El objetivo que me marqué el año pasado al acabar la SuperMovida era claro y sencillo: conciliar. Conseguir que ese marronazo del infierno no me colapsara la vida más allá de los razonable durante el curso siguiente. Hoy, a puntiiiiiiiiiiito de empezar las vacaciones, puedo deciros sin temor a equivocarme que no lo he conseguido ni de lejos. Ni de lejísimos. Este curso he estado colapsada no, lo siguiente. No he hecho absolutamente nada más que sufrir por la SuperMovida. Bueno, por eso y por otros movidones, porque he tenido jaleo en todos los frentes, pero vaya, la Supermovida ha sido un hit continuo, qué duda cabe.
Me enfadaría y me pondría a mi misma a caer de un burro por no saber montármelo mejor, pero la verdad es que yo he tenido poco que ver con esto. La mayoría de la culpa ha sido de unos profes que este año no se enteraban, no se querían enterar o pasaban de todo como de comer flores, Esto daba como resultado unas clases surrealistas que ayudaban muy poco y que se traducían en mil horas más de estudio en casa, por lo menos para iluminadas como yo, que la mayoría del tiempo oímos blablabla. ¿Problema? Que yo no tengo miles de horas en casa porque la SuperMovida es sólo un 1% de mi caos diario y el otro 99% lo forman cuestiones ligeramente más urgentes como no dormir debajo de un puente y tontadas de este tipo. El resultado de esta ecuación es claro: cates como castillos. La tira Y frustración. Y rabia, Y ganas de matar. No sabéis hasta qué punto.
Me preocuparía por si tanta mala leche es muestra de que se me está agriando el carácter, pero dado que todos los compis de la SuperMovida, algunos de ellos con niveles de zen admirables y ganadores perpetuos de las olimpiadas mundiales de la alegría y la felicidad, han estado igual o peor que yo, está claro que no es cosa mía. Que oye, mal de muchos será consuelo de tontos, pero por lo menos es un consuelo. Algo es algo.
Y vosotros os preguntaréis, ¿a qué viene esta chapa? Y yo os contesto. Dentro de escasas cuatro horas me dan las notas de la SuperMovida. Las definitivas. Las de verdad. Ya no hay repesca, de la repesca, de la repesca. Es ahora o nunca. O llegas al cinco o vas a septiembre. Y me preocupa porque yo he llegado a final de curso al límite de mis fuerzas y de mi aguante. Muy al límite. Muy muy muy al límite. Y necesito vacaciones. Las ne-ce-si-to. De hecho, si me queda alguna, no sé lo que va a pasar: o me corto las venas yo o pongo una bomba en mi clase y acabo con mi sufrimiento (y el de todos mis compis) de una vez por todas. Así que por el bien de todos, crucemos los dedos. Y relajémonos.
OHHHHHHHHHHHHHMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM
¡Mucha, muchísima suerte Speedy! ¡Ánimo!
ResponderEliminarYa nos contarás qué tal ;)
A esta hora ya sabrás si aprobaste o no. Espero que tengas buenas noticias (aunque no sé qué pensar leyéndote) ;)
ResponderEliminarYa te dije que sacarte séptimo de EGB era complicado. Formulación y nomenclatura es difilisimo.
ResponderEliminarQue noooooo
Mucha suerte
Ya te dije que sacarte séptimo de EGB era complicado. Formulación y nomenclatura es difilisimo.
ResponderEliminarQue noooooo
Mucha suerte
Holden, gracias, ha habido suerte. Menos mal. Ya no podía massssss!!!
ResponderEliminarDoctora, estaba la cosa chunga, qué horror!
ECDC, séptimo de EGB. Qué tiempos! A mi la formulación se me daba bien. Ojalá en la SuperMovida hubiera de eso. ;P
¡Enhorabuena Speedy! me alegro muchisimo por ti, de verdad :)
ResponderEliminarAhora... ¡a postear todo lo que tienes atrasado!
Ainsssss....que nervios.
ResponderEliminarMe da que tú eres de las que siempre dice que va a sacar menos nota de la que luego saca.