miércoles, 17 de julio de 2013

En el alambre

No me creo nada. Pero nada de nada. A estas alturas no me fío ni del sistema métrico decimal. Y esto que tendría que ser una ventaja del paso de los años, la riqueza que te aporta la experiencia y que hace que, por fin, dejes de ser presa fácil de mentiras y engaños, tiene también su parte negativa. Porque hace falta confiar para vivir, pero las decepciones sucesivas van consumiendo las reservas de esperanza, hasta que un día te das cuenta de que ya no te queda.

Y es que la vida es una perraca y nunca te enseña todas sus cartas. Hace lo que Mayra en el Un, Dos, Tres, empieza a contar la historia y cuando la cosa se pone interesante suelta un "y hasta aquí puedo leer" y te toca decidir a ti. Sin pistas, sin ayuda, sin nada. Ni siquiera tiene la decencia de proponerte una ecuación mega complicada para que puedas despejar el valor de X. Aquí no se dan datos para resolver el problema. Hay que jugársela a todo o nada. Caminar en el alambre sin red.

Como no te queda otra, coges un puñadito de confianza del almacén aórtico, te arriesgas, te equivocas... y te pegas una buena leche. Y te levantas, claro, porque la vida va de eso, de caerte y volverte a levantar. Así que subes de nuevo al trapecio, inspiras, coges fuerzas, agarras otro pellizquito de esperanza, pones un pie en el alambre... ¡y al suelo otra vez! "No pasa nada - piensas- no hay dolor. Venga pa'arriba". Y así todo el rato.

En estas va pasando la función del circo de la vida hasta que un día te das cuenta de que estás preparada al lado del trapecio y que no lo quieres coger. Que ya estás muy harta de darte leches. Que ya vale. La posibilidad de que esta vez no acabes en el suelo ni pasa por tu mente porque no tienes ese puñadito de confianza que siempre cogías del almacén aórtico. Altura, alambre y riesgo tienes para dar y regalar, pero de esperanza no te queda ni mijita y piensas: "Va a volar Rita the Singer, porque lo que es yo..." Y eso no puede ser.

La vida es un salto de fe. ¿Que se te ha acabado la confianza? Pues te pasas por el Mercadona y compras un par de paquetes. Que igual hasta hay suerte y están de oferta...

9 comentarios:

  1. Más que comprar los paquetes, lo más bonito de la vida es que alguien te regale esa confianza. Desde la barrera del 2.0, te mando un paquete, tan grande como lo necesites. Que sé lo que es estar cansado de darse leches contra el suelo y seguir levantándome. No sólo llegará el momento en que no haya que ponerse en pie, sino que ya verás como pronto estás a la carrera y no te coge nadie. A por los malos, que son pocos y cobardes.

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  2. Que bonito el comentario de Juan.
    Pues no queda otra que volver a confiar si no la vida si que se convierte en una mierdaca del copón.
    Yo la verdad aunque en este momento me van bien las cosas (siempre podrian ir mejor... pero no me quejo) en realidad no me fio ni de mi sombra... porque la vida te enseña que te puedes llevar ostias como panes cuando y de quien menos te lo esperas, pero en parte en eso esta la gracia, en no saber cuando ira bien y cuando ira mal.
    Aunque ya comprendo que cuando lleva tiempo que no duras ni un minuto en al cuerda se te quitan las ganas de volverte a subir hacer malabarismos.

    Besos

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  3. No te engañes,
    daras otra vez el salto
    seguro
    y además te saldrá bien
    y si te sale mal te levantarás
    te sacudirás el traje
    y volverás a intentarlo
    una vez más.
    Hay gente que nunca lo intenta
    aburridos de mierda,
    y gente que está para intentarlo
    con valentia
    entalto y a triunfar!!!

    El pequeño de los hermanos Bordini.

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  4. Vamos a seguir con el ejemplo circense.

    Hace años vi en "Impacto TV" a una mujer que trabajaba en el circo con tigres y demás. Un día mientras ensayaba un número uno de los tigres se revolvió e intentó morderla. La mujer se alejó, pero se quedó dentro de la jaula donde estaban y cuando se le pasó el susto siguió entrenando como si nada. Luego la mujer explicó que si tras el ataque hubiera salido de la jaula seguramente nunca hubiera podido entrar más.

    Te puedes cansar de intentar las cosas, pero como un día dejes de hacerlo malo.

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  5. Juan, no sé... ¿tú no te cansas de pensar siempre en que las cosas mejorarán después y que ese "después" nunca termine de llegar? Pero en fin, no queda otra, es verdad. Por eso se agradecen esos envío express de confianza desde la barrera del 2.0 ;P

    Celia, eso es verdad, nunca sabes de quién te puede venir la leche y yo a eso no le termino de ver la gracia, la verdad... pero bueno, es verdad que es lo que hay y que son las reglas de juego de la vida.

    Lo que leo, ya decía yo que el aspecto de tus letras me sonaba de algo, ¿eres el pequeño de los Bordini! Nunca olvido una caligrafía jajaja

    Jodo, Doctora, pues qué par de ovarios bien puestos la colega de los tigres, ¿no? jajaja Pero la entiendo, si yo salgo de la jaula ya no me vuelven a meter ni atada.

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  6. Jo... cuánto tiempo hacía que no me pasaba por aquí!! Entre una cosa y otra los quehaceres no me dejan, pero veo que seguimos teniendo muchas cosas en común, como caminar por el alambre y sin red!!

    Que no se acabe nunca esa dosis de esperanza!!

    Cuídate!!

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  7. Por eso me encanta la gente que en vez de exigir confianza lo que hace es ganársela sin requerirla. Soy mucho de eso de "piensa mal y acertarás"

    Besos

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  8. Pues sí, hay que mantener altos los niveles de confianza. E incluso añadirles un poquito de temeridad si hace falta.

    Y sobre todo no fijarse exclusivamente en todas las veces que nos caemos, sino también en los momentos en que estamos arriba, aunque sean breves o no sean en el alambre principal (nos pasan muchas pequeñas cosas buenas al cabo de cada mes, no conviene olvidarse de eso aunque no nos haya tocado el premio gordo en otras cuestiones importantes).

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  9. NII, lo mismo te digo, cuídate tú también ;P

    Sese, yo también soy mucho de "piensa mal y acertarás", pero no sé si eso a la larga nos viene mal o bien, ese es el problema

    Tarambana, ¿temeridad? Pufffffff, lo que nos faltaba! ;P

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.