Estoy leyendo Open, la biografía de Agassi. ¿Con quince años de retraso? Sí, con 15 años de retraso, hijos míos, ya lo sabéis, yo siempre a la última.
¿Voy a hablar de Open cuando no he leído ni 200 de sus 400 páginas? De nuevo, afirmativo.
Mi blog, mis reglas.
Se siente.
Total, que comento ya porque la curiosidad se me come por los pies. Yo no leo a menudo biografías y siempre me intriga mucho el proceso de escritura. Y es que claro, en la mayoría de los casos, la vida (los acontecimientos, las curiosidades y el salseo) las pone el famoso de turno, pero las palabras las pone otro. Normalmente un profesional de las letras. Y eso es lo que me parece dificilísimo. Porque el plumilla en cuestión no ha estado en el día a día que se describe en las páginas, no ha vivido las situaciones, no las ha sentido.
Open está firmado por JR Moehringer que lo cuenta, he de reconocer, muy requetebien. Consigue tensión, épica, curiosidad, empatía, ternura y bastantes momentos de profundidad. Y vale que material tiene de sobra, porque la vida de uno de los tenistas más importantes de la historia igual es ligeramente más movidita que la del ciudadano medio. Pero aún así, me surgen dudas infinitas:
-¿Cuántos millones de horas hablaron autor y protagonista para llenar esas 400 páginas? Se llega a un nivel de detalle enorme. Conversaciones con su familia en su niñez, como conoció a su mejor amigo, la complicada relación con su padre desde bebé... Que ya es difícil que Agassi se acuerde de todo eso, pero es que además se lo tiene que transmitir al plumilla para que le dé forma. Lo que, de hecho, me lleva directamente a mi siguiente duda...
-¿Cuánto se ha inventado Moehringer? Porque igual un deportista de élite tiene un día a día de película, pero, por muy pronto que haya empezado su carrera, un chico de diez años no. Ese chaval puede llevarse de fábula y querer muchísimo a su hermano, pero esas charlas con símbolos de apoyo mutuo que se mantienen a lo largo de los años no me las trago ni loca. Es decir, la buena relación sí, el cariño sí, las anécdotas tiernas, incluso. El resto es una forma de expresarlo, literatura. No es ficción porque el sentimiento, el fondo, es real pero no ocurrió así en el 90% de los casos. Me juego lo que sea. Y eso aún me hace admirar más el trabajo del escritor. Qué capacidad de visualización, ¿no? Una cosa es construir situaciones muy concretas que no se corresponden con nada fuera de tu cabeza. Pero inventarte algo para transmitir una verdad me parece chungo de narices. Lo cual, de nuevo, me lleva a lo siguiente...
-¿Cómo reaccionan los miembros de la vida de Agassi a todo lo que revela la biografía? Es un relato muy detallado. Hay pensamientos de él bastante íntimos, buenas y malas experiencias con su padre, con sus parejas, con su entorno. ¿No se sienten expuestos? Se dice mucho de ellos. ¿Se ven representados, se cuenta "su" verdad? Eso es misión casi imposible.
Todavía me acuerdo del primer trabajo de contadora que hice en la escuela de Superhéroes. Fui al curro de mi tía y relaté en cuatro folios la labor tan importante que se hacía allí. Lo tuve que simplificar para que un público general, con cero conocimientos del tema, lo entendiera. Necesité darle una unidad para que se leyera del tirón. Le añadí algún detalle tierno, para que conectara con el lector. Mi profe me puso un 9,8. A mi tía le horrorizó. Opinó que no reconocía su realidad en lo que había escrito. No inventé nada, conté lo que vi desde fuera dándole una forma. Si vosotros hubierais estado allí, casi seguro habríais captado la idea general con mi escrito. Pero ella, desde dentro, no se veía representada.
Así que paso páginas y páginas de Open y no hago más que pensar que querría tomarme un café con Moehringer para acribillarle a preguntas: ¿Tenías pesadillas por si Brooke Shields mandaba un sicario a matarte después de leer algún pasaje del libro? ¿Vamos capítulo a capítulo, yo apuesto a las situaciones que creo inventadas y tú parpadeas una vez para desmentir y dos para confirmar? ¿Cuántos millones de millones de millones de folios de apuntes cogiste para que te salieran 400 páginas limpias? La deforestación del Amazonas empezó con esta biografía, ¿eh?
Un testamento de entrada y de la vida de Agassi ni he llegado a comentar porque voy por la página 200. Cuando termine igual hablamos otra vez...
Yo he leído libros autobiográficos, pero siempre de gente con vidas jodidas por sus tendencias autodestructivas y sus carencias afectivas. Nada que ver con el afamado tenista, ¿no? Aunque todavía te quedan doscientas páginas...
ResponderEliminarTe recomiendo la biografía de Paul Stanley de KISS, además está en audio y la puedes hallar en Youtube.
ResponderEliminarJ. R. Moehringer me gusto tanto en el bar de las grandes esperanzas que no he leido nada mas de él.
ResponderEliminarBss
Cabronidas, ya lo he terminado y Agassi ha tenido, a pesar de lo que pueda parecer, una vida bastante jodida. Y muchísimas tendencias autodestructivas. Sí que creo que te gustaría, la verdad.
ResponderEliminarAlexander, me lo apunto, gracias.
ECDC, tengo muchas ganas de leer ese libro, y eso que por las sinopsis pensé que no me iba a gustar nada porque no es mi estilo, pero ahora creo que me va a encantar. Moehringer es muy bueno, eso me ha quedado claro.
Cuando leí "El bar de las grandes esperanzas" me pareció tan genial su capacidad de observación y memoria que dudo que lo olvide, por algo le dieron el Pulitzer.
ResponderEliminarAsí que no se ne ocurre nadie mejor para relatar una biografía.
A ese libro le tengo muchísimas ganas. Desde luego la biografía de Agassi es tremenda, a mi me ha gustado mucho. Hay muchísimos detalles y tan buenos, tan significativos, que piensas. "Esto no pudo pasar así. La vida real no es gráfica, tan literaria, tan cinematográfica". No sé, o igual si sabes observar los suficiente sí.
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