Cuando un ejército es incapaz de ocupar una ciudad que no se rinde ni pa'tras, la asedia. La sitia el tiempo que haga falta hasta agotar sus resistencias. La táctica es tan simple, como efectiva. De hecho, hasta que se inventaron los cañones potentes en la época napoleónica, era el método más utilizado para ganar las guerras.
Así que la cosa va así: los malos te rodean, bloquean todas tus líneas de abastecimiento y a ti te toca resistir. Aguantar detrás de la muralla pase lo que pase. Y esto que parece tan fácil de explicar, tiene su complicación. Porque las condiciones no son las mismas para todos:
-Agua y alimentos
Es más fácil sobrellevar el sufrimiento con el estómago lleno que con retortijones de hambre. Esto es así.
-Tropas disponibles
Hasta soportando un asedio hay cosas que hacer, así que cuantos más seamos, a menos tareas tocaremos. Además, claro, de la multiplicación de recursos: ven más cuatro ojos que dos, lo que uno no piensa, al otro se le ocurre y demás axiomas de un buen trabajo en equipo.
-Nivel de confianza en tus filas
Porque esa es otra, te tienes que fiar de los tuyos, de los que están en tu lado de la muralla. Necesitas saber, sin atisbo de duda, que están de tu parte, que te van a apoyar, que seguirán ahí cuando acabe la batalla. Creer que tienes a alguien constituye la mitad de tu fuerza en combate.
Por eso, la próxima vez que me digas que resista, que la guerra es así, que a todos nos tiran las mismas bombas, piensa en como está de llena tu despensa. Y cuantos soldados te quedan sanos y operativos. Y cuantos oficiales de alta graduación y total confianza militan aún en tus filas. Luego piensa como están mis víveres, mis fuerzas y mi personal.
Y ya si eso, después hablamos.
Vaya, cualquiera diría que es lunes, y no sólo por tu twitter.
ResponderEliminarMira, vete al Mercabrona o al Ar'campito o al Carrefúl, llenas la despensa y, sobretodo, come mucho AllBran. Verás la vida de otro color.
Yo la veo color mierda con tanto AllBran pero cagar hace feliz a la gente que no sufre (unos nunca, otros alguna vez...).
Ja, ja, ja...vale...la próxima vez me lo pensaré...
ResponderEliminarPues también es verdad, a pesar de que al final no queda otra más que resistir, lo que jode muchas veces que nos lo digan... creo que lo borro de mi vocabulario.
ResponderEliminarComo creo que a ti, a mí también me repatea el consejo condescendiente, el "las cosas son así". Ando con pocos víveres y con pocas tropas, pero confianza sí te puedo pasar para que la hagas llegar a tus filas, que combatir siempre hay que combatir. No vamos a dejar que ganen los malos...
ResponderEliminarYo creo que te has dejado a los comandos de élite, que son los que resuelven el tema en todas las pelis cuando la situación parece ya perdida. Son gente bregada en mil batallas, que se saben todos los trucos, y que tras arrastrarse por el barro consiguen llegar tras las líneas enemigas y, cuchillo en mano, salvan la situación sin hacer ruido. Y además casi nunca se quedan para la foto, porque entre otras virtudes son modestos. Gente importante, vamos.
ResponderEliminarAnónimo F
Joer, vaya bronca de tres pares que le has metido a alguno/a.
ResponderEliminarBesos.
Lo bueno es que a veces los habitantes de los castillos asediados encontraban algún pasadizo que les permitía evitar el asedio y reponer suministros, o algún ejército aliado enviaba refuerzos desde otro sitio y la cosa tenía final feliz.
ResponderEliminar¡Buena semana, Speedy! ¡Y ánimo con los lunes! :)
De modesto héroe venido a menos que nada a superheroina en apuros .... tengo un grupo de leales escuderos dispuestos a arremeter contra quienquiera gigante, monstruo o espectro, sin que los harapos que visten, las patas de palo que los sostienen, los ojos tuertos y cicatrices de mil y una batallas (todas perdidas, por supuesto) los desanimen para amparar a una superheroina que necesite refuerzos.
ResponderEliminarMisa, quien diría que el secreto de la felicidad es una buena cagada, ¿no? ;P
ResponderEliminarBuena decisión, Pseudo ;P
Doctora A., lo que molesta no es que te digan que resistas... sino que te quieran convencer de que todos estamos igual. Porque unas veces es así. Y otras no.
Juan, ¿te queda confianza? Pues con lo cara que está últimamente, cuídala bien. Ahora, es verdad, a lo malos ni agua
Anonimo F. y los comandos esos, ¿vienen en las páginas amarillas? ;P
Daniel, ¿yo? ¿broncas? ¡NUNCA! jajaja
Tarambana, pues ya repasaré los planos, por si hay por ahí algún pasadizo que se me ha escapado
Euclides, se agradece, unos cuantos escuderos de más nunca vienen mal
Repasón, repasón.
ResponderEliminarNo obstante si haces un llamamiento a tus aliados seguro que te apoyan... en las pelis pasa.