viernes, 9 de septiembre de 2022

¿Somos adictos? (Cuenta atrás 14)

¿Os consideráis adictos a internet o al teléfono móvil? Porque yo lo estaba pensando el otro día y, la verdad, no sé qué deciros. O sea, para empezar creo que habría que separar las categorías, que no son equivalentes ni de coña. Yo de yonky de lo primero tengo bastante puntos, pero de lo segundo la cosa se complica. Con los zurullos de terminales que me compro siempre, lo cierto es que usarlos mucho es batante suplicio, así que diría que los empleo el mínimo imprescindible. Que tengo el 99% de las notificaciones silenciadas para que no me agobie el pitido permanente y que estar un rato largo sin consultarlo, lejos de estresarme, me da paz. Luego me entra ansiedad de los ocho millones de mensajes sin leer que se me han acumulado en ese rato de desconexión, lo leo todo en diagonal y no me entero de nada, pero el ratito de paz no me lo quita nadie.

Añadiré un dato que me parece esclarecedor: iba a bajarme una app para medir por curiosidad el tiempo diario de uso del terminal y no he podido porque no me queda memoria suficiente en el teléfono. Tal cual. Si no puedo instalar una triste aplicación que será un cronómetro y poco más, que voy a ser adicta ni adicta...

Así que lo del móvil está bastante claro. Ahora bien internet... internet es otro tema. Porque yo sí me paso la vida metida en internet, la verdad, pero no sé si eso se puede considerar adicción. Es decir, por ejemplo. Horas y horas y horas de mi vida tiradas (bueno, invertidas) en este blog. Sin embargo, si esto alguna vez fue una red social, desde luego, ya no lo es (casi) porque quedamos aquí (casi) cuatro gatos. O sea, que yo aquí escribo, (casi) como lo haría en un folio. ¿Cuenta como internet? No sé, ¿no?

Algo parecido me ocurre con Twitter. Nunca me he parado a calcular cuanto, pero yo ahí también me tiro horas y horas LEYENDO, por lo que tampoco lo considero una red social. Lo uso para informarme, para reírme, para entretenerme, para enterarme de cosas y contrastarlas casi en tiempo real. No hablo (casi) nunca, no interactúo (casi) nunca. Es una fuente de datos como podría ser un periódico, un ensayo o una charla, sólo que me llega en formato tweet. ¿Si leyera periódicos una hora al día se me consideraría adicta? No, ¿verdad? ¿Y entonces?

Tres cuartos de lo mismo con la lectura de ficción, la de pasar el rato. Yo leo horas y horas, cierto. A veces en papel, a veces en digital, a veces en el ordenador (cuando la peña aún escribía blogs, ejem, ejem, guiño, guiño, codazo), a veces en el móvil. Nadie diría que soy yonky de las letras si me ve toda la tarde con un libro. ¿O si?

¿Soy adicta? Yo creo que no . O igual sí y estoy en la fase de negación y de tranqui, yo controlo.



5 comentarios:

  1. Yo creo que principalemente a Internet y aunque no quieras, difícil lo ponen. Casi todos los trámites se pueden hacer desde casa, por ordenador, pero cuando sales a algún sitio a comer ¿cómo miras la carta? Pues desde el móvil con el código ese dichoso.

    Besos.

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  2. Ainssss... todos somos un pelín adictos, o por voluntad o porque los tiempos lo imponen ;)
    Un beso.

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  3. Yo sí soy adicto. A la música, los libros y el cine. Antes de la aparición del móvil e internet . De hecho, desde que tengo uso de razón.

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  4. Me pasa algo parecido. ¿Adicta? No creo. Pero sin Interné mi vida sería mucho peor. Por lo que sea, mucha de mi socialización significativa ocurre en Interné, así que... Más de uno diría que tengo un problema, peeeero mediwá.

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  5. Yo lo era y ahora pinto florecillas en papel de estraza divinamente jajja. Los ciclos.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.