Tengo una herida en la raja del mismísimo pompis. Y vosotros ahora os haréis las preguntas lógicas: Por qué meto contenido porno bajo títulos de entradas normales y corrientes y por qué llego a este nivel de detalle totalmente innecesario. Bien, pues me voy a explicar.
Punto 1. Lo que ha causado los desperfectos donde mi espalda pierde su casto nombre no han sido precisamente sesiones de estupendísimo sexo salvaje (ya me gustaría a mi) sino abdominales. AB-DO-MI-NA-LES. Tan triste como os lo cuento. Si el deporte es sano, yo soy Catalina la Grande de Rusia. Eso o que mi cuerpo no es lo que era, porque he hecho abdominales toda la puta vida y lo máximo que me han quedado son agujetas. Esto de los roces en la carrocería es nuevo. Lo que me lleva al punto siguiente.
Punto 2.- A mi que me devuelvan el dinero, porque mi envase ha salido defectuoso. Escalé en vacaciones, me hice heridas en los dedos y mi cuerpo ha decidido secarlas, que se caigan las costras y unificar el tono de mi piel. Hasta ahí perfecto, nada de objetar, estoy en contra de la roñilla post vacacional. Pero una cosa es pelarse y otra parecer un extra de The Walking Dead, que es la pinta que yo tengo ahora mismo. La potencia sin control no sirve de nada.
Punto 3.- Mi lucha contra los kilos va mal. Bueno, más que mal, va leeeeeeeeeenta y trato de acelerarla con todo lo de los párrafos de arriba (ahora entendéis por fin por qué esta entrada tiene el título que tiene, ¿eh?) Total, que además de abdominales de consecuencias imprevisibles también subo escaleras. En concreto todas las que hay en mi portal todas las veces que puedo, lo que suma un total de dos millones de escalones (escalón arriba, escalón abajo). Esto le está viniendo muy bien a la firmeza de mis glúteos pero muy mal a mi imagen de adorable vecina, porque hacer cosas raras como subir escaleras sin ton ni son se paga. Mi popularidad se acerca ya peligrosamente a la de la vieja de los gatos. Tenemos un código rojo.
Y dada esta situación de emergencia, lo voy a dejar aquí. Será lo mejor para todos.
Caray, Speedy. Lo tuyo con los abdominales sí que parece un tanto extraño . .. Pero bueno, una superheroina debe tener un cuerpo a prueba de todo. Así que reclama la garantía que seguro que que estás a tiempo...
ResponderEliminarY respecto de las escaleras... no creo que eso vaya a mermar tu popularidad. Tu sigue como si nada, pero por variar, si hay alguna escalinata monumental en tu ciudad, alguna subida a iglesia o catedral, etc... trabájatela también, ja, j.a...
Perder peso es lento, es lo malo. Molaría que la gente engordara y adelgazara de forma instantanea, con cada comida y cada deposición, pero no.
ResponderEliminarYo nunca he sido capaz de hacer abdominales, ni flexiones. Antes llegaba a la punta de los pies sin flexionar las rodillas, pero ahora mismo me da miedo intentarlo.
Ánimo ;)
Cuando estuve de emigrante perdí cerca de 15 kilos. Ahora de vuelta he recuperado casi la mitad. Creo que sólo se baja de peso cuando uno se mueve y come menos; esto es, sufre (porque no hay placer sino sufrimiento en moverse por necesidad y en privarse de pimplar lo rico y delicioso). Anyway, decía alguien que lo importante es el interior, no?
ResponderEliminar...y aprovechando tu honrosa herida adquirida en el cumplimiento de tu deber saludable, te he dedicado una entrada, : )
ResponderEliminarJajajaja, me ha encantado lo del código rojo de la vieja de los gatos.
ResponderEliminarOjalá fuera tan fácil perder los kilos como ganarlos. Te deseo mucha suerte con tu lucha contra ellos y espero que te recuperes pronto de los daños colaterales!
Saludos!
Euclides, sí,ahi, subiendo una escalinata monumental en plan la peli de Rocky, ¿no? jajajaja
ResponderEliminarDoctora, es que llegar a los pies sin doblar las rodillas tiene tela, ¡eh? jajajaja
Rafa, ya me he pasado a ver y comentar la entrada, gracias!
1y2deseptiembre, ¿qué tal va tu recien estrenada aventura bloguera?