sábado, 11 de julio de 2020

La pregunta del millón

(Preparad el diván que se viene sesión de psicoanálisis. Se siente)

El CoronaApocalipsis y sus consecuencias de todo tipo habrán puesto a más de uno frente al espejo, supongo. Ya sea por el confinamiento y las horas de más para pensar o porque el bichillo haya disparado a la línea de flotación de su familia, su salud o sus ahorros, algunos se habrán parado a reflexionar sobre la vida que llevaban, sus relaciones, su trabajo, sus prioridades, su futuro. Un proceso que no siempre es un camino de rosas.

Yo llevaba un tiempo ya en este empeño. En parte porque nunca he terminado de entender nada de mi día a día y en parte porque hace no mucho me dio un Jamacuco Supremo que podría perfectamente haberme dejado lista pa'papeles en el momento. Hubo suerte, no fue así y eso me impulsó a cambiar algunas cosas que no me gustaban y a atreverme a tomar decisiones que quizá antes me habrían costado más. Fueron apuestas arriesgadas que no salieron bien, que podrían haber resultado peor (bien es cierto) y de las que, en todo caso, no me arrepiento. Ya lo decían en los Puentes de Madison: "Los viejos sueños eran buenos sueños. No se cumplieron, pero me alegro de haberlos tenido". La cosa es que cerrar esa etapa me dejó en la casilla de salida, más que nunca antes. Y desde entonces, (right now, para más inri, con CoronaApocalipsis mediante) sigo dándole vueltas a la pregunta del millón: ¿Y ahora qué?

No lo sé. No tengo ni guarra de hacia donde quiero ir, sólo veo claro que lo que venga tiene que ser diferente y MEJOR que lo viejo. Como la definición de locura es hacer siempre lo mismo esperando resultados distintos, no paro de revisitar el pasado para intentar averiguar qué he estado haciendo mal. En algo la he tenido que cagar para tener este perpetuo panorama medio derruido, ¿no?

Como no encontraba respuestas pensé en buscar ayuda profesional y de pura casualidad me encontré con unas lecturas que me han calado del todo. TO-TAL. Han dado en el clavo. Soy yo cien por cien, como si me estuviera viendo por un agujerito. Y según esas lecturas parece que mi problema es, precisamente, ese: buscar fuera la información, la seguridad, la validación que no encuentro dentro. No fiarme de mi. Creer permanentemente que estoy equivocada. Tener siempre miedo al error. Al futuro. Dejar que el temor tome mis decisiones. Tolerar mal la inestabilidad, la incertidumbre, la frustración.

Vale, guay. Si ese es el problema, la solución es fiarme más de mi, confiar más en la vida. La cuestión es, ¿cómo fiarse de alguien que la ha estado cagando desde ni se sabe?

Difícil. ¿no?

5 comentarios:

  1. Ufff, difícil cuestión. Yo desde luego no tengo una respuesta que pueda ayudarte, aunque sí creo que no eres la única que no confía en la vida.

    Besos.

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  2. El problema creo es no saber que hiciste mal. Y ocultarlo que es peor.

    Lo bueno es comenzar pensando ese proceso de cambio. El tema es realizarlo de verdad.

    Hasta un encierro sirve para algo! Saludos

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  3. Spiditown es como vivir en una isla paradisiaca
    que casi siempre es una delicia
    pero en ocasiones da el agobio de insularidad.
    Lárgate a buscar mundo si no te ata nada por allí
    deja un tiempo ese pueblo airoso y gusanero.
    Pon los titulos de los libros no???
    Besicos.

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  4. No es una decisión racional, errores pasados no garantizan errores futuros, ánimo.

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  5. Devoradora, bueno, está la vida últimamente como para fiarse poco de ella, así en general jajaja

    JLO, sí, el problema es justo ese, no saber qué has estado haciendo mal. Ojalá hubiera en la vida algo parecido al VAR del fútbol, que te enseñaran las jugadas y pudieras ver más claro qué ha pasado y por qué

    ECDC, eso de irme lo he pensado muchas veces, pero ¿no sería eso también una huida? ¿Serviría de algo? ¿Y a donde me voy? No sé... Las lecturas, pues no sé, cosas de aquí y allá sobre psicología, suele leer temas así sólo que últimamente me parece haber acertado más.

    Babilonio, nada garantiza el futuro, claro, pero como diría Fernando Simon, la curva no está formada por datos concluyentes pero muestra una tendencia, ¿no? jajaja Algo habré estado haciendo mal, eso seguro, la cosa es saber qué para no hacerlo más.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.