(Esta entrada es un intento turbio y me temo que no muy efectivo de explicar lo que algunos me preguntan en los comentarios, por qué tengo la vida tan colapsadísima como la tengo. A ver si se entiende algo)
En la Academia de Superhéroes a la que todos vamos antes de empezar a defender a la Humanidad por nuestra cuenta hay mogollón de asignaturas que sobran porque no sirven para nada. Mo-go-llón. Y es que yo no sé quien sería el listillo que incluyó en el programa formativo materias como "Historia de las capas y otros elementos complementarios de lo supertrajes", pero desde aquí quiero decirle que se ha lucido. Pero de verdad. Y que muchas gracias. Porque generaciones de superhéroes han perdido (y siguen perdiendo) su tiempo y 40 créditos lectivos en esta tontada, cuando podrían estar practicando su vuelo rasante o sus tácticas de combate cuerpo a cuerpo. Pero claro, como a los que le dejan la cara hecha un mapa en las primeras peleas es a los novatos y no al listillo de las capas, pues claro, así nos va.
De todas formas, por suerte, en la Academia también había asignaturas útiles. Una de las que más, sin duda, era la que explicaba la política internacional y como se relacionan (en la historia y en la actualidad) unos países con otros. No hay nada mejor que dar un paso atrás y mirar el conjunto para darnos cuenta de que lo que pasa en el mundo, (lo gordo, nivel guerras o crisis nucleares) forma parte de una partida de ajedrez entre unos pocos donde está todo calculado al milímetro. Luego nos venden la moto, que si evolución de mentalidades, que si ciclos financieros, que si cambios socioeconómicos, que si patatín, que si patatán, pero esas cosas son decisivas pocas veces en la historia. La mayoría de los conflictos y de las crisis se desencadenan porque alguno de los grandes quiere hacer jaque a la reina y para eso no le importa sacrificar un peón. Esto es así y es así.
Recuerdo que en los años en los que yo estudiaba había muchos bullullus turbios por Irak y esa zona. Algunos de los países de la Unión Europea querían meterse en medio del follón y otros no y a muchos expertos se les llenaba la boca diciendo que eso era un cisma en la UE, que mostraba su división interna. Mi profe, en cambio, afirmaba con toda seguridad que se trataba de una estrategia con la que los europeos colocaban sus jugadores a ambos lados del campo: si lo de Irak acababa bien, la UE habría acertado al apoyarlo. Si terminaba como el rosario de la aurora, habría dado en el clavo quedándose al margen. Éxito asegurado.
Pues bien, esa también es mi estrategia. A esto vienen estos tres parrafazos nostálgicos de recuerdos estudiantiles que no terminabais de entender qué pintaban en esta entrada, a explicar por qué me complico la vida como me la complico. Mi día a día es una lucha (como el de todos, supongo) y hasta ahora las cosas no han ido demasiado bien para mi bando. He lanzado varios sistemas de ataque que, a pesar de reajustes y perfeccionamientos, han resultado no ser efectivos a la larga y ahora me toca buscar otra manera de ganar la guerra. La cosa es que después de tantas tácticas bélicas inútiles no sé bien por donde tirar y por eso aplico la estrategia de colocar mis jugadores a ambos lados del campo. Por eso los pongo a cuidar la retaguardia alemana y a vigilar la frontera con la Supermovida y a recargar munición en lengua de signos. Por eso estoy que no estoy y me paso todo el día de la ceca a la meca. Por eso no puedo soltar lastre. Porque, simplemente, ahora mismo, no me lo puedo permitir.
Y ya sé lo que me vais a decir, lo que siempre me repite Speedydad, que quien mucho abarca poco aprieta. Y tenéis razón. Pero el problema es que, aunque mi guerra empezó hace mucho, está casi como al principio, cuando queda todo por hacer, y por eso no puedo jugármela a una carta. No quiero arriesgarme a apostar por una sola táctica y que falle, como las anteriores. Ya no tengo tiempo para errores. Ahora lo que toca es estar en todos los frentes. No me queda otra.
¡Ahhhhhhhh!....pues entonces solo me queda desearte mucha suerte.
ResponderEliminarToma alguna bebida isotónica para recuperar fuerzas chica porque te va a hacer falta. Pero en cuanto veas que se abre algún camino deshazte del resto que eso no se puede aguantar mucho tiempo ni con súper poderes. Suerte!!
ResponderEliminarPues me ha gustado mucho tu explicación de poner los jugadores a ambos lados del campo :)
ResponderEliminarPues muchas gracias, Pseudo! ;P
ResponderEliminarPapaCangrejo, más que una bebida isotónica, necesito una pócima mágica, como la de Asterix y Obelix, pero en vez de superfuerza que me de supernergías jajaja
Holden, thanks, guapi!
Yo ya sabes que apuesto por ti como la ganadora de la batalla. Hay que jugar a tantas bandas en estos días, que con tantas que son parece que vivimos en un dodecaedro... ¡como poco! Te entiendo perfectamente, así que... ¡mucho ánimo!
ResponderEliminarTe has explicado mejor que un libro abierto. Casi he visto el mapa de la batalla sobre la mesa y a ti colocando tropas en todas partes.
ResponderEliminarYo solo te digo que algun frente ha de cuajar bien cuajao, ganarás alguna batalla aunque ahora no lo veas claro. Claro que si no fuera así...
... será porque aún NO has dejado el talismán de la suerte en mi estantería!!!, jajaja
Hala, tú agobiada y yo dándote más faena :P
Pues Juan, como parece que muchos estamos en las mismas... ¡mucho ánimo también para ti!
ResponderEliminarAyyyyyyy, JuanRa, que se me había olvidado!! Ahora voy! ;P