Me uno a la convocatoria del 10 de noviembre de Una canción, un relato. Campirela ha tenido este ideón tan chulo de mezclar música y palabras. Esto se me ha ocurrido a mi a partir de Conga, de Gloria Estefan. Aquí tenéis lo de los demás.
Creía que estos vestidos de tafetán ridículos sólo los llevaban las damas de honor de las películas americanas, pero, al parecer, la humillación tenía que ser completa. No era suficiente con ver como mi mejor amiga terminaba casándose con el que fue mi prometido, con tener que asistir a la boda para demostrar que lo había superado. Además debía ir envuelta en el traje de tul amarillo más feo del mundo. Y con esa pinta soportar las miradas de compasión, los cuchicheos, las bromitas fuera de lugar.
Sí, al parecer a alguien le puede parecer gracioso preguntarme si la orquesta es la misma que íbamos a contratar Toni y yo para nuestro enlace. Toni es el novio y recién estrenado marido de Daniela y quien hizo ese chiste supongo que será el nuevo fichaje del Club de la Comedia. Me han dado ganas de escupirle el champagne a la cara simulando que no había podido contener un ataque de risa.
No lo he hecho. Diría que es porque quería hacerme la digna, pero lo cierto es que no sé poner límites. Nunca he sabido. Por eso la gente me pisotea. Por eso mi prometido me pone los cuernos con la que creía mi mejor amiga y es a mi a la que se me pide madurez para aceptarlo, para que haya paz. Que los malos rollos hacen sufrir a todos, a la pandilla, a la familia, dicen. Que pase página y pelillos a la mar. Porque Paula es un felpudo que está ahí para hacerle la vida mullida y cómoda a los demás y ya se sabe que los felpudos no tienen sentimientos.
Paula soy yo, claro, la imbécil del vestido amarillo. Cansada de juguetear con los restos del pastel de bodas, busco en el bolso el tubo de somníferos. Si me los tomo ya, todo habrá acabado antes de que termine la barra libre y les daré un fin de fiesta apoteósico. Pero mejor lo hago escondida en el baño, que veo que el padrino me agarra otra vez para bailar la conga y todo el plan se me retrasa.
¡Guau! Me ha gustado mucho, menudo final (y menuda conga).
ResponderEliminarYo siempre me uno a estas convocatorias, me encantan.
Besitos.
Si por el bien de los demás, ignoramos el nuestro, mal vamos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besos.
Paula tiene que ir al mercado negro, hacerse con un fusil de asalto, regresar a la boda, y ametrallar a esa panda de hijos de puta. Eso sí, perdonando la vida a unos cuantos con los que poder bailar la conga entre los cadáveres. ;)
ResponderEliminarLo primero muchas, muchas gracias por tu visita y participar en la convocatoria ahora mismo te enlazo.
ResponderEliminarHas creado un buena historia ahora eso sí, nada de suicidios mejor bailar la conga, no merece la pena, dejarlos que disfruten de su fiesta, ya llegará la de la protagonista Paula. Un abrazo.
Me ha superencantado tu relato y espero que sigas participando de los jueves, serías un buen fichaje.
ResponderEliminar¡Suerte que llegó el inoportuno padrino para retrasar el plan! Paula se merece una larga vida y disfrutarla a tope! Habrán más oportunidades seguro! Y se acabó lo de ser el felpudo de nadie! P.D.: Al principio de recordó a un episodio de una mítica serie llamada "Friends", quien la haya visto sabrá que episodio es... Ja ja! un abrazo!
ResponderEliminares como la novia de mi mejor amigo.... o algo asi. Creo que cuando no terminas las cosas y pasas pagina, pasa esto, terminas llendo a la boda de tu ex.... no me imagino en esa, a rey muerto, rey puesto y a otra cosa mariposa.
ResponderEliminarMe ha encantado, como se van cambiando los focos y las pequeñas historias que lleva dentro. Gracias.
ResponderEliminarUna muy buena declaración de sentires e intenciones, sobre un escenario que no dista mucho de algunas situaciones reales.
ResponderEliminarUna drástica escapatoria que, como bien dice Campi, mejor llevarla a cabo descargando adrenalina a través de una conga o lo que se tercie.
Un placer leerte.
Abrazo.
Eso es lo que pasa cuando se pide moderación y comprensión sin derecho a llorar por dentro y por fuera si es necesario... A Paula le diría que menudo peso le ha quitado su amiga casándose con semejante mostrenco. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarMe guuuuuuta
ResponderEliminarentonces, se cepilla al padrino ¿no?
el de la consuelo
Eliminarsin identidad.
No tendría que haber aceptado ser parte de ese juego. Le hubiera mandado una tarjeta de felicitación con una selfie bailoteando en un lugar de ensueño y listo...que lo disfruten!
ResponderEliminar=)
Excelente relato. Me ha gustado el ritmo. Todo a su momento, pero es hora de dejar de ser felpudo. Espero que Paula se dé cuenta antes de ir al baño con el bote de pastillas. No vale la pena. Mejor, empoderarse y mandarlos a la mierda a él, a la amiga y a la fiesta, también al puto vestido amarillo.
ResponderEliminarUn abrazo
Nunca debió dejarse pisotear. Buen relato.
ResponderEliminarNoelia, es una convocatoria guay, gracais por avisarme!
ResponderEliminarDevoradora, mal vamos y mal acabamos. Y para muestra un botón, la pobre Paula.
Cabronidas, eso fue lo primero que pensé que hiciera la versión Paula de la Boda Roja de Juego de Tronos. Pero después pensé, ¿alguien que siempre se deja pisotear tiene ovarios para eso?
Campirela, gracais a ti por dejarme participar. Y sí, estoy de acuerdo, nada de suicidios. Mal Paula ahí
Tracy, muchas gracias, me apetece mucho seguir participando, gracias por acogerme.
Marifelita, me suena de qué episodio hablas...Se cantaba Copacabana jajaja
Gustab, buen consejo, a rey muerto, rey puesto, pero que no muera nadie si e sposible jajaja
Xan Do Rio, ay, te has fijado en lo de los focos, qué bien, esa era mi idea. Gracias.
ResponderEliminarGinebra, sí, mejor la conga que cualquier otra cosa, jajaja
ECDC, pues debería confraternizar con el padrino, ¿no? Es una regla no escrita de las bodas jajaja
Neogeminis, mucha mejor opción esa, sí.
Myriam, gracias, Y desde luego, el puñetero vestido a tomar aire fresco.
Musa, es verdad, nadie debería dejarse pisotear y sin embargo, a veces pasa.
El olvido consiste es que la persona que está en tu punto de mira, ya te da igual...aunque seas la primera invitada a su boda.
ResponderEliminarUn saludo
Me gustó mucho, mucho, muy bien narrado. Aplausos. (Rosana)
ResponderEliminarSi no te fijaste, habia una o dos botellas de cava desesperadas por que le abocaran dentro un tubo de somniferos triturados. Espero que no hubiera abstemios.
ResponderEliminarabrazoo
Debería haber ido de blanco, arrasado con el menú y la barra libre, y haberse acostado con los padrinos y ¿por qué no? también con las otras madrinas. Mejor una buena boda a un funeral.
ResponderEliminar¡Bienvenida a los Relatos Jueveros!
Un besazo