domingo, 4 de septiembre de 2022

Borrachera literaria de Hermanastra (cuenta atrás: 15)

¿No os pasa que cuando acabáis un libro que os encanta o que os toca el corazón por algún motivo tenéis un rato de emoción desbordada, de reacciones magnificadas? Un poco parecido a la exaltación de la amistad y la euforia de llevar una copita de más, que todo parece como subido de volumen... Bueno, ahora viéndolo escrito suena raro, así igual sólo me ocurre a mi. Quizá debería donar mi cerebro a la ciencia para que lo estudien...

El caso, que sí, lo confieso, yo tengo estas "borracheras literarias" y procuro no escribir de los libros que las provocan hasta que me calmo un poco. Para que todo repose, se asiente y pueda distinguir por qué me ha llegado tanto, como lo ha logrado y qué es lo que más quiero destacar. Bien, pues hoy me voy a saltar esa regla. Bueno, a saltármela a medias.

Hace un minuto que he terminado Hermanastra. Me ha encantado. Es original, inspirador, tierno, emocionante, a ratos un pelín poético y para colmo se trata de un retelling de una historia clásica, lo que a mi me gana de antemano. Os lo recomiendo por muchas razones que os contaré en una futura entrada más sosegada y serena, cuando se me haya pasado la cogorza literaria. Pero como ahora esta tajada escritora me da muchas ganas de hablar del tema y no me las quiero aguantar, dejo por aquí algunas de las citas que me han gustado. Voy a escoger unas pocas así a lo loco, porque si os pongo todas las que he apuntado esta entrada parecería el Quijote. Aquí van:


Eso es lo que hacemos con nuestro dolor —dijo mientras observaba el vuelo de la mariposa—: lo convertimos en algo bello.

—Lo convertimos en algo significativo —añadió la diva.

—Lo convertimos en algo mejor —susurró la actriz


Las oscuras horas de la madrugada han destruido a muchos. La luz de las velas proyecta sombras sobre las paredes de nuestras almas, sombras que transforman un ratón en monstruo y un revés en desastre. Si alguna vez, a esas horas, decides colgarte, bueno, la decisión es tuya. Pero no vayas a buscar la cuerda hasta que se haga de día. Para entonces, seguro que le has encontrado mejor uso


Que te llamen fea no es nada —dijo la diva—. Guapa... Esa palabra sí que es peligrosa. 
—Guapa te engancha deprisa y te mata despacio —dijo la acróbata 
—Guapa es un lazo que te echas al cuello —dijo, e hizo justo eso—. Cualquier idiota puede apretártelo y darle una patada a tu punto de apoyo. Y entonces estás perdida.


—Este mundo, la gente que vive en él, como tu madre o Tantine, nos clasifica. Nos mete en cajas. Tú eres un huevo. Tú eres una patata. Tú, una col. Nos dicen quiénes somos. Lo que tenemos que hacer. Lo que seremos. Porque tienen miedo. Temen lo que podríamos ser


Lo que está hecho, hecho está, ya te lo hicieran a ti o lo hicieras tú, y no puedes cambiarlo. Sin embargo, lo que no está hecho, sin hacer queda. Y ahí es donde residen la esperanza y el riesgo. Créete capaz de elegir tu camino. O no te lo creas. En cualquier caso, tendrás razón. Cada guerra es distinta, aunque todas las batallas son iguales. El enemigo no es más que una distracción. Porque siempre, siempre, luchas contra ti.


Es un tiempo sombrío para cualquier niña que tome el sendero equivocado. 
Más aún si la niña se pierde. 
Sabed que es peligroso desviarse del camino. 
Pero más peligroso es no hacerlo

3 comentarios:

  1. Diría que a cualquier lector le ha pasado, y más de una vez, lo que cuentas. A mí sí.

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  2. Opino como Cabrónidas.
    Es una sensación maravillosa y aterradora a la vez.

    Besos.

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  3. Cabronidas, menos mal, no estoy sola en esto ;P

    Devoradora, por lo menos por lo menos es medio rarunillo, ¿no? jajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.