Me acordé leyendo esto, pero esta entrada no se va tanto para lo hondo, que el tema de violencia y agresiones sexuales me da terror y no tengo el cuerpo ahora como para hablar de eso. Me quedo con la otra parte, la que se refiere a las diferencias del ansia sexual entre hombres y mujeres. De eso sí que tengo cosas que decir, sí. Porque hartita ¡HARTITA! me tiene esa excusa para justificar todo tipo de comportamientos.
Que no tengo ningún problema en admitir lo evidente. Chicos y chicas somos distintos en el plano biológico y, desde luego, no experimentamos la cosas igual. Me creo que por la testosterona, por características evolutivas o porque patatas, los tíos sean mucho más visuales, que tengan ganas de marcha a todas horas y que esto les afecte de una manera que yo como tía no me puedo imaginar sin vivirlo. Compro que les altere, que les condicione... pero no que les controle, que decida su conducta, como muchos, en las situaciones que les conviene, claro, quieren venderme.
Que vale, que tienen un picor continuo "ahí" y eso hace que tengan el "tema" en mente 24/7, lo cual facilita tomar malas decisiones. Pero bueno, como pasa siempre cuando algo se convierte en obsesión. No es patrimonio masculino. Todos tenemos nuestros issues y no se nos permite usarlo de excusa.
A ellos sí. Ellos, como la testosterona les tiraniza, pueden decir cualquier mentira para meterse en la cama de alguien. Pueden poner cuernos sin consecuencia porque, pobrecitos, no son capaces de resistirse. Les puede dar igual 8 que 80 y estar con cualquiera y que les importe un mierdo hacer daño a la otra parte. Que bien, que las hormonas les colapsan y nosotras no lo vivimos así y bla bla bla... Pues precisamente de hormonas sabemos un poco, que cada mes esas cabronas nos dan unas ganas de matar brutales en el síndrome premenstrual y no vamos cometiendo asesinatos por ahí.
Es que me hace una gracia... Que no tenemos su ansia, dicen. Bueno, a lo mejor yo tengo la misma ansia por comer chocolate y eso no justifica que lo robe en las tiendas. Igual lo que pasa es que soy una persona RACIONAL con la capacidad de contener esa ansia, aunque me condicione. Aunque sea molesta. Aunque me cueste. Aunque a veces no sea fácil. Pero sé que no puedo dejar campar esa obsesión a sus anchas y ME RESISTO.
Claro que tíos y tías somos distintos. Claro que igual no me hago idea de su nivel de calentura continuo como ellos no pueden hacerse idea de, no sé, como afecta el embarazo al cuerpo, por ejemplo. En lo que somos iguales es en la capacidad de autocontrol. Que pongan más interés en entrenarla y menos en buscar excusas.
Para mí, tienes toda la razón del mundo.
ResponderEliminarParece que están peor vistos nuestros nuestros cambios de humor por la menstruación.
Besos.
A mí me gusta mucho veros así de mosqueadas, pero en el buen sentido, claro.:D
ResponderEliminarDiscrepo contigo. No es un tema de biología, es un tema cultural. Ellos sienten presión y aprenden en la adolescencia a mostrar deseo continuamente y ellas, a no hacerlo porque sino viene el calificativo de cuatro letras. Lo veo a diario.
ResponderEliminarY precisamente esa supuesta base biológica es la que pretende sustentar prácticas discriminatorias.
Un abrazo.
Devoradora, no es que estén mal vistos, es que se nos llega a tachar de locas. Hay muy poca empatía con eso. Muy poca.
ResponderEliminarCabronidas, no sé cómo se puede estar mosqueada en el buen sentido
Noelia, no discrepas conmigo, discrepas con la ciencia jajaja. Yo sí creo que mucha parte es cultural, pero no tengo problema en admitir que somos diferentes y habrá cosas que se vivan diferentes. Lo que jamás admitiré es que esto JUSTIFIQUE malos comportamientos. Tu biología te influye, no te controla. ¡AGUÁNTATE EL IMPULSO QUE SEA! Eso sí que tendría que ser cultural y que nadie se lo saltara.