domingo, 6 de diciembre de 2020

Una perspectiva dura de la vida

"El problema de ser la hermana del primer ministro es que te da una perspectiva un poco dura de tu vida. ¿Qué ha hecho hoy mi hermano? Dar la cara y luchar por su país. ¿Y qué he hecho yo? Una cabeza de langosta de cartón piedra."


(Love Actually)

Una de las cosas malas del gremio de los superhéroes es la exposición pública. O sea, que llevamos máscara, usamos identidad secreta y tal, pero que al final tus hazañas y las de tus compañeros están siempre en las cabeceras de las noticias y los demás no sabrán quién eres pero tú sí, y ahí te ves retratado, con tus aciertos, con tus errores y con tus piradas de pinza. Y las de los otros compañeros, insisto.

Esto da un poco igual e incluso mola cuando todo sale bien. Pero en el mundo real, a diferencia de las pelis de aventuras, no siempre va todo bien. A mi en concreto me fue muy mal durante muuuuuucho tiempo. Me esforcé años y años por hacer un buen trabajo que fuera reconocido con condiciones aceptables, ascensos o como mínimo algo de estabilidad laboral que nunca terminó de llegar. Así que cuando me harté de que me subestimaran, me marearan y me tomaran el pelo tomé una de esas buenas decisiones que van seguidas de un "y a tomar por c*lo" y me quedé más ancha que pancha.

De hecho, ahora creo que tardé demasiado en partir peras. Supongo que me costó porque como una idiota vinculé el éxito profesional a la valía personal y fracasar en ese ámbito me hacía verme como un infraser completamente inútil e inferior a todos los demás. Una gilipollez, ya lo sé, pero en mi mente era tan real que no me permitía dejar de luchar para conseguir lo que otros parecían alcanzar con mucho menos esfuerzo.

Tuvo que darme el Jamacuco Supremo y dejarme casi lista pa'papeles para tomar conciencia de que vivir tranquila es mucho más importante que el trabajo y que además ser superheroína en realidad ya no me molaba tanto. De hecho ahora creo que nunca me gustó demasiado. Lo que quería era sentir que había conseguido detener el meteorito peligroso o vencer al villano de turno. Pero lo que es disfrutar de cada misión, no la disfrutaba mucho la mayoría del tiempo, la verdad.

Ahora estoy en la casilla de salida, en el origen de coordenadas, sin saber qué hacer con mi vida y con el cuentakilómetros a cero mientras mis compañeros de promoción superheroica son ya medio jefes y les dan premios a su trayectoria y cosas así. Con nuestra edad es lo que toca, claro. Me imagino que pasará en todos los sectores pero en el mío sale cada día en la portada de los periódicos y en las cabeceras de las noticias, no hay manera de escapar, tienes que verlo. Y las comparaciones son odiosas por mucho que trates de no compararte porque, es verdad, no se pueden comparar manzanas con bicicletas.

Así que más a menudo de lo que me gustaría me sorprendo a mi misma pensando lo mismo que decía Karen en Love Actually: "Ser la hermana del primer ministro te da una perspectiva un poco dura de tu vida"

3 comentarios:

  1. Me ha gustado la reflexion de este post. En estos tiempos de eventualidad es muy facil caer en la calavera y que te manden a la salida, pero tambien es cierto q con un par de seises, una oca y un puente regresas a la misma casilla q estabas
    Abrazuchos

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  2. La labor del primer ministro está sobrevalorada, la cabeza de langosta tiene muchísimo más mérito...y si no eres capaz de entender eso...es que de verdad has perdido los superpoderes.

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  3. ECDC, dos problemas veo en ese plan: ¿y si no sabes si querías volver a la casilla que estabas o a otra distinta y (esperemos) mejor? Y más importante aún, ¿quién gestiona lo de los seises y cómo se le puede sobornar? Porque por voluntad propia no me los manda, el cabronaz@ ;P

    Pseudo, pues no sé, a veces sí que creo que he perdido mucho mis superpoderes, sí...

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.