domingo, 25 de septiembre de 2022

Leer mal (Cuenta atrás 10)

Es necesario haber hecho mucho para saber que no se ha hecho lo suficiente


Lo de leer y escribir va a rachas, ¿verdad? Quiero decir... que a veces lees cosas que te inspiran un montón y te dan ganas de probar a hacerlo tú  y otras que al revés, que parece que te achantan o te vacían de fuerzas.

Voy a ir a lo concreto, que no se entiende nada. Por ejemplo, allá por el Pleistoceno superior yo escribía poco más que las redacciones de clase, mi diario y la lista de la compra. Al principio de conocer los blogs personales y ese estilo tan distinto (tan coloquial) de juntar palabras no creía que yo pudiera hacerlo. Después le cogí el aire, probé y me di cuenta de que no sólo es que pudiera, sino que lo llevaba dentro, es lo que me brota natural, sin esfuerzo. Por eso cuantos más blogs leía, más ganas de escribir me entraban y más posts se me ocurrían.

Con otro tipo de literatura me ha pasado un poco al revés. De pequeña, cuando aún no había leído demasiado, mi impulso era imitar las historias con las que disfrutaba. Todavía tengo por ahí relatos horribles (con una caligrafía infantil aún más horrible) sospechosamente parecidos a las aventuras de Los Cinco o de Torres de Malory, sólo que con nombres más castizos y con bocadillos de mortadela en lugar de sandwiches de jengibre. La imitación es la forma más sincera de admiración.

Luego ya lees más, cosas distintas, cosas mejores y empiezas a achantarte. No se te va la pluma tan ligeramente porque no te ves capaz de hacer algo parecido, ni siquiera de imitarlo con un mínimo de dignidad. Y si además te vas formando durante el proceso, la cosa empeora. Te vuelves muy consciente de tus debilidades de escritora, de lo que haces mal, de lo que te falta. Y de que a estas alturas de la vida está todo escrito y que es muy difícil ser original o tener un sello propio con la suficiente potencia.

A veces ocurre algo parecido hasta con textos no tan buenos. ¿No os pasa que cuando estáis muy enganchados a un libro (o peor aún, a una saga) tenéis tanta necesidad de input que el output se os queda como en pausa? Queréis que entren datos en el cerebro (cómo acaba, por qué, qué problema vendrá después), pero sacar vuestro propio material de la mente cuesta un montón, como si los pensamientos estuvieran espesos, pegajosos y no fluyeran? No sé si lo estoy explicando muy bien...

Total, que cuando me veo metida en esta especie de bloqueo lector_escritor, lo que hago es leer mal. Me voy a la biblio y cojo algún título llamativo que ya sólo con el género, la portada y las valoraciones que destacan en la contra sabes que va a ser un horror. A veces hay sorpresa, no es tan malo como parecía y ese ratito bueno que te llevas. Pero casi siempre resulta una castaña pilonga de proporciones míticas. Y la indignación y el cabreo de pensar que alguien ha editado, vendido y añadido al catálogo de una biblioteca semejante zurullo no te los quita nadie, es verdad. Pero también piensas que si hay autores tan malos, que escriben tan tan tan rematadamente mal y aún así no les da vergüenza sacar tremendas mierdas y llamarlas libro, tú peor que ellos no lo vas a hacer. Así que enciendes el ordenador y escribes. Porque, por increíble que parezca, hay veces que peor imposible. Y eso ayuda.

4 comentarios:

  1. Alguna vez me ha funcionado eso, sí. Voy a intentar recordarlo 😅 porque mi tendencia es no pensar nunca que peor imposible porque oye, el mundo se empeña y vaya, sí era posible peor jaja

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  2. Jajaja, que risa, oye... pues tienes razón. Tendré en cuenta tu técnica por si me llegan los momentos de bajona. ;)

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  3. Tus últimas cuatro líneas me han encantado.

    Aunque no tanta como debería, hay mucha gente que lee, y cada uno tiene un gusto. Pasa un poco como con la música, que no me explico cómo ciertos ruidos pueden llamarse música y ahí están, en todas las emisoras y dando conciertos. Quizás esos libros tan malos le gustan a alguien más, además de a quien lo ha escrito, claro.

    Besos.

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  4. Bettie, sí que es posible peor, sí... que hay cada cosa por ahí que yo flipo con que haya llegado a imprimirse, te lo digo sinceramente.

    Mento, funciona siempre, te lo digo yo ;P

    Devoradora, eso es olo más sorprendente, leer los comentarios de gente que le encanta. Yo me quedo flipada. Porque ya no es una cuestión de gustos. Puedo entender que yo odie un libro que a otros les parezca genial. Pero yo hablo de un mínimo de calidad, de que no sea una absurdez tras otra tras otra tras otra sin un mínimo de coherencia. Y eso pasa muuucho más de lo que parece.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.