece, que es una buena táctica, o al menos una que no genera conflictos en el momento, mañana ya veremos XD.
ResponderEliminarEl montapollos siempre parte de una ventaja, y es que los demás queremos tener la fiesta en paz y descartamos como opción cabrearnos y preferimos dedicar las energías del momento a resolver el problema que surge. Lo mejor es tenerlo identificado para enviarlo a la mierda sin más explicaciones. Pero la bondad nos puede. Aunque siempre llega un punto en el que uno se ve obligado a cortar y a dejarlo pudrirse en su propia salsa. Pero cuantos sufrimientos provoca (y padece). Y ni siquiera una superheroina con increibles superpoderes puede anularlos, Speedygirl.
ResponderEliminarYo soy una montapollos profesional, pero no estoy en el lado oscuro de la montapollez. Sólo uso mis poderes antes las injusticias, como aquella anciana desagradable que intentó colárseme. Mi gran problema es que cuando estoy discutiendo siempre acabo gritando, no lo puedo controlar, y claro, al final el que más chilla siempre parece que es el que está equivocado.
ResponderEliminarLo que pasa con el montapollos-que-va-de-víctima es que ha desarrollado cierta capacidad para el chantaje emocional. Pero de poco le sirve, porque se le ve el plumero de lejos, y para que funcione el chantaje emocional hay que ser mucho más sutil..
ResponderEliminarEmpiezo a temblar pensando en que en la siguiente fase evolutiva, este subgénero de montapollos sea la especie dominante en el planeta.
Horror.
besos
Daniel, qué bien vienen los grupos de Facebook en ocasiones como estas, ¿eh? Ya le he mandado a la mierda, no se da por aludido
ResponderEliminarMisa, a mí también me sacan de mis casillas
Doctora A. el problema con los montapollos que yo me he encontrado es que no puedo hacer lo que me de la gana, porque suelen actuar en las decisiones de grupo, donde individualmente nadie puede hacer nada. Hay que llegar a acuerdos que ellos dificultan siempre.
Euclides, pues me preocupa, si no los superhéroes pueden con los montapollos estamos perdidos! Qué horror!
Doctora, pues ese es el peligro, ¿no? Que cuando entramos en el círculo vicioso de los gritos ya no se saca nada en claro... al menos en mi caso.
Rain, pues no sé como lo hacen, pero aunque se les da mal el chantaje emocional, siempre hay alguien que cae! Y sí, yo también tengo miedo de que los montapollos se conviertan en la especie dominante del Planeta, pero... aún confío en que la naturaleza es sabia... y que madará algo para extinguirlos, como pasó con los dinosaurios. Crucemos los dedos XDDDDDDD
No te voy a decir hasta donde estoy de los montapollos, como si fueramos tontos y no nos enteramos de los que quieren hacer! a la hoguera con ellos!
ResponderEliminarPues no tiene que ver con lo que escribes...pero hay otra clase de montapollos profesionales. (Mi "empresa" está al lado de un enorme hospital)
ResponderEliminarLas familias enteras que van en masa a acompañar al "papa" y los gibraltareños, y que acusan al personal, saturado de curro, de racismo xenofobia "descriminación" y no sé cuántas cosas más.
Hasta que los atienden los primericos y los demás guardando cola.
Aborrezco a los montapollos, me superan. Porque algunos antes de hablar y decirte cuatro cosas, lo meditamos muy mucho para no zaherir en demasía.
Yo nunca participo en los numeritos de los montapollos, los ignoro e incluso me largo sin decirle nada, ya es suficiente jodida la vida como para aguantar las neuras innecesarias de otros.
ResponderEliminarApple, a mí también me molesta eso, que se creen que somos tontos los demás y no es que seamos tontos, es que tenemos más educación que ellos.
ResponderEliminarPues eso Fiebre, que también ellos se lo podían pensar un poco, que pollos sabemos montar todos, sólo que nos aguantamos por el bien común.
Papacangrejo, la cosa es cuando hay que tomar una decisión en la que el montapollos está implicado... no puedes irte sin decidir, la decisión hay que tomarla.
Ainsssssss, que me vas a contar.....
ResponderEliminarY odio cuando empiezo a echar humo y alguien me dice:-Ceeeede, por el bien común, tú eres más inteligente...