¡¡Hoola!!
Apelo a vuestra sabiduría y experiencia como avezados lectores y escritores. Me he inventado estos dos textos a partir de 3 palabras obligatorias y ya varias personas me dicen que no se entienden los finales. Como está tan claro en mi cabeza, no termino de ver lo que no se entiende y sobre todo no sé como arreglarlo. ¿Me ayudáis?
TEXTO 1.-
-¡HE DICHO QUE NO!!, gritó enfurecido, golpeando brutalmente el fondo marino con su tridente.
Eso habrá provocado como mínimo un tsunami en alguna isla del Pacífico. Tendría que habérselo dicho después del primer café de la mañana, que ya está de mejor humor. Los habitantes de las islas del Pacífico me lo habrían agradecido.
-A ver, papá, no te pongas así, ni siquiera abandono el sector del negocio familiar. Los canales de Venecia también son agua.
-Que me da igual. Antes dejo que Zeus me pegue una paliza que ver a mi propio hijo trabajando en una góndola. ¡Con esas camisetas a rayas tan ridículas! No me lo quiero ni imaginar...
-Bueno, no te estaba pidiendo permiso, te estaba informando. Ya tengo edad para tomar mis propias decisiones.
-Harás lo que yo diga mientras vivas bajo mi techo... o en el fondo de mis mares, más bien.
-¿Nos lo jugamos? El que gane, decide. Elige tú el juego.
(......)
Mientras remaba para guiar a aquella dulce pareja a través del atardecer de Venecia, pensé:
-Tendrías que haber protegido al rey con el alfil, Neptuno, y no te habría hecho jaque. Pareces nuevo. Y eso que fuiste tú el que me enseñó es técnica....
TEXTO 2.-
Corría con todas sus fuerzas. Le quemaba el pecho, le ardían las piernas, pero no podía parar. Si ÉL la atrapaba sería el fin. Le había visto la cara, pagara o no su familia el rescate, ÉL no la dejaría vivir. Corría por si vida, pero estaba al límite de su resistencia. No podía aguantar más. Entonces reparó en la góndola. ÉL no la vería escondida bajo sus bancos, pero ¿Cómo iba explicarle todo al gondolero para que la dejara subir, si no hablaba su idioma? Con la desesperación más absoluta reflejada en su rostro, le suplicó:
-Ayúdame, por favor.
El gondolero la miró sereno, como si supiera todo lo que le estaba ocurriendo y le contestó.
-Sube, tranquila, estás a salvo
ÉL pasó de largo.
(…)
-Jaque mate. ¡¡Ayyy, ese alfil, que se te ha despistado!!, le dije con una sonrisa irónica.
Derribó sus piezas sobre el tablero en señal de derrota y se levantó con lentitud, con el rabo retorcido apoyándose pesadamente en su tridente. Ya desde el umbral, me miró y arrastrando las palabras contestó.
-El bien y el mal tienen que estar en equilibro. La vida funciona así. Tú deberías saberlo mejor que nadie, porque tú lo creaste todo. Has ganado esta batalla, pero no has ganado la guerra. Quien ríe el último...
Se me heló la sonrisa en la cara..
Lo único que encuentro confuso del final del primer texto es cuando dice "Neptuno", porque no sabes si es el hijo de Neptuno o Neptuno hablando consigo mismo. Pero luego, cuando dice que él le enseñó esa técnica queda claro que es el hijo refiriéndose al padre. Yo no creo que sea confuso, pero se puede arreglar sustituyendo ese "Neptuno" por "papá", para dejarlo claro desde el principio.
ResponderEliminarEn el segundo texto parece claro que el diablo ha perdido una partida de ajedrez con Dios. Lo que no entiendo es qué tiene que ver con la mujer que corre. Me temo que no he pillado esa historia.
Saludos :)
en el primero está claro que le hijo le gana al papá la partida de ajedrez, no veo ningún problema en eso no?
ResponderEliminar"me enseñó ESA técnica", solo eso nomás...
y es verdad con el texto "dos", parecen dos relatos distintos... saludos...
ResponderEliminarHe dejado pasar un par de días, a ver si alguien daba con la clave. Hasta me he repasado la lista de los hijos de Neptuno, pero nada, todavía no lo pillo. ¡Aaaaaaaaah!
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