sábado, 7 de enero de 2023

Buenos comienzos

¡FELIZ AÑO!

¿Cómo habéis empezado 2023? ¿Los Reyes Magos se han portado?

Los míos desde luego. Tenía tantos paquetes ayer para abrir que me quedé ojiplática. Mis regalos amontonados ocupaban casi más que los de los Speedysobris. Bueno, tampoco exageremos, que los más pequeños recibieron coches que cambian de color y cosas de esas con envoltorios gigantes que abultan mogollón. Y aún así estaba el tema reñido en cuanto al tamaño de nuestros montones... No os digo más.

Sólo os daré un detalle revelador: uno de mis regalos fueron unas pesas. Para hacer ejercicio en casa. Unas PESAS. ¡YO! Me conmovió la fe en mi fuerza de voluntad que tienen sus Majestades de Oriente

Sobre todo porque, (shhhhh, que no se enteren los Magos) no puedo empezar a cumplir mis propósitos para 2023 si aún no los he escrito. Ni pensado, de hecho. Es decir, estoy todavía leyendo un libro que te explica como diseñar unas metas específicas y medibles que sea posible alcanzar. Y me quedan aún la mitad de las páginas, así que por ahora no me he enterado de la fórmula mágica que parece que lleva al éxito y que, al parecer, hasta ahora nunca he aplicado en mi desastre de planificación...

Total, que estamos a día 7 y no he fallado en mis propósitos porque aún no los he empezado. Por esa parte bien, enfoquémonos en lo positivo. Por otro lado, a este ritmo, entre que acabo de leer y tal, como pronto tendré mis metas claras y decididas en febrero. Porque si no voy tarde y con la lengua fuera no sería yo, claro. Es marca de la casa. Así que el plan es convencerme de que este año tiene 11 meses, en lugar de 12. Un poco como los febreros bisiestos que les sobra un día, pero al revés y en años. Ya sé, el concepto es un pelín enrevesado, pero aún estoy puliendo los detalles, no me agobiéis. Luego bien que querréis usar mi idea de miniAño cuando os encontréis con plazos que se os quedan cortos. Pero ahora todo es criticar, claro.

En fin... que yo pasaba más que nada a desearos lo mejor para 2023. Yo, de momento, sólo le pido centrarme un poquito, que como supongo que ya deduciréis por el párrafo anterior, buena falta me hace. Y que la fuerza me acompañe.

3 comentarios:

  1. No es obligatorio ponerse propósitos. Después de los 18 no hay nada obligatorio. Tira el libro y gana un mes para hacer slgo permitido.
    ¿No te gustaría tener tanto estrés como para no poder pensar en propósitos? El estrés es liberador
    Abrazo, propositora

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  2. Tengo el número de móvil del maestro Yoda y me debe un favor. Ya sabes, si...

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  3. Gabiliante, lo de "el estrés es liberador" es por aquello de que quien no se consuela es porque no quiere, ¿eh? jaja

    Devoradora, no sé, a mi los propósitos me parecen bien, reflexionar sobre lo que quieres para no ir a la deriva. Sólo que creoq ue yo siempre me los planteaba mal y a ver si haciéndolo mejor de base llego más lejos.

    Cabronidas, esto no lo arregla ni Yoda, creo yo... ;P

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.