Winter is coming y me la chufla

Bueno, pues ya está. Se ha celebrado el sorteo de mi última lotería metafórica y, como era de esperar, no me ha tocado. Estaba difícil, todo hay que decirlo. Aún así estoy contenta porque, como en El Precio Justo, hemos venido a jugar, he jugado, me he divertido y que me quiten lo bailao, oye. Además, tengo la conciencia muy tranquila porque yo he hecho mi parte: no la he cagado. Esto es todo lo que estaba en mi mano para decantar el resultado de la tómbola y yo he cumplido, así que ni tan mal. Si la suerte no acompaña no es cosa mía.

Ahora salvo plot twist inesperadísimos tipo los de Juego de Tronos, winter is coming (again). Vienen tiempos duros en los que hay que resistir a toda costa. Por suerte, últimamente me he hecho con varias armas que me ayudarán a soportarlos mejor que otras veces:

-Primero y principal, la costumbre. Ya he pasado muuuchas veces por temporadas como esta y al final acabas haciendo callo y no te afecta como al principio.
-Segundo  y no menos importante, desde el Jamacuco Supremo todo me la chufla porque soy muy consciente de que no merece la pena preocuparse si en cualquier momento te puede dar un chungo que te deja lista pa'papeles. Así que básicamente ahora hago lo que me sale del unicornio y ya saldrá el sol por antequera, oye. Total, cuando me preocupaba tanto tampoco me servia de mucho, así que pa'qué.
-Y tercero la experiencia, que es la madre de la ciencia, y que me dice que, al final, de todo se sale, que no hay mal que cien años dure, que no es tan fiero el león como lo pintan y que no es oro todo lo que reluce. Que yo sigo siendo una culocagao con cero de autoconfianza y aún así me sorprendo a mi misma de vez en cuando manteniendo un nivel muy bueno porque después de tantos años, algo he aprendido y se me escapa hasta sin querer.

Así que aunque la noche es oscura y alberga horrores, yo lo primero que he hecho es renovarme el pasaporte para marcarme un viajecito a la voz de ya. Que después te lías a combatir con los caminantes blancos y te quedas sin vacaciones. Esta es una importante lección aprendida tras años de largos inviernos: primero viajecito y luego batallas, que si no al final dejo mi vida para lo último y no puede ser, que en este mundo estamos dos días y uno nos lo pasamos durmiendo.

Total, que sí, que winter is coming, pero que yo he activado ya el modo "anuncio de cerveza" y soy totalmente inmune a la preocupación, a la depresión y al agobio.



Winter is coming y me la chufla. Así os lo digo.